VALÈNCIA. Importante respiro para la factoría de Ford en Almussafes. La multinacional ha confiado en la planta valenciana para la fabricación de un nuevo motor, que no solo permitirá aumentar su volumen de trabajo, sino que alargará la producción de la furgoneta Transit Connect, un modelo que iba a desaparecer de la cartera de la planta al llevarse su producción a México. Una decisión que insufla nuevos aires en una planta inmersa en estos momentos en en su sexto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) desde 2019.
En concreto, la dirección comunicaba a los sindicatos este martes una inyección de 10 millones de dólares, unos 8,6 millones de euros al cambio, para la producción del motor 2.0L GDI, una versión adicional del motor Duratec que se monta en la Transit Connect y que se fabrica en la planta valenciana y se exporta a norteamérica. Pero no será hasta el próximo verano de 2021 cuando comience su producción hasta finales de 2023, mientras se rediseñan las plantas de EEUU.
De esta forma, la continuidad de este tipo de furgonetas para el mercado americano se mantiene en Almussafes y queda garantizada disipando el miedo que se sembró en la plantilla cuando hace un año la firma anunció su intención de trasladar a México en 2021 parte de la producción de la Transit Connect. Aquella noticia fue un mazazo en una fábrica que encara años difíciles por los vaivenes del sector de la automoción.
Y es que de haberse llevado esa carga de trabajo, Almussafes hubiera perdido alrededor de 38.000 unidades de la furgoneta que actualmente fabrica para su venta en el mercado estadounidense. Pero, además, también estaba en el aire otras 70.000 unidades que tienen como destino el mercado europeo y asiático.
No obstante, con la fabricación de este nuevo motor se garantiza que la planta valenciana seguirá fabricando la totalidad de la Transit Connect, tanto para el mercado americano como el europeo, hasta el año 2024, cuando finaliza el ciclo productivo de esta furgoneta. Un balón de oxígeno para los trabajadores a los que, de momento, se les da cierta estabilidad al elevarse la carga de trabajo.
Y es que la importancia de la Transit para la factoría valenciana no es baladí. Aunque la 'joya de la corona' sigue siendo el Kuga, que copa más de la mitad de las unidades que se montan en la factoría, esta furgoneta ligera representa nada menos que cerca de un 25% de la producción total: casi 110.000 unidades sobre el total de 345.700 unidades producidas en 2019. De esas 110.000, entre 35.000 y 40.000 unidades son exportadas cada año a Estados Unidos, mientras que el resto, alrededor de 70.000, se comercializan en Europa y Asia.
De hecho, hasta junio, este modelo se situaba como el segundo que más unidades producía la filial española de Ford. Así, de los 113.500 vehículos fabricados en el primer semestre de 2020, un 41% menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente, un total de 57.8000 unidades fueron del Kuga, mientras que las furgonetas agrupadas en la línea Connect sumaron 38.000.
Aunque se trata de una buena noticia por la carga de trabajo que supondrá, los sindicatos se muestran prudentes y aseguran que "queda lejos de ser la solución definitiva para el futuro de la fábrica". Según destacan desde UGT, sindicato mayoritario en la factoría, este pedido "dará estabilidad a la planta de motores, manteniendo la carga de trabajo por lo menos hasta finales de 2023", pero "no despeja las incertidumbres" a largo plazo, que sí que se resolverían con la adjudicación de los motores híbridos.
Y es que el futuro del sector automovilístico pasa por los modelos híbridos y más electrificados. Por ello, desde el Comité de Empresa se reclama a la dirección en Europa que la planta valenciana sea considerada centro de fabricación no solo de motores, sino de vehículos híbridos de acuerdo con el plan de electrificación que está acometiendo Ford. "La nueva dirección europea no debe tener dudas en apostar por Valencia, y no entenderemos otra decisión que no vaya encaminada en ese sentido. Almussafes ha de ser el centro de fabricación, no solo de motores, sino también de vehículos híbridos en esa futura electrificación de Ford Europa", subrayaban.
Por tanto, la asignación de este nuevo motor supone no solo un revulsivo, sino que sitúa a Almussafes como planta de referencia. "Nos permite ganar tiempo si tal y como esperamos, Ford finalmente decide fabricar motores híbridos en Europa. De ser así, Valencia debe ser la elegida", reivindican desde UGT, sindicato mayoritario. Y es que la planta no quiere perder este tren que permitiría, por fin, la ansiada paz laboral y productiva en la fábrica.
Actualmente, la planta se encuentra en el sexto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que encadena la factoría desde 2019 y que concluirá en diciembre. Este nuevo expediente afecta alrededor de 3.000 trabajadores al día: unos 900 en motores y, en vehículos a 2.500 empleados. En total, la previsión es producir 3.000 vehículos menos hasta finales de año.
No obstante y aunque el expediente en el área de motores iba a ser de 19 días, finalmente se redujo en tres jornadas debido al aumento de los pedidos de componentes mecanizados para Cleveland, en Estados Unidos (EEUU).
Este martes la compañía informaba a los sindicatos que va a estudiar cambiar algunos de los días del ERTE para adecuar la producción de forma que alguna jornada de paro parcial se convertirá en paro total y al contrario. La multinacional no ha cerrado estos ajustes en las fechas que concentrará a los sindicatos en los próximos días, según confirmaron fuentes sindicales.