VALÈNCIA. Bajan revueltas las aguas en el cuerpo de bomberos de la ciudad de València. Este miércoles se celebró una asamblea en el Parque Central de Bomberos de Valencia convocada por el Sindicato Profesional de Bomberos (SPPLB), el mayoritario en esta área, que convocó a 150 bomberos y reclamó el cese de la jefatura del cuerpo tras expresar el "malestar latente" por su gestión "tanto de la dana como del resto de servicios de relevancia acaecidos durante este año 2024 en la ciudad de Valencia", según ha explicado el sindicato en un comunicado.
El sindicato explica que en la asamblea los asistentes, cerca de la mitad del personal operativo que interviene en primera línea y más del 25% de la plantilla total, dejaron patente el "gran malestar, la indignación e incluso la incredulidad" por las decisiones que la dirección técnica del cuerpo "viene tomando en el día a día de la labor profesional de los bomberos" y en "las actuaciones de mayor envergadura y relevancia" del cuerpo municipal, que depende de la concejalía de Protección Civil que encabeza Juan Carlos Caballero. En ese sentido, el sindicato hace referencia a la respuesta a la dana, pero también a otros casos como el incendio de Campanar.
"La actual jefatura de Bomberos Valencia, con su máximo responsable al mando, ha demostrado una preocupante incapacidad para liderar y gestionar de manera efectiva un cuerpo esencial para la seguridad de los ciudadanos", denuncia SPPLB, según el cual su gestión "ha dado lugar a un ejército de oficiales que distan mucho de la profesionalidad y responsabilidad necesarias para ejercer las funciones de liderazgo que sus puestos requieren".
Así, denuncia que en 2024 se han vivido "servicios marcados por la desorganización y la falta de liderazgo operativo". Uno de los más "alarmantes" según SPPLB fue el incendio forestal de El Saler, donde la ausencia de "una coordinación adecuada" llevó a los equipos a "pasar horas prácticamente abandonadis sin comer ni beber", lo cual a su juicio "evidencia las carencias de dirección en un servicio que requiere decisiones profesionales, rápidas y efectivas".
Otro "trágico ejemplo", señala el comunicado, fue el incendio de Campanar de febrero, donde "una vez más, la mala gestión, la ausencia de decisiones claras y una interpretación errónea de la situación derivaron en un desastre que marcó profundamente a todos los bomberos presentes". Aquello, sostienen, "no solo dejó en evidencia la falta de preparación de la jefatura, sino que también puso en riesgo tanto a los profesionales como a la ciudadanía".
Pero el comunicado se produce justo un mes después de la dana, que ha "sacado a la luz de manera definitiva las graves deficiencias de la jefatura". Una vez más, se falló en los tiempos de respuesta, con una gestión operativa que estuvo muy lejos de estar a la altura de la emergencia", subrayan, porque "no se activó el personal fuera de guardia para reforzar el servicio en el momento crítico, ni se movilizó al Grupo Especialista de Buceo ni a la Unidad Canina, a pesar de que ambos han intervenido en catástrofes internacionales como las de Turquía o Siria". Equipos que, subraya el SPPLB, se activaron hasta 96 horas después de la emergencia, algo "incomprensible en un escenario de esta magnitud".
Asimismo, sostienen que aquella noche "la gran mayoría" del personal que estaba de guardia permaneció en sus respectivos parques de bomberos sin ser desplegado a las zonas afectadas. Y que se comunicó a la mayoría de los voluntarios que "no era necesaria su presencia, bajo el argumento de que la situación estaba controlada". Solo pasados tres días se destinó un equipo de 8 bomberos y 3 mandos para acudir a las poblaciones más afectadas, un despliegue "a todas luces insuficiente y tardío" para SPPLB que "evidenció una vez más la falta de planificación, de previsión y de competencia".
"Este cúmulo de errores y decisiones cuestionables no solo ha minado la confianza en la jefatura de los propios bomberos, sino que ha puesto en peligro a la ciudadanía y a los propios profesionales que configuran el cuerpo de Bomberos", subraya el sindicato, para cuestionar la capacidad de actuar "con rapidez, coordinación y eficacia en momentos críticos como estos", lo que a su juicio "pone de manifiesto que el actual modelo de gestión está colapsando y que las consecuencias las pagan quienes dependen de este servicio esencial".
Así pues, denuncia el "deterioro en la calidad y preparación de los mandos", que habría quedado en "evidencia durante las oposiciones para acceder al puesto de oficial de bomberos" cuando "el presidente del tribunal expresó su preocupación y puso en entredicho la capacidad de muchos de los que hoy forman parte de la cúpula de mando". Advertencia registrada en el acta donde manifestaba "su sorpresa ante el bajo nivel demostrado por los aspirantes en esta prueba, especialmente considerando que, en ejercicios previos y bajo sospecha de posibles filtraciones, muchos de ellos habían obtenido calificaciones relativamente altas".
Y por todo ello, en la asamblea realizada, el colectivo de bomberos ha pedido al SPPLB la realización de acciones y movilizaciones para dar solución a esta situación "ya insostenible" con la exigencia del relevo en la jefatura del cuerpo.
Ante la denuncia, desde el departamento de Bomberos el gobierno municipal recordó que se han movilizado "más de 100 efectivos cada día desde que empezó la dana" y que la misma noche "desde las 20.00 aproximadamente se envían dotaciones al recibir los primeros avisos de inundaciones y se dimensionan los efectivos y se activan las unidades según se observa la dimensión del temporal y sus consecuencias en las pedanías de Valencia".
Con todo, el departamento recuerda que "el 90% de la ciudad funcionaba con normalidad y no se vio afectada por las inundaciones, por lo que era necesario mantener los equipos mínimos para dar respuesta a cualquier incidencia que pueda producirse en la ciudad, como así sucedió con dos incendios industriales la misma noche del día 29 de octubre, o los más de 60 servicios que se atendieron en la ciudad por caídas de ramas y cascotes debido al temporal de viento".
Además, insiste en que la plantilla operativa se ha reforzado un 62% en los parques de bomberos para atender la emergencia y "se han movilizado todas las unidades". "De hecho la primera noche bomberos Valencia con embarcaciones y en colaboración con policía local rescató de bajos y garajes a más de 300 personas", insisten, para añadir que a las nueve de la noche el PMA estaba instalado y a día de hoy sigue en la Torre, y la unidad de buceo y canina "sigue colaborando en las tareas de búsqueda de víctimas en la Albufera, o en labores de apuntalamiento en edificios de Sedaví y Benetússer".
Asimismo, el Ayuntamiento recuerda que el ámbito competencial del cuerpo municipal de bomberos es municipal y "ante la situación de emergencia 2 hay que coordinar el envío de recursos con el CECOPI como así se hizo actuando en Paiporta, Sedaví, Benetuser, Alfafar, Masanasa, Picanya en tareas de achiques, limpieza de garajes, etcétera".
El concejal de Compromís Ferran Puchades se ha hecho eco de la denuncia del sindicato de bomberos de València y ha explicado que "desde Compromís queremos expresar nuestro apoyo a los bomberos, que una vez más han demostrado su profesionalidad, valentía y dedicación en la gestión de una situación tan complicada como la dana". "Han estado en primera línea, dando lo mejor de sí mismos para proteger a las personas y sus bienes, a veces con recursos limitados", ha señalado.
"Consideramos inadmisible que, mientras los bomberos hacían todo lo posible por responder a una emergencia tan grave, se hayan encontrado con una gestión descoordinada e ineficaz por parte de los mandos y del gobierno de Catalá", y ha calificado de "alarmantes" las críticas del cuerpo porque "muestran una falta de previsión y planificación que no podemos tolerar".
Así, tras denunciar el "apagón informativo" del gobierno local al no responder a preguntas sobre las actuaciones por la dana, Puchades ha exigido a Catlaá respuestas "inmediatas" a Catalá sobre" lo que ha fallado y que se tomen medidas para evitar que esto vuelva a ocurrir". "Primero se quejó la Policía Local y ahora son los bomberos. La gestión de Catalá de la dana está siendo un desastre, con una atención insuficiente, por no decir inexistente, y con una falta de recursos inexplicable", ha señalado.