Nos sumergimos en el Chinatown de Valencia
Primera parada: la nueva hora del té
VALÈNCIA. Primera parada. Bueno, mentira, la primera parada gastronómica de la calle Pelayo sería el Trinquet de Pelayo, pero no pega mucho en nuestra aventura asiática. Así que saltamos directamente al número 8: Infragantea, la franquicia de origen catalán que trae a Valencia la moda del Bubble Tea, probablemente pensando en los más jóvenes.
El té de los millenial. Di adiós a las pastas de media tarde.
Tienen dos franquicias en la ciudad, una en la calle Pelayo y otra en la Estación del Norte, integrada dentro de Amazing Tokio. Su especialidad son los tés con perlas de tapioca o con las características bobas, y todo muy do it yourself. En realidad, el Bubble Tea (té de burbujas o té de perlas) es originario de Taiwán y suele tener como base el té frutal o la leche, incluso ambos granizados. Una bebida dulce (insanamente dulce) que se caracteriza por las burbujas (o bobas) que lleva dentro. Pueden ser perlas de tapioca, bobas que explotan con sabor a fruta o bolitas de gelatina con sabores.
En Infragantea hay multitud de combinaciones. En las variedades con leche, se pueden elegir sabores de coco, fresa, melón... Incluso algunos especialmente asiáticos, como el Azuki (la famosa judía roja) o el Tano (una planta tropical). Si se prefiere el freshtea, el batido o el frappé, entonces hay fruta de la pasión, arándanos o mango, entre otros. Las bobas también son de sabores: granada, yogurt, lichi.. Así que los resultados son inabarcables. Estas fueron nuestras (acertadas o no) elecciones.
Almu: "El principal requisito al entrar en Infragantea es liberarse de prejuicios y tener un carácter decidido. Las posibilidades de combinaciones son abrumadoras, así que si es tu primera vez, prepárate para pasar un buen rato frente al mostrador. “¿Pero entonces el Milktea es leche de vaca?”, preguntaba yo. “No, pero tampoco te lo sé explicar porque viene todo de Taiwán”, respondía la camarera. De perdidos al río, elegí esa base, y aunque el Azuki me estaba llamando, opté por el Taro como ingrediente principal. Con perlas de tapioca para el topping, que al contrario de las características bobas, no explotan en la boca.
LA FOTO ESTÁ ARRIBA. Y sí, es mi mano.
Me habían dicho que el Taro tenía sabor a galleta. Y sí, tiene sabor a galleta; lo juro. De hecho, ahora vivo obsesionada con encontrar esa fruta en el súper para eliminar las cookies de mi dieta. ¿Está bueno? Quizá porque me esperaba una guarrindongada, puedo decir que sí, pero es difícil que suceda lo contrario con semejantes dosis de azúcar. ¿Es sano? Muy probablemente no, pero como diría la chica que nos atendió, “tampoco os lo sé explicar porque viene todo de Taiwán”. Es divertido, nivel comerse una nube de algodón".
Raisa: "Entré y empecé con mi batería de preguntas. ¿El Milktea es con leche vegetal? A lo que ella me dijo: "Es una crema que traen de Taiwán, no se de qué, pero no es leche" (sí, ambas insistimos en lo mismo). ¿Y los toppings? Le pregunto por las bolitas de gelatina y parece que no eran ni de origen animal ni vegetal. ¿Entonces de qué? Nadie lo sabe. Eso sí, dijo que allí iban muchos veganos, así que tenía que ser vegano aquello, eso lo tenía claro. Desde luego esto fue un acto de fe en toda regla. Me vine arriba y elegí un freshtea. Le dije, "ponme el más loco que tengas", y que sea lo que Dios quiera. Eligió el de fresa con bobas de fruta de la pasión. Estaba bueno, pero solo te digo que el Milktea se acabó y éste, no. ¿Por qué? No sé si fue porque el de leche era caliente y hacía frío, o porque nos conquistó con su sabor a galleta. Importante: en el caso del Milktea, te lo puedes pedir caliente.
Yo te diría que estos tés tienen un fin terapéutico, fíjate, una doble cara. Ideal para meditar, como casi todo lo asiático, igual que el té Matcha. Y lo digo porque cada vez que masticas una boba, recuerda a explotar burbujas de plástico de embalar. Y cuando suben dos bolitas, ya lo petas. Imagínate: meditar por la calle con un té sabor a fruta mientras explotas burbujas. Porque está claro que tomártelo allí, no (todo muy amarillo). Pasear explotando burbujas, maravilloso. Mi contra, siempre, los envases de plástico".
La moda del bubble tea se quedará un tiempo entre nosotros; seguramente el mismo que el yogur helado, las chimney cakes, los bares de cereales y otros triunfos del pop azucarado.
LA CUENTA
Precio: 6€ entre las dos (pedimos el tamaño pequeño por 3€, pero el grande cuesta 4€).
Nivel de Autóctonos: 3. Había un chino sentado al fondo. Eran las 16 horas.
Sabor: 7. Por el Milktea.
Servicio: 4. Nivel "no sé lo que vendo".
Hostilidad: 4.
Horario: De 11 a 21, nonstop.
Nota final: 6. Siendo generosas...