VALÈNCIA. El municipio valenciano de Aldaia ha vuelto a poner sobre la mesa una demanda histórica: el desvío del Barranco de la Saleta, una infraestructura cuya necesidad ha quedado en evidencia tras las consecuencias devastadoras de la Dana. Este fenómeno climatológico, que azotó buena parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, provocó daños materiales sin precedentes. Pero, más allá de las pérdidas físicas, la mayoría de ellas irreparables, el temporal ha reavivado una petición que el Ayuntamiento de Aldaia lleva por bandera desde hace más de 40 años.
El Barranco del Pozalet-Saleta atraviesa el municipio de Aldaia de un extremo al otro y es responsable de inundaciones recurrentes que mantienen en vilo a su población. Además, este cauce, paralelo al Barranco del Poyo, ha sido objeto de confusión en las comunicaciones oficiales, algo que el alcalde, Guillermo Luján, ha denunciado como "apagón informativo". "Se está hablando en todo momento del Barranco del Poyo, pero el que nos afecta directamente es el de la Saleta", explica Luján.
Asimismo, señala que esta "desinformación" ha agravado las consecuencias del desastre, al no haber activado protocolos específicos que podrían haber salvado vidas y reducido los daños. Como se menciona líneas más arriba, el proyecto de desvío no es ninguna novedad. Según fuentes municipales consultadas por Valencia Plaza, la primera solicitud formal se remonta cuatro décadas atrás.
Desde el Ayuntamiento de Aldaia, conciben el proyecto de desvío, cuyo objetivo es redirigir las aguas de la Saleta hacia el trazado del río Turia, como una solución definitiva al problema de las inundaciones. Sin embargo, a pesar de su importancia estratégica para garantizar la seguridad del municipio, las circunstancias económicas y administrativas han frenado su avance en repetidas ocasiones.
El desvío del Barranco de la Saleta ha resultado ser una promesa largamente incumplida. Desde hace más de 40 años, todos los gobiernos municipales de Aldaia han solicitado esta obra "esencial para salvaguardar la infraestructura del pueblo, así como la vida de sus habitantes". En 2006, explican fuentes del ayuntamiento a este diario, comenzó a desarrollarse un plan para acometer dicha obra, pero, dos años más tarde, la histórica crisis económica paralizó su ejecución, dejando al municipio completamente expuesto ante futuras inundaciones.
En la actualidad, el contexto es diferente: el proyecto, que se lleva gestando desde el año 2022, se encuentra en la última fase de revisión técnica y cuenta con una financiación de 47 millones de euros, asegurada a través de los fondos europeos Next Generation. Sin embargo, un informe negativo emitido por la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha frenado la aprobación de las obras.
Según esta resolución, se considera que el trazado propuesto para desviar el barranco podría alterar de forma significativa el entorno de la huerta de Xirivella. Este tipo de áreas cuentan con la protección de normativas que buscan preservar su carácter histórico y ambiental, lo que ha llevado a los técnicos de la Generalitat a emitir una evaluación desfavorable.
El Ayuntamiento de Aldaia ha criticado con dureza la decisión, bajo el argumento de que priorizar el paisaje agrícola sobre la seguridad y las vidas humanas es "inadmisible". No obstante, este obstáculo administrativo ha propiciado que el consistorio intensifique aún más sus esfuerzos por revertir el informe. Según fuentes municipales, el alcalde se reunió este verano con los responsables de la Conselleria de Medio Ambiente para trasladar la urgencia del proyecto.
Durante esas reuniones, el departamento que dirige Vicente Martínez Mus se comprometió a rehacer la evaluación técnica y trabajar en una solución que permita conciliar la protección del entorno ambiental con la seguridad de Aldaia frente a las inundaciones. Por otra parte, Luján también buscó apoyo en el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para desbloquear el proyecto de la Saleta. Desde este organismo, se trasladó un mensaje claro: si la Generalitat emite un nuevo informe favorable, el Gobierno central se encargará de proceder con la licitación y ejecución de las obras.
"Nos ha faltado pedírselo al Papa", lamentan desde el Ayuntamiento de Aldaia, al mismo tiempo que insisten en que ahora es el momento de actuar, puesto que no solo cuentan con la financiación necesaria, sino también con el consenso técnico de entidades clave como la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). "La Dana ha evidenciado el alto coste humano y económico de las demoras en la ejecución del proyecto. Es una medida de emergencia que busca prevenir tragedias como la que acabamos de vivir", insisten desde el Ayuntamiento de Aldaia.
El desvío del Barranco de la Saleta, según aseguran fuentes municipales, tendría "múltiples beneficios" para Aldaia. En primer lugar, reduciría drásticamente el riesgo de inundaciones, lo que garantizaría la protección de la vida de sus vecinos y reduciría los daños materiales de forma significativa.
Asimismo, salvaguardaría los negocios familiares, sobre todo aquellos situados en las plantas bajas de los edificios que, tras tormentas de una magnitud similar a la reciente Dana, quedan completamente arrasadas. En términos económicos, la obra pondría fin a las pérdidas que afectan tanto a ciudadanos como a las arcas municipales, quienes deben sufragar los costes para recuperar todos los bienes que el temporal destruye.
La tranquilidad emocional de los vecinos, cuyo temor a las inundaciones siempre se despierta "en cuanto caen cuatro gotas", sería otro de los beneficios de la ejecución del proyecto. Desde el punto de vista ambiental, el desvío garantizaría una gestión más eficaz del agua, ya que se adaptaría a los retos del cambio climático y reduciría el impacto de fenómenos extremos.
Mientras el proyecto de la Saleta sigue a la espera de su aprobación definitiva, Aldaia todavía enfrenta las secuelas de la Dana. El ayuntamiento ha redoblado sus esfuerzos para gestionar la emergencia, pero los recursos son limitados. Entre las prioridades inmediatas, se encuentra el acceso a más maquinaria pesada, como succionadoras de fango y equipos especializados para retirar escombros y vehículos atrapados.
“Hemos recibido apoyo de voluntarios y donaciones de toda España, algo que agradecemos profundamente, pero no es suficiente. Una o dos máquinas no bastan para limpiar y reparar los destrozos en todo el casco urbano. Necesitamos más ayuda para superar esta crisis”, explican fuentes municipales a este diario.
Aldaia no solo pide soluciones inmediatas para su recuperación, sino también una visión estratégica a largo plazo para garantizar la seguridad de la población en un contexto de cambio climático. El municipio, que históricamente ha convivido con inundaciones, no quiere seguir siendo el ejemplo de lo que sucede cuando se ignoran las advertencias.