VALÈNCIA. De paraísos de arena dorada a pedregales: así se han transformado en los últimos años las playas del norte de Sagunt. Esta problemática es fruto de la acción humana en la naturaleza y la erosión que vive la costa valenciana, que afronta una grave regresión, dejando un panorama en el que la arena se esfuma y el mar gana ventaja, acercándose a los paseos marítimos y edificios.
En esta entrevista a Valencia Plaza, la presidenta de la Asociación Vecinal de las playas de la Almardà, Corinto y Malvarrosa de Sagunt, Amparo Peris, reflexiona acerca de por qué se ha llegado a esta situación y de qué forma podría salvarse el litoral. Un trabajo en el que es fundamental ir de la mano, realizando actuaciones que no perjudiquen al resto.
- ¿Por qué afrontan esta problemática las playas del norte de Sagunt?
Costas construyó unos espigones en la playa de Almenara (Castellón) porque después de unos temporales el paseo marítimo que tenían se había estropeado. Esos espigones han fastidiado las playas del norte de Sagunt; eran de arena y se están llenando de piedra.
No solo tuvimos esa intervención, sino que encima se llevaron toda nuestra arena y nuestra grava para la construcción de la playa de Almenara. Es lo mismo que ocurre en el puerto de València, las playas del sur se han deteriorado completamente y nosotros llevamos el mismo camino.
- En otros municipios que también sufren la regresión sí se ha defendido la implantación de espigones, ¿por qué en este caso afirma que tienen un efecto negativo?
Las corrientes vienen de norte a sur. Entonces, cualquier cosa que pare la aportación de sedimentos, como espigones duros, hace que los sedimentos no nos lleguen. En nuestra zona, el problema empezó cuando se construyó el macropuerto de Burriana. Ese macropuerto lo que hizo fue fastidiar todas las playas que estaban al sur del mismo. Al ir construyendo espigones para salvar cada playa, se han ido fastidiando a su vez las que había en el sur.
- ¿Cuál considera que es la solución adecuada?
De la mano de la Universitat Politècnica, estamos abogando por que no sean construcciones duras, espigones duros. Queremos que no sean perpendiculares, sino movibles y paralelos a la costa. La Politécnica nos ha hablado de unos arrecifes sumergidos que son biodegradables.
Si hacemos lo que se ha hecho en Almenara, perjudicamos a Canet d’en Berenguer, que es la que tenemos al sur, y no queremos. Nosotros teníamos informes de que la construcción de espigones en Almenara era perjudicial para nuestras playas, pero la Demarcación General de Costas ha hecho caso omiso. Les pedimos una intervención integral desde Almenara hasta Canet; se tenía que haber actuado en toda esa franja costera y haberla protegido.
Sin embargo, nos han perjudicado doblemente porque no solo han construido los espigones, con lo cual no tenemos aporte de sedimentos, sino que además han venido y se han llevado nuestras dunas. Pedíamos que eso se parara, hicieron tal animalada que luego nos tuvieron que traer una arena que se analizó que no era nuestra. De hecho, están saliendo cañas en plena playa.
- ¿Cómo han reaccionado ante estas actuaciones?
Estamos buscando una reparación al daño que se nos ha hecho y sobre todo una protección frente a futuros temporales. La erosión ya de por sí con el cambio climático es muy, muy acelerada. Con todo esto se ha propiciado que la que la regresión de la costa vaya a más.
"Buscamos una reparación al daño que se nos ha hecho"
Con lo cual, cuando venga un temporal un poco fuerte, como fue el de primeros del año pasado que se llamaba la borrasca Blas, ya vimos los efectos… Se había llevado una serie de arena a la playa Malvarrosa (Sagunt) y el primer temporal la arrastró.
Necesitamos protección frente a los temporales y eso no te lo da poner unos espigones que son perpendiculares, sino que necesitamos arrecifes paralelos para que protejan la fuerza de las olas y que no arrastre la poca arena que nos queda. Eso es lo que vamos a revindicar.
- ¿Cómo ha repercutido la Ley de Costas en este asunto?
Se ha aprobado un reglamento de la Ley de Costas que es todavía más perjudicial porque le da más poder. Las viviendas que están en primera línea, que en su momento se hicieron legales, ahora pueden ser confiscadas. Al llegar las olas entienden que es zona marítimo terrestre, por lo que las casas o chiringuitos quedan a merced de los temporales. Si encima se llevan la playa, pues todavía es más perjudicial esa legislación. Por eso, uno de los lemas que llevamos es que se anule el reglamento que se aprobó el 6 de agosto.
Antes, decía que cuando llegaban cinco olas esa zona podría pasar a ser propiedad del Estado, te confiscaban tu propiedad. Ahora, con una ola que llegue ya puede pasar a ser propiedad del Estado. En una democracia esto no se puede concebir; necesitamos una solución y es proteger la costa, las propiedades y las dunas.
- Ahora, con el cambio climático y la influencia humana se ha intensificado el problema. ¿Cuándo comenzaron a percibirlo y a luchar contra él?
Desde que se construye el puerto de Burriana. Empezamos a ver que la arena empieza a tener piedra, cada vez más. Claro, en principio lo achacamos al cambio climático. Luego ya empezamos a analizar, nos ponemos en contacto con la cátedra de Puertos y Costas de la Politécnica y los científicos ya nos empiezan a decir que todo lo que se hace al norte perjudica el sur.
Y ya empezamos a ver que todos los problemas vienen de que cada playa se va defendiendo con espigones, que lo único que hacen es pasar el problema a la playa que tienen al sur. Con lo cual, unas playas que teníamos espectaculares, paraísos de arena dorada, con dunas impresionantes, se han convertido en pedregales.
Con un cambio climático que acelera la erosión, si tú le metes más leña al fuego con construcciones de espigones inmensos que paran la aportación de sedimentos de norte a sur… A nosotros el cordón dunar nos lo han destruido, queremos una regeneración.
"Traer arena no es una solución definitiva, es pan para hoy y hambre para mañana"
Además, si nos traen arena y no ponen medidas para protegerla de los temporales, pues ya pueden traer toda la que quieran. No es una solución definitiva, es pan para hoy y hambre para mañana. Nos estamos enfrentando a un problema muy grave con el cambio climático y Costas lo único que hace es llevar arena de un sitio para otro. Pero claro, arreglas una cosa y desarreglas diez; eso no es lógico.
- También han llevado la reivindicación hasta el Ayuntamiento
Sí, se ha aprobado una declaración institucional que une a los diferentes grupos políticos, desde la Izquierda Unida hasta Vox han firmado esta declaración y es en apoyo a nuestras reivindicaciones. El Ayuntamiento ha comprendido el problema que tenemos, vamos a ver si se puede pedir que se hagan esos arrecifes paralelos, aunque sea un programa piloto. Es proteger nuestra playa o lo que ha quedado de ella para que no vaya a más.
- Junto al Consistorio, la asociación formará parte de la manifestación prevista en Madrid. ¿Cómo surgió esa idea?
Esto surgió porque ya habíamos ido antes a hablar con Costas en Madrid, pero no sirvió de nada. Nos integramos en la plataforma de Somos Mediterránea, de todos los pueblos costeros y ciudades que están afectados, nos juntamos en Alicante en una reunión y allí lo decidimos porque vimos que era una situación generalizada. Se hará el día 21 de enero en Madrid y será una manifestación de toda la costa española. Queremos darle visibilidad, también para que la gente que veranea en estas playas que son del centro de Madrid sepan lo que está sucediendo.
Si no tenemos ninguna respuesta por parte del Ministerio, seguiremos manifestándonos. No podemos estar yendo todas las semanas a Madrid, pero sí que tenemos proyectado desde la plataforma Somos Mediterránea que cada asociación planifique sucesivas manifestaciones en las demarcaciones. Insistiremos hasta tener una respuesta.