VALÈNCIA. La guerra, el veto de Bielorrusia a los productos de la Unión Europea, el fuerte temporal y la huelga de transportistas son solo algunos de los envites a los que la cooperativa valenciana Anecoop lleva haciendo frente en los seis meses que lleva de campaña, ya que la de 2021 cerró el 30 de septiembre. Una coyuntura que está poniendo en apuros a las empresas asociadas del grupo, que prevén que este 2022 sea un ejercicio complejo con importantes turbulencias. Un "película de terror" que ensombrece los buenos resultados logrados en la anterior campaña, que se cerró con cifras récord tanto en facturación como en volumen comercializado.
"Ni el guionista más creativo de Hollywood hubiera diseñado una campaña como la que estamos viviendo", apuntó el director general de la cooperativa, Joan Mir, en la rueda de prensa de presentación de resultados, que arrojaron cifras muy positivas para la campaña 2020-2021. Así, la cooperativa valenciana y sus empresas asociadas alcanzaron el millón de toneladas comercializadas y una facturación consolidada de 994 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 3%. Además, el beneficio del grupo se elevó hasta los cinco millones frente a los 4,3 millones de la campaña anterior.
Por lo que respecta a las cifras individuales de la enseña, estas se situaron en un volumen de 845.410 toneladas comercializadas, un 2,4% más, y unos ingresos de 790,3 millones de euros, un 2,6% más. Un año de récords que, a la vista de la actual coyuntura, parece que este año no van a replicarse. De hecho, según avanzó Mir, en estos seis primeros meses de campaña, el crecimiento únicamente ha sido del 1% con varios frentes abiertos.
"Una vez superada la pandemia con una sexta ola tan dura, nadie se hubiera imaginado el incremento de los costes de producción, o el crecimiento en un 15,4% de las exportaciones de cítricos de Sudáfrica en octubre, en medio de nuestra campaña, una dura competencia que provoca una saturación en el mercado", apuntó Mir.
En este sentido, incidió en la necesidad de promover una interprofesional citrícola fuerte y que actúe como un verdadero lobby, que exija reciprocidad y desarrolle campañas publicitarias potentes. Sobre esta cuestión, el presidente de la cooperativa, Alejandro Monzón, también reclamó más apoyo a las administraciones para conseguir que las personas que trabajan de la tierra "puedan vivir de su trabajo".
Pero a estos golpes se fueron sumando otros como el cierre de fronteras de Bielorrusia el 1 de enero a la importación de frutas y hortalizas procedentes de la Unión Europea (UE), entre ellas las de España, como represalia a las sanciones que le impuso la Comisión Europea (CE) por sus ataques en la frontera con Polonia. Después, llegó la invasión rusa y el fuerte temporal con la afección de la piedra sobre el caqui, la calima en Murcia y Almería y las persistentes lluvias. "Hemos pasado de una sequía que nos tenía preocupadísimos a unas lluvias que empiezan a hacernos daños", señaló.
Una tormenta perfecta a la que también se añadieron la aparición de plagas como el 'cotonet', el encarecimiento del transporte marítimo y, finalmente, la huelga del transporte, que ya ha provocado que 42 contenedores con mercancía entre València y Almería estén saliendo una parte a cuenta gotas y otra siga bloqueada. No obstante, y pese a todas estas vicisitudes, Anecoop subraya que seguirá adelante. "A pesar de esta película de suspense y terror seguimos trabajando. Unas veces más alterados que otras, pero seguimos en marcha", reivindicó Mir.
A lo largo de estas dos semanas se paros de una parte del transporte, Anecoop ya ha padecido sus consecuencias y las empresas se han visto obligadas a desviar las rutas de los camiones, lo que ha ralentizado la llegada de mercancía. También cuentan con "montones de palets en Europa", así como han sufrido algunos incidentes violentos como pinchazos en las ruedas de sus flotas.
Sin embargo, Mir subrayó que tienen previsto que el 80% de sus productos lleguen a destino con "cierta normalidad". "Hemos tenido desconcierto y desorden. En la zona de Huelva ha habido más problemas y la situación ha sido más intensa, mientras que en otros sitios hemos podido sacar la mercancía", apuntó. En cualquier caso, no creen que exista un desabastecimiento y la cooperativa confía en que la situación pronto se pueda resolver para evitar un mayor impacto en el sector y los consumidores.
Lo que sí ha puesto en jaque a su negocio es la guerra. Entre Bielorrusia, Rusia y Ucrania, la cooperativa facturaba cerca de 18 millones de euros tanto en fruta y hortalizas como en vinos. Unas ventas que ahora mismo están en el aire por el conflicto, dado que los mercados están cerrados. Las exportaciones de frutas y hortalizas a Bielorrusia se pararon por el veto que empezó en enero de este año y desde 2014 Rusia mantiene restricciones a la entrada de ciertos productos de EEUU, Europa y Canadá como represalia a las sanciones que se le impusieron por la invasión de Crimea. Pero seguían comercializando vino.
De hecho, para la cooperativa era un mercado en crecimiento y se habían erigido como la primera empresa exportadora de este producto en el país que dirige Vladimir Putin, con una facturación cercana a los 7,5 millones de euros. Además, Anecoop cuenta con una filial en el país, que ha ido a menos en los últimos años al pasar de 22 empleados a los seis actuales, y que ahora tiene dificultades para operar con las cuentas bancarias. Tanto es así que un banco ha embargado las cuentas a la empresa y otro ha pedido un certificado sobre los propietarios de la cooperativa, que ya ha sido enviado pero se desconoce si se les va a dejar operar.
Sin embargo, la pasada campaña 2020-2021 mantuvo la senda alcista que la cooperativa viene registrando en los últimos ejercicios. El director general de la cooperativa llegó a calificarla de "sandwich" al situarse entre la pasada, que fue extremadamente buena por el incremento del consumo de frutas y verduras por la pandemia, y la actual, que se prevé compleja.
Por productos, los vinos fueron el de mayor crecimiento y han consolidado la tendencia de los últimos años. Las tres bodegas del grupo obtuvieron las mayores ventas de la serie histórica de Anecoop Bodegas, tanto en volumen de embotellado como en liquidación, y por primera vez la cooperativa facturó por encima de los 36 millones, el 83% de vino embotellado.
En cítricos se registró un aumento del 4% en volumen que ha ido acompañado de un descenso del 2,6% en facturación. Las frutas siguen siendo la familia con mayor volumen de comercialización, 305.881 toneladas, y un incremento del 5,6%, para alcanzar una facturación de 260 millones; las hortalizas son el grupo que más ha crecido (231,5 millones). Por su parte, los productos de cuarta y quinta gama sufrieron un descenso de comercialización; y el producto ecológico tiende a seguir creciendo.