Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La alcaldesa de València, María José Catalá, anunció este jueves que mantendrá las retribuciones de los concejales que aprobó su predecesor en el cargo, Joan Ribó, al inicio del mandato de 2019 por acuerdo de Junta de Gobierno Local. Una resolución que aplicaba, además, las dedicaciones exclusivas a los ediles del gobierno y repartía las ocho parciales entre los de la oposición. Diseño que, ahora, se repetirá durante los próximos cuatro años.
El acuerdo será el siguiente: el PP tendrá 13 dedicaciones exclusivas, si bien el concejal José Marí Olano tiene previsto acogerse a la parcial para compaginar las labores en el Ayuntamiento con su despacho de abogados. Aún así, la exclusiva la mantendrán los populares por si el edil decidiera optar por dar el salto y dedicarse en exclusiva al consistorio.
Las otras 12 dedicaciones exclusivas se repartirán entre los partidos de la oposición: Compromís, PSPV y Vox. Y lo mismo ocurrirá con las ocho dedicaciones parciales, cuyo reparto proporcional dejaría a 4 ediles de Compromís, 3 de PSOE y 1 de Vox con esta suerte de 'jornada' a tiempo parcial y un salario de aproximadamente 10.000 euros menos que el resto.
La conocida como 'ley Montoro', que se aprobó para limitar los gastos de las entidades locales, establece que una parte de los concejales debe tener obligatoriamente dedicación parcial. En el caso de València son ocho de los 33 ediles los que no pueden tener dedicación exclusiva y cobrar el 100% del sueldo. De esta manera, ahora, al inicio de la legislatura, los partidos de la oposición serán los encargados de seleccionar quiénes percibirán un salario del 75% y no estarán a tiempo completo en el Cap i Casal.
La medida deberá aprobarse en el primer pleno ordinario, previsto el próximo mes de julio -la ley concede 30 días hábiles desde la constitución del Ayuntamiento-. De la misma manera, también deberá aprobarse el reparto de asesores al que tendrá derecho cada grupo municipal y, de nuevo, en esta cuestión Catalá tiene intención de mantener la distribución de los últimos cuatro años, tal y como publicó este diario.
La estructura diseñada en 2019 asignaba 1,7 asesores por concejal de gobierno frente a 1,3 para los de la oposición, al que se le sumaba además un secretario de grupo. Es decir, 1,4 según figuraba en el acta de la Junta de Gobierno Local. Además, Alcaldía contaría con 3 asesores adicionales.
Con ese reparto, Compromís tendría derecho a 13 asesores, el PSPV a 10, Vox a 6 y el PP un total de 22, que se incrementarían a 25 por los extra de la alcaldesa. Un reparto que, eso sí, podría cambiar en caso de que Vox entrara al gobierno municipal.
En el encuentro que mantuvo Catalá con el resto de portavoces de los grupos municipales, la primera edil también trasladó la distribución de espacios que, a priori, se le asignará a cada formación política en base al estudio que, aseguran, han realizado los técnicos municipales.
Este señala que Vox se ubicará en el tercer piso del consistorio, conocido como "palomar", que en el mandato pasado ocupaba Ciudadanos. También se le asignarían un par de despachos donde trabajaban los naranjas. Por su parte, los partidos de la oposición se dividirían el edificio de grupos contiguo al Ayuntamiento, en la calle Convento San Francisco. Compromís ocuparía una planta, mientras el PSPV estaría en la otra, de manera que en el Cap i Casal tan solo tendrán despachos exclusivamente PP y Vox.
Un hecho que generó un importante malestar en la coalición que lidera Joan Ribó en el consistorio. De hecho, el exalcalde rechazó trasladar su despacho al edificio municipal de Convento de San Francisco y exigió un espacio en el tercer piso, donde está previsto que se acomode Vox.
Cabe recordar que con el cambio de gobierno de 2015, fueron los populares los que se trasladaron al tercer piso. Y durante los dos mandatos la situación se mantuvo de esa manera: la oposición estaría en los despachos de la tercera planta, y el gobierno repartido en el consistorio, Convento San Francisco y Tabacalera. La idea de Catalá, ahora, era redistribuir estas dependencias ya que durante el mandato anterior, los 9 ediles del PP "estuvieron muy apretados" -según reconocen fuentes municipales-.
Sin embargo, a Ribó no le convence la propuesta de reparto y entiende que la oposición también tiene derecho a ubicarse en el edificio principal. El diseño, todavía en el aire, dejaría un reparto de 335 metros cuadrados para el PP, 286 para Compromís, 277 para el PSPV y 159 para Vox.
