CASTELLÓ. La declaración de impacto ambiental (DIA) otorgada por el Ministerio de Transición Ecológica a la gran planta solar impulsada por la compañía Akuo en la provincia de Castellón, bajo el nombre Magda, ha levantado gran controversia por el impacto ambiental de grandes instalaciones de generación fotovoltaica, que se ha labrado las dudas no sólo de asociaciones vecinales sino también de gran parte del espectro político. Así pues, la empresa promotora busca explicar el proyecto y entablar diálogo con ayuntamientos y vecinos, según asegura la directora de Akuo en España, Eugenia Cerverón, en una entrevista concedida a este periódico.
En ella, Cerverón destaca el esfuerzo realizado por "alinear los intereses locales lo máximo posible", y aunque asegura que "no han sido muchas las asociaciones" que han recibido a la multinacional, sí han recabado de otras plataformas iniciativas a impulsar en el territorio "que están alineadas con la filosofía de trabajo de Akuo" y con las que la empresa se ha comprometido. En ese sentido, sobre el proyecto insiste en que se están haciendo modificaciones que todavía no se han reflejado en los trámites administrativos porque no ha habido oportunidad.
Entre los cambios, por ejemplo, la reducción de un 40% de la superficie afectada por la planta de generación. El resto, se utilizará para la recuperación de suelo agrícola, como marca la DIA, un proyecto en el que, lejos de contemplarse como un mínimo, la promotora quiere hacer "lo máximo" en colaboración con los agricultores y ganaderos de la zona. También contempla la posibilidad de abaratar la factura energética con los municipios interesados. Akuo responde a Castellón Plaza sobre la planta solar Magda.
- ¿Se han reunido con las asociaciones más contrarias a la Magda?
- Desde el principio, hemos hecho un esfuerzo por alinear los intereses locales lo máximo posible. Hicimos una reunión pública en Coves de Vinromà en junio de 2021, nos hemos reunido con todos los ayuntamientos impactados por el proyecto, ya sean por la planta como la línea de conexión. No han sido muchas las asociaciones con las que hemos podido hablar porque una gran parte no han querido recibirnos. Con las que hemos hablado, nos han planteado acciones que están alineadas con la filosofía de trabajo de Akuo y con las líneas de conservación del medio y potenciación de las actividades de la zona. Tenemos voluntad de integrarlas como medidas de acompañamiento del proyecto.
- Hay parte del ecologismo en contra de las grandes plantas solares. ¿Es posible la descarbonización fuera de este modelo?
- Los proyectos de energía solar como Magda y de renovables en general son imprescindibles y la única solución para paliar el déficit energético que existe a día de hoy en Castellón. Es una provincia con una gran industria y a día de hoy es deficitario, pero tiene todas las capacidades para ser excedentario e incluso exportador de energía. Esa industria tiene en riesgo su viabilidad porque sus necesidades energéticas a día de hoy las paga a un precio muy caro. Y por otro lado, la Comunidad Valenciana tiene el objetivo en 2030 de alcanzar 10.000 MW de renovables, de los cuales 6.000 han de venir de energía solar. Y se está todavía muy lejos. Consideramos que las plantas solares en general son necesarias.
- Centrémonos en el proyecto, que ha recibido la declaración de impacto ambiental (DIA). ¿Cuáles son los próximos pasos?
- El próximo paso inmediato es la autorización administrativa previa, para el que existe un hito administrativo a finales de abril. Me parece importante recalcar que, por el gran volumen de proyectos que tramita la administración, se nos ha comunicado que los proyectos se tramitarán con la misma información que la que se ha utilizado para la DIA. Nosotros estamos haciendo un trabajo para revisar y modificar el proyecto, y es un trabajo que no se verá reflejado cuando salga la autorización administrativa previa. Y no es porque no se esté haciendo sino porque en ese trámite no se dispone de ese margen para presentarlas.
La administración verá esos cambios dentro de un mes y medio o dos meses, de cara al hito siguiente: la autorización administrativa de construcción y la declaración de utilidad pública. Originalmente, nosotros no solicitamos ninguno de esos trámites porque sabíamos que el proyecto iba a a tener modificaciones. Y ahora tenemos esos dos meses para incluir las modificaciones que tenemos claras y las que puedan surgir del debate que está habiendo alrededor del proyecto. Todo eso se verá publicado oficialmente a finales de julio, que es el límite de la administración para otorgar la autorización de construcción. Será el primer momento en el que aparecerán esos cambios.
Luego quedaría el último hito de la declaración de utilidad pública. Y es importante explicar que no es una herramienta que se pida para expropiar. La ley autoriza distintos usos del suelo pero con el pronunciamiento de distintos organismos. Y uno de los pronunciamientos se hace en el marco de la declaración de utilidad pública. Tú, para poder llevar a cabo un proyecto de generación de energía, pedir esta declaración forma parte del proceso global. Abre la puerta a iniciar un proceso de expropiación, pero es una posibilidad, no la finalidad de ese permiso.
- Inicialmente el proyecto planteaba una ocupación de 472 hectáreas por la planta, pero con esos cambios que comenta, esa cifra se reduce un 40%. ¿Significa que se va a producir la misma energía ocupando menos suelo?
- Se va a mantener la producción ocupando menos suelo.
- ¿Cómo se consigue eso?
- Hasta ahora, todos los análisis realizados en el marco de la DIA han estudiado una versión maximalista del proyecto. A principios de 2020 obtuvimos el permiso de conexión e inmediatamente después nos encontramos en situación de confinamiento. Cuando acabó, se acababa de publicar el decreto del Gobierno para las renovables, y teníamos un plazo de seis meses para obtener la admisión a trámite del proyecto, de los cuales la administración tenía tres meses para instruir, así que en realidad nosotros teníamos tres meses para trabajar en el proyecto en completo. Nuestra política siempre es construir el proyecto con el territorio donde se va a implantar, y en ese contexto no podíamos hacerlo porque no podíamos ir al territorio a hacer ese trabajo.
Por eso, construimos un proyecto maximalista sobre los acuerdos que ya teníamos firmados con los propietarios, sabiendo que teníamos que hacer todavía el trabajo para adaptarlo al territorio y sabiendo que, desde el punto de vista medioambiental, uno puede reducir todo lo que quiera el proyecto pero no ampliarlo. Por eso, con la generación de energía inicialmente prevista, estamos adaptando el proyecto tras un trabajo en el territorio y únicamente con aquellos propietarios que quisieran formar parte del proyecto.
- ¿Van a requerir, por tanto, acuerdos con menos propietarios?
- Hemos llegado a acuerdos con la cantidad de propietarios necesaria para hacer el proyecto con el tamaño inicialmente previsto.
- Con la reducción de ocupación que habéis planteado del 40%, ¿a qué se va a dedicar el resto de terrenos?
- Para la producción renovable sólo se van a utilizar los terrenos firmados. El resto de terrenos, se podrían utilizar para actividad agrícola como dice la DIA. Pero podemos utilizar esos o cualquier otro, y nosotros no tenemos intención de emplear terrenos de propietarios que no quieran implantar actividades vinculadas a este proyecto.
- Quiere decir que no van a expropiar tierras.
- Efectivamente.
- Uno de los puntos controvertidos del proyecto es la línea de evacuación de 52 kilómetros. Ustedes sostienen que la construcción de nuevas subestaciones ahorrarían parte de las nuevas líneas. ¿Tienen calculado de cuánto sería este ahorro?
- Nosotros tenemos la voluntad de impulsar esta alternativa de conexión [mediante nuevas subestaciones]. Al no estar definido el emplazamiento exacto de esta alternativa, no se puede dar una cifra exacta de reducción. Estamos planteando algo que reduciría unos 5 kilómetros la línea de conexión. Pero es lo que estamos planteando.
- ¿El proyecto podría modificarse si la administración decide poner en marcha nuevas subestaciones?
- Ese cambio, a día de hoy, está en manos de la administración. Nosotros hemos registrado una solicitud formal precisando además que podríamos aportar la financiación de esa subestación porque en términos de inversión nos supone lo mismo.
- Si la administración decide impulsar esa subestación, entiendo que retrasaría su proyecto.
- Por nuestra parte, flexibilidad absoluta. Nosotros no tenemos una necesidad de estar generando energía tal día, pero sí que tenemos que responder a obligaciones jurídicas que vienen de la administración. Está en su mano tomar las decisiones.
- Ha habido quejas por el retraso de las administraciones en la tramitación de los proyectos. ¿Les ha afectado?
- Nosotros hemos tenido durante todo momento, en la tramitación del proyecto, una buena relación con la administración y con todos los organismos que han tenido que intervenir. Ha sido muy constructivo y en ningún momento hemos tenido estrés o hemos dicho 'no vamos a llegar'. Hemos tenido una respuesta muy profesional enfrente.
- Las plantas solares como esta requieren de suelo compatible urbanísticamente. ¿Algún ayuntamiento ha modificado sus planeamientos para colaborar con el proyecto?
- No ha sido necesario.
- La DIA del Ministerio obliga, entre sus medidas compensatorias, a poner en producción suelo agrario. Concretamente habla de 1,5 hectáreas por cada hectárea que ocupe la planta.
- Sí, y hay muchas maneras de poner en marcha una medida compensatoria agrícola. Como empresa, siempre hemos tenido muy claro que el desarrollo sostenible ha de ir de la mano de las actividades que ya se encuentran en el territorio. Los proyectos renovables con impacto en suelo agrícola, han de gestionar ese impacto y hacer un desarrollo de la mano de los propietarios y de la mano de los agricultores, y crear un doble valor: generar energía y asegurar la generación agrícola e incluso mejorarla si puedes. En la DIA tenemos esa obligación y nos lo tomamos muy en serio: queremos trabajar a todos los niveles implicados para definir un proyecto que agregue valor al territorio durante los 40 años de vida útil como mínimo. Eso, en perspectiva agrícola, es un plazo muy largo. Es una medida que podríamos tomarla como un estricto mínimo, pero queremos hacer lo máximo posible.
- ¿Va a ser la propia empresa la que explote esas tierras agrícolas, van a subarrendar los terrenos o cuál es la fórmula que van a emplear?
- Tenemos el compromiso de que haya una cierta cantidad de superficie con cultivo ecológico durante 40 años. Y nuestra voluntad es que beneficie a los agricultores. Si pueden ser de Coves de Vinromà y Benlloc, mejor. Y si necesitamos agricultores de otros municipios, lo haremos también. La manera en la que implementas eso, lo has de estudiar caso por caso. Hemos movilizado a nuestra empresa colaboradora especializada en el desarrollo agrícola, Agriterra. Lo que hace es, primero, identificar a los agricultores que están interesados en el proyecto agrícola, y construye con ellos el modelo de negocio. En ningún momento nosotros vamos a llevar a cabo la actividad agrícola y no vamos a sacar beneficio de la actividad agrícola. Nuestro papel va a ser de asegurarnos de que esa actividad agrícola esté presente y se perpetúe en el tiempo, y aportar a los agricultores las facilidades necesarias. ¿Te falta acceso al suelo? Se puede arrendar el suelo. ¿Te falta acceso a maquinaria? Se puede conseguir maquinaria. ¿Te falta formación complementaria? Se puede implementar esa formación. Ese es nuestro papel.
- ¿Pretenden poner en marcha otras medidas más allá de las incluidas en la DIA?
- Por ahora, vamos a llevar a cabo lo que marca el BOE y también lo que marca como recomendaciones. Por ejemplo, nos recomienda no emplear máquinas para el control de vegetación. Nuestra empresa suele hacer el control de vegetación mediante ganadería. Vamos a ponernos en contacto con los ganaderos de Coves y de Benlloc para ver a quién le interesa llevar a cabo ese control, es decir, que su ganado esté en nuestro proyecto. Y luego vamos a apoyar los proyectos que nos han planteado las asociaciones. Aunque todavía no hemos definido cómo, sí tenemos identificados los proyectos. Y a nivel de ayuntamientos todavía no se ha definido nada, y estamos totalmente abiertos al diálogo.
Hay que destacar que la iniciativa va a ahorrar 960.000 toneladas de CO2, que es lo mismo que cinco veces las emisiones anuales de la ciudad de Castellón, por tener una idea del impacto en la descarbonización. Y en cuanto a empleo, durante su fase de construcción va a crear unos 300 empleos directos y unos 250 indirectos. Y nuestra manera de trabajar prioritaria es con los ayuntamientos, detectando las personas que estén interesadas en participar en la construcción. Normalmente, se les da formación complementaria, que además es útil para el futuro dada la cantidad de proyectos de energías renovables que se van a construir en los próximos años. Y durante la operación de la planta, se necesitarán entre 3 y 5 personas.
Pero además, tendrá impacto en el empleo agrícola porque la agricultura ecológica necesita más personal que la tradicional y de manera menos temporal y estacionalizada. No sólo no se va a destruir empleo agrícola sino que se va a crear para mantener esas 375 hectáreas de agricultura ecológica durante 40 años.
- Hay promotores que plantean reducir la factura eléctrica a los municipios donde se implantan. ¿Está previsto en este caso?
- Forma parte de las iniciativas que se podrían implementar con ayuntamientos que manifiesten que es interesante. Podemos decidir suministrar determinado volumen de energía a determinados municipios a un precio concreto. Es algo que forma parte del impacto positivo de este tipo de proyectos. Akuo es un generador de energía renovable independiente: vendemos la energía de nuestros proyectos durante toda su vida útil. Eso significa que cuando empezamos a trabajar en un territorio, vamos a estar en un territorio durante 40 años como mínimo. Eso explica por qué queremos construir el proyecto con el territorio, porque vamos a ser vecinos durante ese tiempo, y por qué vamos a garantizar de que todo esto va a ser así. Nuestro compromiso es total y a largo plazo.