VALÈNCIA (VP). Ni pudo entrar en València. El autobús de Hazte Oír, donde se equipara a las feministas con los nazis, fue detenido este martes tarde a la entrada de la ciudad, en la zona de Palacio de Congresos, y requerida la documentación. Tras ello, se le condujo a la central de Policía Local para retirar los vinilos. Incumplían la normativa de circulación: el autobús, directamente, no podía circular así. Vinieron a buscar enfrentamiento y se encontraron una multa de 200 euros y sin autobús.
La detención ya estaba avanzada por el Ayuntamiento de València desde primera hora de la mañana. Era sota, caballo y rey. Según explicaron fuentes municipales, de acuerdo con la normativa vigente, la instalación de laminados publicitarios en el autobús incumple las especificaciones de instalación previstas en la Orden ITC/1992/2010, de 14 de julio.
Se trata de una infracción al artículo 12.9.5 A del Reglamento general de Vehículos: “Circular con el vehículo reseñado, sometido a normas especiales, incumpliendo las exigencias reglamentariamente establecidas en lo concerniente a sus condiciones técnicas” .
Las condiciones técnicas que incumple es la instalación de láminas adheridas a las superficies acristaladas que constan con salida de emergencia. Esto es un defecto grave según el Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones ITV. En definitiva, algo parecido a los delitos fiscales de Al Capone.
Al ser una deficiencia grave, prosiguieron fuentes municipales, la Inspección Técnica sería desfavorable y, por tanto, sólo puede circular para ir al taller a subsanar esa deficiencia. Esta circunstancia supone que presenta deficiencias que constituyen un riesgo especial para la seguridad vial y motivo de inmovilización según el artículo 104.b de la LSV.
Desde el consistorio insistieron que un autobús de esta característica sólo puede circular así cuando esté dado de alto como publicitario, y no es el caso de este vehículo, según el Ayuntamiento de València, ya que según la matrícula, está dado de alta en DGT con clasificación 1200 (autobús escolar no exclusivo) y servicio público para 56 plazas.
La solución adoptada por el Ayuntamiento de València constituye toda una jugada, ya que deslegitima cualquier intento por parte de Hazte Oír de ser victimistas y denunciar supuestas agresiones a su libertad de expresión.
Antes siquiera de expresar los ya consabidos lamentos porque sus mensajes son censurados, obviando que son mensajes de odio, el consistorio les había detenido por ser ilegales. El autobús no podía circular así, y punto; en el contenido del mensaje ni se entra.
Ya por la mañana el alcalde de València, Joan Ribó, explicó que los servicios jurídicos del Ayuntamiento, alertados hace días por este caso, “se han puesto ya en marcha con el objetivo de impedir que en la ciudad de València se difundan mensajes de odio“”, en la línea de lo expresado por la Fiscalía este lunes en Barcelona, “con la pertinente denuncia al respecto”.
“Es evidente” dijo el alcalde, “que un Estado de derecho es el estamento judicial quien debe observar la legalidad de acciones deleznables como la de este autobús ultra, pero al mismo tiempo quiero lanzar un mensaje muy claro: el Ayuntamiento debe velar porque se cumplan todas las ordenanzas municipales, y si este vehículo no las cumple, no circulará por la ciudad de València”.
Joan Ribó destacó, asimismo, su responsabilidad como alcalde para que no se ataque la dignidad de las mujeres en València. “Los mensajes de odio de este vehículo constituyen una especial provocación en la semana en que todos y todas, la gran mayoría de valencianos y valencianas, reivindicamos la igualdad real entre hombres y mujeres, tanto en la vida cotidiana, como en el ámbito laboral y para impedir la violencia que provoca cada año decenas de feminicidios en España”.
La detención del vehículo provocó la presencia de grupos feministas y antifascistas que protestaron por el mensaje del autobús. Los efectivos de la Policía Local evitaron que se enfrentaran.
El autobús, retenido, fue conducido a la central y el empresario titular del vehículo, multado con 200 euros. Como castigo, retirar los vinilos si querían circular. Pero no habrá acabado su pena.
Este miércoles está previsto que la Policía Local tramite las diligencias penales por delitos de odio. También la Delegación del Gobierno.
En torno a las 10 de la noche, ya sin los vinilos, desplumado cual gallo de pelea derrotado, el autobús de Hazte Oír regresó a Madrid sin llamar la atención y sin los polémicos mensajes que tuvo que quitar el conductor solo.