El Comité de Empresa de la EMT de València rechaza un nuevo ERTE

VALÈNCIA. El Comité de Empresa de la EMT de València ha rechazado el acuerdo con la dirección de la firma para la presentación de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) después de que la Dirección General de Trabajo de la Conselleria de Economía tumbara el primero al considerar que la empresa, al ser una mercantil pública, no entraba en los requisitos para poder utilizar esta vía por causas de fuerza mayor.

La intención manifiesta de los directivos, tanto del presidente, el edil Giuseppe Grezzi, como el gerente, Josep Enric García, era presentar ante la autoridad laboral un nuevo ERTE, sustentándolo ahora en causas productivas -se han reducido un 90% los viajeros y se ha recortado casi a la mitad el servicio de autobuses-. Sin embargo, el Comité de Empresa, reunido este viernes por la tarde y este sábado por la mañana, ha mostrado división interna y una postura mayoritaria contra un nuevo ERTE.

Así, los sindicatos UGT, CCOO y Tuc-Intersindical se han posicionado en contra del nuevo ERTE, mientras que Apttuv y CGT han mantenido su apoyo, de manera que el resultado ha sido de 14 representantes en contra (seis de UGT, cinco de CCOO y tres de Tuc) frente a nueve a favor (siete de Apptuv y dos de CGT). Posturas manifestadas durante la mañana de este sábado y que complican las negociaciones con la empresa. Por la tarde, se convocó una reunión entre el Comité y la dirección de la EMT para reconducir o no esta situación, si bien todo apunta a que un ERTE en estas condiciones es complicado de ejecutar. Los contactos continúan este domingo.

Son diversos los motivos aducidos por los sindicatos que han rechazado la propuesta. Aseguran miembros de este sector que, por un lado, existen muchas dudas jurídicas sobre la posibilidad de que un ERTE por razones productivas u organizativas pueda tener luz verde por la autoridad laboral. Ante esta posibilidad, arguyen, es mejor buscar otras alternativas. Asimismo, explican que desde la dirección de la empresa no se les ha asegurado que, tras este ERTE, no vaya a haber una merma de las condiciones laborales para hacer frente a las pérdidas de la empresa.

Por otro lado, también se apunta al preacuerdo del nuevo convenio suscrito con la dirección el 13 de marzo, justo antes de que se declarara el estado de alarma. El Comité de Empresa había condicionado que la aprobación del primer ERTE al compromiso por parte de la cúpula a que ese preacuerdo se ratificaría más adelante, tanto por la empresa como más tarde por el Consejo de Administración y el Pleno del Ayuntamiento de València. De hecho, el acuerdo para el primer ERTE sí recogía la actualización salarial del 2% recogida en el preacuerdo. No obstante, insisten, este pacto parece haberse diluido y estar en el aire, lo que ha motivado también el voto en contra.

Con todo, la empresa deberá explorar otras vías, además del ERTE, para enfrentarse al agujero económico que supondrá el parón de la actividad y que se cifra hasta en unos 5,5 millones de euros sin los ahorros que suponen esta herramienta. La firma municipal debe presentar al Ayuntamiento de València un plan de ajuste donde especifique cómo va ha tapar este agujero, igual que el resto de entes municipales. Como explicaba este diario, el consistorio podrá inyectar dinero para taponar parte de la sangría, pero del resto deberá hacerse cargo la empresa, bien recortando partidas y aplazando gastos a ejercicios posteriores, o bien podría acudir a la financiación bancaria.

Tras conocerse la noticia, el edil de Vox y consejero de la EMT, Vicente Montáñez, se manifestó al respecto asegurando que "sorprende que esos mismos sindicatos no se opusieran al ERTE de causa de fuerza mayor cuando se trataba de servicio público y no tenía cabida ese ERTE.” Además añadió: “No deja de sorprenderme cómo esos sindicatos han entrado al trapo de maniobras de libro en la negociación de convenios colectivos”. Según Montáñez, no tiene cabida el ERTE por una disminución de la producción dados los plazos manejados por el gobierno, ya que "la disminución de la facturación va a ser una tónica general durante todo el año 2020".

"Somos conscientes -aseguró Montáñez- de los compromisos adquiridos con los trabajadores de la empresa y que el actual equipo gestor es absolutamente incapaz de cumplir”. Por ello, el edil insistió en el "absoluto desastre de gestión", lo cual "les inhabilita totalmente [al presidente Grezzi y al gerente García] para buscar soluciones en un mercado recesivo para esta empresa".