La consellera de Medio Ambiente y Agricultura, Elena Cebrián. Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. Durante la negociación de los Presupuestos de la Generalitat del año pasado, las partidas previstas para la Conselleria de Medio Ambiente que dirige Elena Cebrián se convirtieron en una prioridad para Podemos. Para la formación morada no solo era importante el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases, conocido como el SDDR. También batallaron para ver aprobadas algunas de sus enmiendas a la Ley de Acompañamiento en esta materia. A pesar de sacar adelante algunas de ellas, a día de hoy siguen sin llevarse a cabo; como por ejemplo la subrogación de los bomberos forestales a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE).
Otra de las medidas que el partido que lidera Antonio Estañ consiguió ver validada en la comisión de Presupuestos del año pasado fue la creación de la Agencia Valenciana de Cambio Climático -prevista en la Ley Forestal aprobada en 2018-. Y todo gracias a un error del PP, que fue el único grupo parlamentario que votó a favor de la enmienda -semanas después aseguraron que por un fallo- mientras los socios de Podemos, PSPV y Compromís, se abstuvieron.
La enmienda de la formación morada contemplaba que la agencia tendría un Presupuesto de 451.000 euros procedentes de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y estaría adscrita a Presidencia de la Generalitat, ya que en Podemos consideraban que era una cuestión "transversal" que afectaba a todas las áreas de Gobierno y por ello debía gestionarlo Puig. No obstante, a lo largo de este año la Conselleria de Agricultura solicitó que estuviera bajo su mando, con lo que pasó a ser responsable de llevar a cabo el mandato de Les Corts.
Sin embargo, un año después, el organismo todavía no se ha creado aunque en el anteproyecto de ley de las cuentas de 2019 aprobado este miércoles en el pleno del Consell se contempla una asignación de fondos idéntica a la del año pasado: 451.000 euros.
Esta situación de parálisis es una cuestión que molesta especialmente en Podemos. De hecho, la diputada y portavoz adjunta de la formación, Beatriz Gascó, preguntó en el último pleno de Les Corts a la consellera Cebrián por qué todavía seguía sin crearse esta agencia si el año pasado la dotaron de presupuesto y aprobaron su nacimiento.
"El cambio climático es una realidad. Tenemos una situación grave por sequía, lluvias que no se esperan, nieve, y un modelo productivo dependiente de actividades que no son tan sostenibles como el turismo en el litoral" señaló Gascó durante su intervención. "Teniendo en cuenta que la Agencia del Cambio Climático fue creada este año con la Ley Forestal y está dotada de presupuesto, ¿por qué no se ha creado todavía y por qué no consta en el reglamento de funcionamiento de la Conselleria de Medio Ambiente?", increpó.
Sin embargo, se topó con una respuesta que no sólo no la satisfizo, sino que además no era esperada. "Salgamos de las convenciones, de las agencias, entes y vayamos a pisar la calle porque es donde se están haciendo cosas", dijo Cebrián tras señalar que es desde los municipios desde donde se están "realizando cosas". "Además, tenemos una Dirección General de Cambio Climático", añadió.
Una frase que obvió lo que durante la negociación de las enmiendas a la ley de Acompañamiento del año pasado temían los grupos del Botànic. Socialistas y valencianistas se mostraron reacios desde el principio a dar vida a otra agencia más por el uso que de ello pudiera hacer el PPCV en su labor de oposición, ya que conviene recordar que tanto los populares como Ciudadanos han criticado a lo largo de la legislatura que el Consell haya creado organismos, institutos, agencias o "chiringuitos para colocar amigos".
Entre las funciones de la Agencia Valenciana contra el Cambio Climático se encontraba la elaboración de la estrategia valenciana contra el cambio climático; la realización de informes "con datos fiables" para toma de decisiones y tener un registro de los datos sobre el cambio climático en la Comunitat Valenciana; y la redacción de un plan permanente de "alfabetización climática" de la sociedad.
