VALÈNCIA. Més Compromís -hasta el sábado conocido como Bloc- celebró este fin de semana su VIII Congrés Nacional. Una cita en la que el partido aprobó nuevos estatutos, su ponencia política, cambió de nombre y revalidó el liderazgo de Àgueda Micó (l'Olleria, 1978) como secretaria general al frente de la formación con un 61% de los apoyos.
Las dos últimas votaciones fueron las que evidenciaron una mayor división interna entre la militancia -el cambio de nomenclatura sumó un 43% de los votos- que, ahora, Micó tratará de mitigar. Valencia Plaza se reúne con ella para conocer cuáles serán sus primeros pasos en la secretaria general después de este cambio de ciclo, las relaciones que le esperan al partido con Más País, o el futuro de la coalición Compromís de la que Més forma parte como pata mayoritaria.
-En su discurso al cierre del Congreso, al que acudió Iñigo Errejón, sostuvo que Més Compromís debía sumar más y combatir la extrema derecha como hizo Más Madrid en las pasadas autonómicas. ¿Qué futuro ve con Más País?
-El futuro de colaboración que tenemos ahora. Creo que es importante que las fuerzas de los diferentes territorios del Estado podamos colaborar. Lo veo con el BNG, con Més per Mallorca, la Cha, Nueva Canaria o los partidos andalucistas, partidos con los que hemos colaborado ya y con los que sobre todo para las elecciones nacionales y europeas necesitamos reforzar lazos de unión. Necesitamos unir la izquierda nacionalista periférica para marcar una agenda política propia y que los gobiernos centrales tengan más en cuenta las diferentes sensibilidades territoriales. Lo que ha conseguido Más Madrid ha sido convertirse en la primera fuerza política de la oposición. Ha sabido responder mejor a los intereses de la gente; el BNG no hace mucho hizo lo mismo en Galicia, donde le hizo sorpasso al PSOE y demostró que su forma de entender la política más enraizada a la idiosincrasia de Galicia también tenía una buena acogida. EH Bildu también es la fuerza de oposición de izquierda en Euskadi y ERC ha sido por primera vez el partido más votado y ha podido gobernar teniendo la Presidencia de la Generalitat. Por tanto, yo creo que debemos unir fuerzas para que el Gobierno formado por el PSOE y Unidas Podemos haga políticas transformadoras, de izquierdas y que tengan en cuenta las necesidades de cada territorio.
-¿Le ve más futuro que a Podemos?
-Obviamente. Más presente y más futuro. Creo que lo que funciona son los proyectos enraizados a cada territorio.
-Una de las críticas que hacía la candidatura anterior se centraba en que la suya diluía el concepto de nacionalismo. ¿En qué lugar va a quedar ese discurso identitario que tenía el Bloc y que ahora ha cambiado por "soberanismo" en sus estatutos?
-Queda en el mismo sitio en el que estaba, lo que pasa que lo vertebramos con más ejes. Yo siempre digo que soy una persona que me considero nacionalista, soberanista, valencianista, pero eso no me quita mi capacidad de ser ecologista, feminista o antifascista, por ejemplo. Creo que la complejidad del espacio político nos ha de hacer tener respuestas que ocupen también la diversidad de la complejidad política. El eje nacional es central, pero lo es porque nosotros existimos; nuestra razón de ser es ser ciudadanos de este País y construir ese sujeto político de derechos, que es ser valenciano en el mundo. Lo que estamos haciendo es desarrollar en el ideario del partido lo que estamos haciendo ya en las instituciones desde 2015. Quizá lo que ha criticado la otra candidatura en campaña es lo que ya están haciendo nuestros concejales mientras gobiernan: nuestros ediles dan soluciones a la gente de su pueblo, no solo a la concejalía de cultura o educación, por poner un ejemplo. Ha habido mucho debate antes del congreso sobre esta cuestión, pero al final la ponencia política ha salido adelante con solo dos votos en contra.
-Su informe de gestión obtuvo un 77% de apoyos, pero sin embargo su candidatura, aunque resultó vencedora, no alcanzó un porcentaje tan solido de respaldo. ¿Qué lectura hace de ese resultado? ¿Esperaba más apoyo?
-No. Yo conozco muy bien mi partido. No esperaba más apoyo porque también es una cuestión muy nuestra. Nosotros tenemos diferentes sensibilidades en el partido desde siempre. No conozco ningún congreso en el que no hayan llegado dos candidaturas o se haya votado para hacer integración; nunca ha habido una única candidatura. Más allá de la cuestión de la refundación, que es una cuestión clave en este congreso, al final esto también se trata de personas. Y en Bloc, ahora Més Compromís, somos un partido donde hay mucha pluralidad interna. Estoy contenta porque he incrementado el apoyo que yo tuve en 2016 en la secretaria general compartida con Rafa Carbonell. He consolidado un espacio de trabajo, de connivencia con muchísima gente y me siento totalmente legitimada.
-Por lo que decía, ¿cuál va a ser su estrategia para coser el partido? Porque hubo dos votaciones en el congreso que mostraron una evidente división...
-En este momento, como las ponencias tienen un apoyo mayoritario lo que tenemos que hacer es aplicarlas y llevar a cabo lo que hemos acordado mayoritariamente. Esa es una buena hoja de ruta para reencontrarnos todos: hacer las campañas de movilización y activismo que queremos, las convenciones sectoriales que nos ayudarán a participar acompañados de gente de la sociedad civil, hablar de cuál es el partido que queremos, de las cuestiones que generan más controversia, etcétera. Ahora es mi responsabilidad poner en marcha todo lo que hemos aprobado para cohesionar el partido.
-Una de las enmiendas de BiP pedía que al menos un miembro de cada sensibilidad o corriente fuera miembro nato de la ejecutiva nacional. Esta enmienda se rechazó, pero en el discurso para defenderla pidieron poder tener voz aunque fuese sin voto en la ejecutiva. ¿Se lo plantean?
-Ellos esa propuesta no la pusieron sobre la mesa. La que hicieron era efectivamente que un miembro de cada corriente fuera miembro nato de la ejecutiva con voz, con voto y con todo.
-Sí, lo otro lo plantearon a la hora de hacer el discurso de defensa...
-La enmienda no fue aceptada porque la ejecutiva es el órgano de dirección del partido. Las corrientes tienen otros espacios donde pueden elegir representantes. De hecho, tienen miembros natos en el Consell Nacional, en el Consell de Coordinació Política y en el Consell de Coordinació Territorial, que son espacios de debate, de análisis y de acción política, pero evidentemente la dirección del partido tiene que ser aquella elegida por los delegados o los militantes cuando el congreso es asambleario. De alguna manera ellos están presentes en los órganos legislativos, pero el ejecutivo se debe dedicar a ejecutar y tiene que tener la legitimidad de su congreso. Tiene todo el sentido del mundo que no estén en la ejecutiva.
-Iniciativa prevé celebrar su congreso antes de final de año, o como mucho alargarán hasta febrero. En el VIII Congrés Nacional Mónica Oltra mencionó que se podrían dar pasos adelante después de que Juan Ponce deslizara la opción de constituir una federación de partidos. ¿Qué pasos se deben dar para ello?
-Sería una forma de estabilizar un poco lo que es esta coalición, que como decimos es permanente y estable. Porque somos una coalición electoral, pero realmente en la práctica tampoco funcionamos como tal de forma estricta. Sí que es verdad que nosotros siempre hemos querido ir más allá y que no es posible porque es una cuestión de voluntad de todos los que la integramos. Pero una federación podría ser un punto de encuentro donde pudiéramos de alguna manera estabilizar algunos órganos de la coalición: una ejecutiva nacional de todas y todos, incluso algún órgano como el que teníamos, el Consell General de Compromís. Habrá que darle estabilidad y entidad jurídica a Compromís, que en estos momentos no la tenemos.
-¿Y qué plazos manejan para iniciar toda esta maquinaria antes de una convocatoria electoral?
-Entiendo que primero Iniciativa querrá hacer su congreso, igual que yo quería que hiciéramos primero el nuestro.
-¿Cree que se quedan a medio camino con esto? Lo digo porque en el Bloc al principio apostaban por constituir un partido único.
-Sí. Evidentemente no conseguiremos todo lo que queremos, pero las coaliciones y convivir con gente que piensa diferente que tu también implica que nunca consigas el 100% de lo que quieres. Estamos acostumbrados a no tener todo lo que queremos.