VALÈNCIA. "Estamos en tiempo de descuento para que Ford tome su decisión", aseguraba la ministra de Industria, Reyes Maroto, la semana pasada durante una visita a València. Y así es. La cuenta atrás ya ha comenzado y la multinacional estaría barajando la próxima semana para anunciar en qué fábrica producirá sus nuevos modelos eléctricos. Una asignación que se disputan desde hace meses las factorías de Almussafes y Saarlouis (Alemania) y que ha provocado una dura batalla interna entre ambas para convencer a la firma de su competitividad a base de planes de ajustes y concesiones por parte de las Administraciones de ambos países.
Pero, tras largas y prolongadas negociaciones, llega la hora de la verdad y finales de junio es la fecha que anunció la firma para comunicar su decisión. Y siguiendo con ese guión, los días 22 y 23 de junio, es decir, el miércoles y el jueves de la próxima semana, son los que estaría barajando Ford para dar a conocer la ubicación elegida para producir los dos modelos eléctricos que tiene pendientes de adjudicar.
"Hasta donde yo sé, Ford posiblemente anunciará la decisión el 22 o 23 de junio", aseguraba este lunes el ministro de Economía de la región del Sarre, Jürgen Barke, según publicaba el diario alemán Saarbrücker Zeitung. Unas fechas que efectivamente estarían encima de la mesa de la multinacional, que ya está en la fase final de su elección, según ha podido confirmar este diario.
Y es que, como ya aseguró el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, en una carta remitida a la plantilla, el final del sexto mes del año es la fecha señalada por la firma para dar a conocer su elección. Una decisión que se dirime desde hace meses en la sede central del fabricante automovilístico en Detroit (EEUU), lo que ha llevado a representantes del gobierno de cada región a desplazarse hasta las oficinas norteamericanas para intentar presionar y forzar su electrificación.
En este sentido, en abril el Gobierno de España junto a la Generalitat Valenciana se reunía con el vicepresidente de la compañía, Matthew Godlewski, ante quien se reivindicaba la posición de Almussafes. El encuentro de trabajo se produjo en EEUU y participó la ministra de Industria, Reyes Maroto, y la actual consellera de Territorio, Rebeca Torró, quienes exhibieron a los directivos "la buena posición" de la planta y el apoyo que cuenta por parte de ambas Administraciones.
Un mes más tarde, una delegación alemana, encabezada por la ministra de la región del Sarre, Anke Rehlinger, se desplazaba a la sede de la compañía en Detroit para conseguir la electrificación de sus instalaciones. Tras el encuentro, Rehlinger salió con la sensación de que Ford "aún no había tomado una decisión entre Valencia y Saarlouis".
Faltan días para que la balanza se incline hacia una instalación u otra. Y, para lograr más puntos y como última baza, representantes de la región del Sarre, encabezados por su ministro de Economía volverán a reunirse próximamente con representantes de Ford Europa, según medios alemanes. Se trata del último empujón para intentar convencer a los directivos de la multinacional de la ideoneidad de sus instalaciones.
No obstante, hay confianza en las posibilidades de Almussafes. Así lo han venido señalando desde el Gobierno de España y desde la industria valenciana. "Sabemos que estamos compitiendo con Alemania y lo que hemos hecho ha sido hablar con los decisores tanto en Estados Unidos como con Ford Europa. Creo que tenemos un buen proyecto, una oferta ganadora y que Almussafes es un ejemplo de adaptación y de que si seguimos trabajando juntos como lo estamos haciendo vamos a conseguir que este proyecto sea el mejor. La oferta está muy bien definida para garantizar el futuro de una planta que es tractora", subrayó hace unos días la ministra Maroto.
También desde la industria auxiliar valenciana se confía en el gran potencial y las capacidades humanas y tecnológicas de la fábrica valenciana. "Estamos tranquilos porque hemos hecho los deberes. Tanto la administración ha hecho un esfuerzo para intentar retener las inversiones en el territorio como desde AVIA se ha trabajado para que toda la cadena de valor esté preparada ante los nuevos modelos. También por parte de la factoría ha habido una lucha increíble. Por tanto, desde todos los prismas se ha hecho todo lo posible para que la decisión recaiga en Almussafes", puntualizó hace unas semanas Elena Lluch, gerente del Clúster de la Automoción Valenciana (AVIA), en un desayuno informativo.
Y es que lo que está en juego es la supervivencia de ambas fábricas. Pese a que la multinacional ha asegurado que la decisión no supondrá clausurar la otra instalación, los sindicatos creen que será un "cierre encubierto" como pasó en 2014 con la planta belga de Genk. Una instalación que ha pasado de producir coches y contar con una plantilla de 4.000 trabajadores a ser un centro de pruebas con un centenar de empleados. Por ello, se está dando la batalla hasta el final. Aunque cada región apuesta por su casa, solo Ford tendrá la última palabra. Y quedan días para conocer una decisión de la que depende toda una industria en la Comunitat Valenciana.