VALÈNCIA. Ford España logró un beneficio de 110, 1 millones de euros en 2019, lo que supuso un 27,3% menos que en año anterior, cuando ganó 151, 5 millones de euros. Y es que 2019 fue un ejercicio marcado por los ajustes temporales en la plantilla y en el que la compañía contrajo su volumen de negocio hasta los 8.290 millones de euros, un 2% menos que que los ingresos obtenidos en 2018, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
La multinacional, cuyas instalaciones se ubican en la localidad valenciana de Almussafes, invirtió en el que fue el ejercicio anterior a la crisis sanitaria, un total de 614 millones de euros en inmovilizado que fueron financiados, en parte, con fondos procedentes de sus operaciones de producción y distribución de vehículos, recambios y componentes.Además, en 2019 Ford España abonó un impuesto sobre beneficios de 14,7 millones de euros y la firma recibió subvenciones públicas por 23,2 millones de euros.
Según consta en su memoria de gestión, el volumen total de unidades de la marca Ford matriculadas en España ese año fue de 83.756, lo que supone una disminución del 8,7% con respecto a 2018. En concreto, fueron 64.127 turismos y todoterrenos, un 8,7% menos; así como se comercializó 19.629 vehículos comerciales, unidades, un 8,68% menos que en el año 2018.
Como contó este diario, en aquel ejercicio, como ya sucediera en los últimos años, la producción de la factoría valenciana registró un descenso del 9% hasta los 345.612 vehículos fabricados. Por modelos, en Almussafes se sacaron al mercado: 108.374 unidades de la furgoneta Transit Connect; 161.905 del Kuga; 40.147 unidades del Mondeo; 22.702 del S-MAX y 12.484 del modelo Galaxy. El 93% del total de coches, unos 320.160, se exportaron a otros mercados.
Respecto a la producción de motores y componentes, se alcanzaron los 324.240 motores, un 40% más que en 2018. De ellos, el 97,3% se exportaron fuera de España. Mientras que se fabricaron 260.629 componentes mecanizados, un 79% menos. Todo ellos se exportaron fuera de España.
"La planta de Almussafes se consolida como una de las instalaciones de producción más importantes y eficientes del sector en Europa y como especialista en vehículos de alto valor y complejidad, fabricando más modelos que cualquier otra planta de fabricación de Ford en Europa", destaca la compañía en su memoria de gestión.
No obstante, para Ford España fue un ejercicio convulso. Los vaivenes del mercado y las incertidumbres en el mercado provocaron una caída de la demanda que se tradujo en una bajada de producción de entre 100 y 150 coches al día. Una decisión que supuso dejar de producir el sistema A (Mondeo, Galaxy, S-Max y Kuga) de montaje y trabajar únicamente el sistema B (Transit Connect y Kuga). Pero, además, en junio se firmó el cuarto Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) del año en vehículos y el quinto en motores, una medida que afectaba a un total de 5.709 trabajadores durante varios días.
En aquel momento, la empresa automovilística contaba con una plantilla que rondaba las 7.258 trabajadores en la planta valenciana, un 3,2% menos que el año anterior. De este total, 6.437 eran hombres y 821 mujeres. Unas cifras que se han rebajado en los últimos dos años tras un ERE en 2020 que ha afectado a 350 trabajadores y otro que a día de hoy se negocia y que prevé un ajuste en la plantilla de 630 empleados.