VALÈNCIA. "No estamos planteando ningún ajuste de plantilla antes de la fusión con Bankia". Así lo reconoció este viernes Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank (CABK), ante los periodistas en la presentación de los resultados de la entidad correspondientes a los nueve primeros meses del año. Los mismos que arrojaron un recorte del beneficio del 42,6%, hasta los 726 millones de euros, por las provisiones acometidas para reforzarse de cara a la crisis pandémica. El 'número dos' de CABK ya había respondido antes a los periodistas que "no tenemos novedades en los planes de ajustes; y cuando la fusión se lleve a buen puerto los primeros que sabrán serán los representantes de los trabajadores. Entonces empezaremos un diálogo constructivo y estoy seguro que lo haremos de manera correcta, pero nos quedan muchos meses para que la fusión se complete".
Conviene recordar que 24 horas antes, su homólogo de Bankia, José Sevilla, manifestó también en la rueda de prensa posterior a los resultados que "cuando se formalice la operación buscaremos amparo con los sindicatos, pero hasta ese momento no ocurrirá nada. A ver qué se pacta con ellos y veremos el proceso de salidas donde buena parte estarán condicionadas a la integración informática, pero no necesariamente todas. Primero tenemos que hablar con los sindicatos".
Gortázar, que liderará el nuevo CaixaBank, comenzó como suele ser habitual en sus presentaciones dando las tres ideas claves de los resultados. En esta ocasión fueron "recuperación actividad, fortaleza financiera y cumplir con nuestros clientes y con la sociedad". Para a continuación referirse por primera vez a la fusión: "Estamos en la línea correcta de la fusión con Bankia. Seguimos ilusionados con este proyecto y trabajando para hacerlo realidad tan pronto como sea posible".
Sobre el por qué no una OPA sobre BKIA en lugar de fusión, el ejecutivo defendió que "nosotros no queremos tener un CaixaBank que tenga el control de Bankia, queremos tener una única entidad. Queremos un nuevo CaixaBank donde el 100% de la operativa esté junto. Lo que queremos hacer es fusionar los dos bancos y eso es lo que estamos haciendo".
Preguntado por la posibilidad de que sigan las concentraciones en el sector en España, el CEO lo ve factible pero siempre teniendo en cuenta la de contar con "una rentabilidad adecuada", algo que es positivo tanto para las propias entidades como para la sociedad en general. "Creo que habrá más consolidación en España y otros países de Europa", añadió mientras reconocía abiertamente que este proceso de concentración no afectará a la competencia, ya que hay muchos actores en el mercado, y no hay por lo tanto "motivo de preocupación".
El consejero delegado recordó que el nuevo CABK tendrá su sede social en València y dos centros operativos en Barcelona y Madrid. "Barcelona va a tener un peso clave en CaixaBank, de eso no cabe ninguna duda"; mientras espera que las juntas de accionistas, convocadas para el 1 de diciembre (BKIA) y para el 3 (CABK) "bendigan" una operación que dará lugar al mayor banco en España y entre los diez más grandes a nivel europeo. "Tenemos muchísimo trabajo con esta operación con Bankia y nos va a llevar los próximos dos años al menos de foco".
En otro orden de cosas, Gonzalo Gortázar (GG) defendió la necesidad de que la banca reparta dividendos -una vez lo permita el Banco Central Europeo (BCE)-, pero eso sí de una forma prudente. "Es algo necesario para una empresa retribuir a sus accionistas. Una empresa que no paga dividendo no valdría dinero porque inviertes y no sacas nada". Lo hizo recordando que CABK ya modificó la política de dividendos para este año, que hasta entonces contemplaba la distribución de un pago en efectivo superior al 50% de beneficio neto reportado, limitándolo hasta el 30%.
La entidad de origen catalán espera poder repartir dividendo a sus accionistas en 2021, una vez se lleve a cabo la fusión con Bankia, pero obviamente solo lo hará si el BCE levanta el veto. "Un pago cero de dividendos puede generar efectos secundarios negativos, pues hay fondos que solo invierten en empresas que retribuyen al accionista". Por eso, el ejectuvio ve "lógico" pensar en un pago de dividendos menos elevado, pero no en "llevar a todo el sector a cero".
Por otro lado, y preguntado por el histórico crecimiento del PIB (+16,7%) en el tercer trimestre, GG lo valoró de forma muy positiva y está convencido de que se cerrará el año con una caída inferior al 12,5% como auguraban los pronósticos." Al tiempo que el tercer trimestre ha sido mejor, el cuarto será algo más débil de lo que pensábamos"; lo hizo añadiendo que antes de que se anunciaran las restricciones, la previsión de crecimiento para el último trimestre del año era del 1,4% y se hubiese cerrado 2020 con una caída del 10,6%. Los servicios de estudios del banco "reevaluarán" la previsión de cierre de año con los datos de las nuevas restricciones y su impacto en la actividad económica. Asimismo aseguró que "no es tan relevante" ver cuánto cae el PIB en 2020 y cuánto sube en 2021 como la caída acumulada entre los dos ejercicios, que pronosticó en torno al 5%, y considera que será importante ver cómo está la pandemia cuando empiece el nuevo ejercicio.
El consejero delegado advirtió también que los datos de pago con tarjetas y de retiro de efectivo anticipan una reducción de la actividad económica. De hecho, según destacó, en la última semana el banco está registrando caídas de estas dos actividades de alrededor del 10%, aunque eso sí señaló que hace falta más tiempo para cuantificar el impacto exacto que la segunda ola del virus tendrá en la economía.
En otro orden de cosas, defendió la necesidad de prorrogar los créditos ICO, así como los periodos de carencia, ya que se trata de una medida muy útil: "Ha funcionado muy bien. Ha llegado la liquidez en un momento en que era muy necesaria". A su juicio la llegada de nuevas restricciones de actividad que afectan en particular a una serie de sectores y empresas hará que a partir del segundo trimestre no haya la normalidad completa: "El sentido común hace pensar que una buena herramienta tenemos que alargarla en el tiempo".
Y hablando del sector empresarial se refirió a que no solo necesita liquidez sino que también puede necesitar ayudas en forma de capital u otros instrumentos que no generen un mayor apalancamiento. "No solo es mantener liquidez, sino que hay que hacer más cosas en determinados ámbitos y evidentemente con ayudas directas", pero eso sí con necesidad de emplear bien el capital. Por lo pronto, y desde el inicio de la comercialización de las líneas ICO Covid-19, CaixaBank ha concedido 162.175 préstamos por 11.944 millones de euros, cuya demanda se ha moderado en el trimestre.
Por último, y sobre los tipos de interés, el consejero delegado de CABK se mostró resignado a que seguirán como están -incluso todavía profundizando en negativo en el caso de la banca- por mucho tiempo. "El mercado espera que estos tipos negativos ahora se prolonguen durante muchísimo tiempo y, por tanto, nos genera una inquietud aún mayor. A largo plazo con tipos negativos se distorsiona el análisis de inversiones y es posible que el capital no se reparta correctamente".