La populosa Horta Sud vivió una inusual disputa institucional entre socialistas que ha condicionado el mandato de la Mancomunitat
VALÈNCIA. Expandir la normativa contra la prostitución iniciada en Albal a toda la comarca, hacer lo mismo con las sanciones por excrementos en la vía pública basadas en analizar el ADN de esas defecaciones, sacar todo el partido en atracción de proyectos europeos a la oficina mancomunal abierta en Bruselas o ampliar la formación con cursos como el de parques y jardines... José Cabanes, alcalde de Sedaví y presidente de la Mancomunitat de l'Horta Sud, se ha fijado los objetivos citados como prioritarios, según explica a este diario, para su mandato al frente de la entidad.
Apenas hace un par de meses que ha debutado en el cargo para sustituir a la alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, y concluir el mandato de su partido, el PSPV-PSOE, al frente de la entidad. Aunque esa presidencia no tiene sueldo alguno asignado, sí que se ha producido una reñida competencia por dirigirla. De hecho, tuvo lugar un inusual hecho en septiembre de 2019, con la distribución por partidos del pleno ya configurada después de las elecciones municipales de mayo de ese mismo año, que en cierta medida ha marcado el devenir de este cuatrienio.
Y, más allá de eso, supuso el principio del fin de una corriente política dentro del socialismo español que adquirió su máximo grado de predicamento en la provincia de Valencia mientras el polifacético exministro José Luis Ábalos atesoraba poder desde la Secretaría de Organización del PSOE. Lo que sucedió en aquel pleno iniciático escribió el prólogo del finiquito del 'abalismo', que justamente ha tenido un rebrote este fin de semana en Almussafes con la reaparición de Ábalos en un acto orquestado por uno de sus todavía afines, el alcalde local, Toni González.
La controversia en la Mancomunitat se desató en septiembre de 2019, cuando el por entonces secretario general del PSPV-PSOE en la comarca, el concejal de Torrent Andrés Campos, desechó la propuesta firmada por 14 municipios para que la presidencia recayera en Eva Sanz y la vicepresidencia, en José Cabanes. Recién ungido como diputado provincial por designación de Mercedes Caballero, la también entonces secretaria general provincial y factótum del ministro Ábalos, Campos replicó que el nuevo presidente habría de ser Guillermo Luján, el alcalde de Aldaia.
Como no alcanzaron un acuerdo ambas partes, llegaron al pleno de investidura en octubre de ese año con la presentación de dos candidaturas: las dos representaban al PSPV-PSOE. El PP, con seis votos, ni optó. Compromís y Unides Podem, también minoritarios frente a los 27 sufragios socialistas, prefirieron abstenerse y observar como testigos la pugna dentro del socio 'máximo accionista' en el Botànic.
Ganó Eva Sanz, alcaldesa de Benetússer, con el apoyo del poderoso grupo Socialistes 3.0 y del pujante alcalde de Mislata y vicepresidente tercero de la Diputación de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, ahora ya secretario general provincial tras derrotar con mucha holgura a Caballero. Sanz se impuso en aquella contienda por un apretadísimo 14 a 13 a Luján.
Suficiente para que Caballero, por aquel entonces revestida del mando que le daba su cercanía a Ábalos, habló de "consecuencias" ante esa revuelta que desobedecía las directrices transmitidas por Andrés Campos, en la órbita de la por entonces secretaria general provincial.
Nunca las hubo. Eva Sanz alcanzó la presidencia, con Cabanes de vicepresidente y el primer edil de Silla, Vicent Zaragozà –ambos de Socialistes 3.0, la corriente que lidera el teniente de alcalde de Quart de Poblet Bartolomé Nofuentes- de portavoz.
La alcaldesa de Benetússer ha estado dirigiendo la Mancomunitat dos años y medio. El cumplimiento del acuerdo de alternancia con Cabanes se dilató en el tiempo hasta hacerlo coincidir con el ascenso orgánico de Sanz en el PSPV, ya que ocupa la vicesecretaría general de Igualdad y Políticas Públicas en la nueva ejecutiva que dirige Carlos Fernández Bielsa.
Finalmente se produjo en marzo de este año y Cabanes pudo celebrar, ya con sus criterios y en el cargo de presidente, su primer pleno tras el de su investidura este mes de mayo. Lo hace con el 'abalismo' descabezado y diluido. Desbrozado en las comarcas y con algunos de sus principales referentes del pasado, como el alcalde de Burjassot, Rafa García, sumando esfuerzos en otras corrientes.
En estos dos años y medio, desde el pleno de la Mancomunitat de l'Horta Sud que por una exigua ventaja decidió que no se cumpliera el deseo de Campos y de Caballero de nombrar a Luján presidente, el 'abalismo' ha pasado de hacer tambalear casi con una declaración sutil de Ábalos al propio president Puig a prácticamente desaparecer. Y su primera muestra de debilidad se percibió en octubre de 2019, en aquella sesión plenaria mancomunal.
Ahora, Cabanes afronta el último tramo del actual mandato en esta entidad con esas disensiones políticas ya olvidadas, con el 'abalismo' reconducido, y con el objetivo puesto en gestionar mejoras para la comarca de l'Horta Sud.