VALÈNCIA. En apenas 24 horas, las quejas por la "complejidad" del examen del C1 de valenciano que se realizó el pasado sábado se han multiplicado por nueve. Al cierre de este periódico 9.144 personas ya habían firmado la petición de Change.org que pide a la Consellería de Educación que dirige Vicent Marzà "una prueba de valenciano justa acorde con el nivel C1" al entender que el que habían realizado no se adecuaba al "nivel exigido de conocimiento de la lengua". Una cifra significativa si se atiene al total de personas presentadas al examen: 16.000, según fuentes de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV).
No era la única petición. Pocos minutos después de finalizar la prueba, se creó un grupo de Facebook llamado Injusta Certificació C1 Valencià JQCV en el que hubo distintas reacciones entre los más de 700 participantes -este martes eran ya 1.410-. Unos anunciaban movilizaciones, otros la presentación de una queja formal conjunta ante la sede de la Junta el pasado lunes a las 19.00 horas, y algunos pedían la impugnación del examen por distintos motivos: "Falta de información, indicaciones diferentes en cada clase y faltas de ortografía", denunciaba un comentario en la red social.
En concreto, los examinados que se han unido durante estas últimas horas a la plataforma virtual para denunciar tanto las deficiencias organizativas como el nivel del control planteado, critican los numerosos tecnicismos y la dificultad del artículo "Les lleis del caos" –fragmento seleccionado de la revista científica universitaria Mètode-. Un texto elegido para que fuera la primera parte del examen, el que corresponde a la comprensión escrita, que resultaba imprescindible superar para que se corrigiera el resto del examen. Y todo pese a que solo suponía el 10% de la nota total.
Sin embargo, el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, insiste en que no es una cuestión de dificultad. No en vano, subraya que el objetivo de la primera parte del examen, según el programa "aprobado hace dos años", es "comprender una gama amplia de textos largos y complejos, diferenciar las ideas principales de las secundarias y reconocer sentidos implícitos".
Algunas de las quejas, no obstante, rebaten este argumento apelando a que también el objetivo de la primera parte del examen para el nivel C2 es "comprender e interpretar cualquier forma de lenguaje escrito, incluyendo materiales de gran exigencia académica y cognitiva, textos literarios o no literarios, abstractos y estructuralmente complejos o ricos en expresiones coloquiales y apreciar distinciones sutiles".
El modelo de examen realizado este sábado es el primero que realiza la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià (JQCV) para adaptarse al Marco Común Europeo Común de Referencia para las Lenguas. Así, Trenzano niega a Valencia Plaza que la prueba no se adaptara al nivel C1 exigido y atribuye todas estas quejas al cambio de estructura del examen que se realizaba hasta ahora.
"Es un examen totalmente diferente, pero los ejercicios han sido testados en aulas y en las escuelas de idiomas y están adaptados al nivel de dificultad", reitera. Además, añade que en la web de la JQCV sí existían modelos de examen. Si bien los aspirantes denuncian que tan sólo se colgó un solo ejemplo sin que las respuestas correctas estuvieran disponibles. De momento, los afectados siguen sumando firmas y redactando quejas que harán llegar al departamento de Campanar y las direcciones territoriales.
Por el momento, el director general de Política Lingüística anunció este lunes que en julio convocará un pleno extraordinario de la Junta Qualificadora para analizar cómo ha ido el modelo C1 y cuántas personas han podido superar la prueba. Desde Conselleria de Educación aseguran que con el anterior modelo la horquilla de aprobados oscilaba entre el 30 y 40% de los presentados.