VALÈNCIA. A las puertas de que empiecen las celebraciones de Navidad, los municipios afrontan un escenario de crecida de los contagios que se viene incrementando en las últimas semanas. El aumento de la interacción social y las actividades que, en ocasiones, convocan a numerosas personas, son algunas de las causas, unidas a la expansión de la variante Ómicron, de que la Comunitat Valenciana esté alcanzando algunas de las cifras de contagios más altas de la pandemia.
Sin embargo, estas Navidades presentan una diferencia principal respecto a las de año pasado: la vacunación. Según los últimos datos, el 93,7% de la población valenciana ha recibido la vacuna y, aunque a menor ritmo que otras comunidades, las terceras dosis a la población de mayor edad también están en marcha. Así, aunque las cifras de positivos marquen récords y la incidencia acumulada ronde la del año pasado por estas fechas, las hospitalizaciones graves y los fallecimientos entre las personas vacunadas se han reducido.
Este contexto, unido a la escasez de medidas impuestas por el gobierno autonómico que se limitan a exigir el pasaporte covid en la hotelería y el ocio nocturno y a medidas de prevención como el uso de la mascarilla, la distancia social y el uso de gel hidroalcohólico, ha permitido a los municipios valencianos seguir adelante con gran parte de su agenda navideña. Eso sí, varios ayuntamientos han optado por suspender o aplazar las actividades que iban a celebrarse en espacios cerrados, muchas de ellas ligadas a asociaciones o agrupaciones locales.
En el caso de Alzira quien, por el momento, ha suspendido el tradicional concierto de Navidad, mientras que el resto "están pendientes de estudio", han señalado. Se trata de actuaciones teatrales y musicales programadas en interiores como la Casa de la Cultura o el Gran Teatre que, actualmente, siguen adelante. Ante este escenario, y con una incidencia acumulada de 511 casos por cada 100.000 habitantes, lo que sí que ha decidido ya el consistorio de la capital de la Ribera Alta es repetir el formato del año pasado en la cabalgata de Reyes.
Así, habrá dos recorridos por los distintos barrios para que los más pequeños puedan disfrutarla sin desplazarse a un lugar determinado y, de este modo, evitar aglomeraciones. "Normalmente, la cabalgata aglutina a más de 20.000 personas, por eso hemos decidido hacer dos recorridos", ha explicado el regidor de Fiestas, Xavi Pérez.
Otros municipios de la Ribera Alta como Alginet, con una incidencia acumulada notablemente más alta, actualmente de 1.1221 positivos por cada 100.000 habitantes, ha optado por aplazar todos los actos que se celebren en interiores "hasta que mejore la situación sanitaria". Entre ellos, varias actuaciones musicales y teatrales que se realizarán, "si las circunstancias lo permiten", en febrero. Al igual ocurre en Carlet que, con 813 contagios por cada 100.000 habitantes, ha suspendido hasta más adelante todas las actividades culturales en espacios cerrados previstas para el próximo fin de semana. Una postura similar a la del Conservatorio de Música, que también ha decidido aplazar su recital programado para finales de año.
La capital de la Ribera Baixa, por su parte, presenta una de las incidencias acumuladas más elevadas de la comarca. Y es que Sueca ha alcanzado los 1.015 casos por cada 100.000 habitantes. Aun así, desde la administración local han decidido continuar adelante con los actos previstos. No obstante, advierten: "siempre cumpliendo escrupulosamente todas las medidas y pudiéndose cancelar en cualquier momento si lo indican las autoridades sanitarias. Acataremos todas las indicaciones que nos hagan llegar las autoridades".
También continuará la normalidad navideña en Cullera, aunque con una tasa de contagios mucho menor: 483 positivos por cada 100.000 habitantes. Mientras que en Almussafes, con 456 puntos de incidencia acumulada, las asociaciones locales han cancelado actividades como el Concierto de Navidad o los festivales escolares. Sin embargo, las que dependen del consistorio siguen adelante con normalidad: "la mayoría son al aire libre y no tenemos problema", han señalado. Y, por el momento, están estudiando qué hacer con la cabalgata de los Reyes y con la expojove agendada para los días 3 y 4 de enero, que se anuló el año pasado.
La mayoría de los municipios de l'Horta siguen el mismo camino. Algunas localidades han decidido cancelar los eventos más multitudinarios como las celebraciones de Nochevieja y Año Nuevo, mientras que otros han apostado por limitar o suspender algunos actos que suponen grandes aglomeraciones de gente.
Es el caso de la Torrent que, de la misma manera que el año pasado, ha suspendido la fiesta de las Campanadas organizada por la Federació de Moros i Cristians. Con una incidencia acumulada de 437 casos por cada 100.000 habitantes, la capital de l'Horta Sud también ha optado por pasar al formato virtual la San Silvestre, al igual que el año pasado.
La misma actuación han seguido Paterna y Riba-roja, que han optado por cancelar definitivamente la carrera popular. Actualmente la capital de l'Horta Nord registra 564 positivos por 100.000 habitantes. Ante estas cifras, el comité de seguimiento de la covid-19 de la localidad ha acordado aumentar las restricciones en aquellas actividades tanto en el exterior como en el interior sometidas a control de aforo en función del recinto y del acto.
"De este modo, se restringe todavía más el número de personas que se pueden concentrar en las actividades municipales desarrolladas al aire libre mientras que en los eventos celebrados en espacios cerrados se solicitará el pasaporte covid-19 para poder acceder", han indicado desde la administración local. En cuanto a la cabalgata de Reyes, Paterna está preparando un plan de contingencia especial "para adaptar su celebración que desde 2019 cuenta con puntos de reparto de regalos controlados para evitar aglomeraciones, siguiendo la normativa y los protocolos de seguridad vigentes", han señalado.
Por su parte, Riba-roja tampoco celebrará la San Silvestre, ya que el municipio cuenta con 623 casos por 100.000 habitantes. Además, el consistorio de Camp de Túria ha decidido cancelar definitivamente la celebración de Año Nuevo, al igual que Torrent o Sagunto, que ya comunicó que no se realizarían los actos de Nochevieja en la plaza del Ayuntamiento.
En esta línea, el departamento de Fiestas de la capital del Camp de Morvedre añadió que la decisión "llevaba tomada un tiempo" y que ha sido la alta incidencia de casos, como en todos los municipios, lo que ha llevado al equipo de gobierno a tomar esta acción. Con 574 contagios por 100.000 habitantes, no habrá celebración el 31 de diciembre en ninguno de los dos núcleos de población: ni en Sagunto ni en Puerto de Sagunto.
Por su parte, los representantes de Alfafar, Sedaví, Llocnou de la Corona y Massanassa han acordado tomar medidas conjuntamente en estas fechas. Los cuatro municipios han decidido aplazar los actos navideños en interiores previstos, mientras que Benetússer ha anunciado que queda supeditado a la evolución de los contagios. No obstante, la administración local ya ha comunicado la reducción de aforos de los espectáculos programados, se ha aplazado la San Silvestre y se ha suspendido el pasaje navideño y un torneo de baloncesto previsto.
Y es que, Alfafar y Benetússer presentan una incidencia acumulada similar, de 990 y 840 positivos cada 100.000 habitantes respectivamente; mientras que Sedaví tiene 654 y Massanassa, 592. Pese a que Llocnou actualmente no presenta ningún caso con una población de alrededor de 120 habitantes, también se ha unido a la actuación de los cuatro ayuntamientos. Según han declarado las cinco administraciones locales, van a continuar con reuniones periódicas por parte de los alcaldes y las alcaldesas para el análisis de la situación y tomar medidas conjuntas si la coyuntura pandémica así lo requiere.
Pese a la cancelación o aplazamiento de varias actividades navideñas, especialmente aquellas que se iban a celebrar en interiores, el escenario dista mucho del de hace un año. Especialmente en lo relacionado con las restricciones: cabe recordar que las Navidades de 2020 se celebraron con toque de queda, cierre perimetral y limitaciones en las reuniones familiares, por las restricciones autonómicas.
Pero también existen diferencias nivel municipal. Si bien el año pasado eran varios los municipios que aplicaron restricciones, dentro de las escasas competencias de los ayuntamientos, hoy ninguno de ellos lo hace. De hecho, la previsión de algunos de los consistorios que presentaban las peores cifras en las pasadas Navidades fue la voz de aviso al gobierno valenciano, ya que solos unos días después confinaron hasta 29 municipios.