VALÈNCIA. Días clave para dilucidar el porvenir de la factoría de Ford en Almussafes. La multinacional anunciará esta misma semana la fábrica en la que producirá los dos modelos eléctricos que tiene pendientes de asignar. Una inversión que se disputan desde hace meses la planta valenciana con la alemana de Saarlouis y que las ha llevado a una dura batalla interna por lograr convencer a los directivos de la multinacional de su idoneidad. Porque la que no consiga la nueva carga de trabajo tendrá muy complicado su futuro a partir de 2025. Lo que está en juego desde hace meses es su supervivencia y de toda una industria que les acompaña.
No obstante, y pese a que se cuentan los días para conocer la ubicación final -se baraja este miércoles o jueves-, existe confianza en el trabajo realizado y optimismo en las posibilidades de Almussafes tanto por parte de los sindicatos como en el Clúster de la Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA), que aglutina a 120 empresas del sector. Incluso desde el Gobierno de España, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ya destacó hace unas semanas, en una visita a València, que la propuesta valenciana es "una oferta ganadora".
Una confianza que también se combina con cierta inquietud y expectación por lo que los directivos de la sede central de Detroit vayan a comunicar. Es en el cuartel general norteamericano de la firma del óvalo en donde se dirime la cuestión: Almussafes o Saarlouis. Saarlouis o Almussafes. Y todo ello en base a las propuestas de ajustes que ambas plantas presentaron el pasado 27 de enero a Ford, apoyadas de planes de apoyo por parte de las Administraciones de ambos países.
"Hay expectación en la planta, pero el ambiente es positivo y tranquilo. Hay confianza en las posibilidades que tiene el acuerdo por la electrificación que sellamos con la dirección en enero", señalan desde UGT. Un documento que contempla, entre otras medidas, una contención salarial y flexibilidad laboral en caso de recibir la nueva carga de trabajo y que permitió a las instalaciones valencianas seguir en la carrera. De no haberse logrado, la continuidad de Almussafes se hubiese complicado porque esa propuesta y la de Saarlouis son los pilares sobre los que se asienta la decisión de la multinacional.
Y, aunque desde UGT reconocen que fue duro negociar y al principio hubo cierto malestar inicial por las condiciones pactadas, "al final se entendió que lo que estaba en juego era garantizar el futuro". "En esta partida, la gente confía en que con el acuerdo alcanzado tenemos posibilidades", destacan. Y todo ello frente a la dura competencia alemana, cuyos sindicatos han presentado unos recortes que afectarán a los 20.000 empleados de sus tres plantas de Ford en Alemania -dos en Colonia y la de Saarlouis. En cuanto a los detalles de las condiciones se mantiene el silencio y no han trascendido.
Una alianza entre plantas alemanas para recortar la ventaja que desde el principio los sindicatos germanos consideraron que tenía la fábrica valenciana por su competitividad y menores costes laborales. Una estrategia que generó preocupación en Almussafes por la superioridad en el número de trabajadores que iban a asumir ajustes, pero ahora hay confianza en su acuerdo.
También desde STM-Intersindical tienen "optimismo" respecto a la asignación de los nuevos modelos, aunque lamentan los "recortes" y la competición que ha obligado Ford a emprender a ambas plantas. Por su parte, desde CCOO apuntan a una "calma tensa" entre la plantilla porque, aunque confían en que la adjudicación, prefieren ser prudentes "y más teniendo en cuenta que hay gobiernos implicados", apuntan. Eso sí, reconocen que la plantilla está "cansada" ante una incertidumbre que se prolonga durante meses y cuya resolución tendrá un impacto en miles de familias.
Lo cierto es que, tanto la pasada semana como esta, el gobierno de la región del Sarre, en donde se ubica la instalación alemana, ha estado manteniendo reuniones con directivos de Ford para forzar su electrificación. Una ofensiva que evidencia cierta inquietud y un último movimiento para intentar convencer a los directivos de su competitividad.
Además, esta semana es la última de trabajo en Saarlouis antes de las vacaciones de verano -en Almussafes son en agosto-, por lo que, buscando alguna pista que haya podido dejar la multinacional, cabría interpretar que la elección de la fecha para anunciar la decisión no es casual, ya que, en caso de no adjudicarse los modelos a la planta alemana, las posibles movilizaciones de trabajadores quedarán un tanto descafeinadas al estar la fábrica sin actividad.
La asignación de nuevos vehículos es vital para la fábrica valenciana porque a partir de 2025 se quedará solo con el modelo Kuga tras perder este año el Mondeo y la producción de la Transit para el mercado europeo. Ya en 2023 y 2024 se despedirá del S-MAX y la Galaxy y la parte de la furgoneta que fabrica para EEUU. Para Saarlouis, también supondría un balón de oxígeno importante porque solo fabrica el Focus, cuyo ciclo de producción expira en 2025. Por tanto, ambas necesitan nuevos pedidos y carga de trabajo.
También desde la industria auxiliar hay confianza en las posibilidades valencianas. "Ahora mismo tenemos que ser cautos y esperar a que Ford anuncie su decisión, pero somos optimistas ante las oportunidades que ofrece Almussafes", señala Elena Lluch, gerente de AVIA. "Confiamos en que la buena noticia recaiga en la planta española porque el sector valenciano lleva mucho tiempo adaptándose a las nuevas formas de movilidad y somos un emplazamiento altamente competitivo para albergar nuevos proyectos e inversiones", remarca.
A su juicio, se han hecho los deberes tanto por parte de las Administraciones públicas como por parte de los trabajadores en la factoría y el sector en general. "Hemos hecho todo lo posible desde todos los prismas para que la planta tenga las condicionantes más ventajosas para recoger las nuevas asignaciones", insiste.
Y es que no solo está en juego el futuro de los 6.000 trabajadores de la fábrica, sino el de toda una industria en la Comunitat Valencia, que supone 24.500 empleos, el 6,86% del empleo industrial de la región, con una facturación que en 2021 alcanzó los 11.800 millones de euros. Y Ford tiene mucho que ver mucho con estas cifras porque el 80% de las empresas tiene directa o indirectamente alguna relación con la factoría. "Hemos crecido con Ford porque ha ayudado a desarrollar un sector altamente tecnológico y competitivo, que ha generado miles de empleos y mucho negocio en la Comunitat", ensalza Lluch.
Por tanto, llega ahora la hora de la verdad. Y Almussafes ha estado estos meses dando la batalla para 'salvarse' y garantizar su futuro en la próxima década. Aunque eso sí, el camino no será sencillo. Pese a ganar la pugna, la multinacional ya ha dejado claro que habrá que acometer una reestructuración que implicará recortes de plantilla. El futuro tampoco será fácil, pero eso será otra batalla. Ahora todos los ojos están puestos en Detroit y la decisión que puede marcar un antes y un después en la automoción valenciana.