VALENCIA. El Consell ha dado un pequeño balón de oxígeno a Enrique Ortiz. El pasado sábado expiró el plazo para que el constructor enmendara las graves deficiencias detectadas por la Generalitat en la Actuación Territorial Estratégica (ATE) de su enseña Alicante Avanza, que contempla la llegada de Ikea a la zona de Rabasa acompañada de una gran superficie comercial. Como informó este diario, el empresario ha renunciado a corregir los errores detectados, si bien ha logrado ganar algo de tiempo -tan sólo 15 días- que sólo le servirán para retener un poco más a la firma sueca.
La prórroga se la ha concedido la Dirección General de Comercio de la Generalitat, según informan a Valencia Plaza fuentes oficiales de la Conselleria de Economía Sostenible. La administración autonómica atiende así a la petición realizada por el empresario el pasado viernes 27 de mayo -el plazo se cerraba al día siguiente-.
De este modo, Alicante Avanza dispone ahora de medio mes para corregir las deficiencias que Medio Ambiente halló en el proyecto. En concreto, la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático calificó como desfavorables hasta cuatro informes correspondientes a la ATE de Rabasa, según trasladó a este diario el Secretario Autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Generalitat, Julià Álvaro.
Las deficiencias se encuentran en informes significativos del proyecto como el relativo a Fomento en el que se contemplan los accesos a la tienda del gigante del mueble, cuya capacidad se considera insuficiente para atender el tráfico previsto en función del número de visitantes que se contemplan.
Además, Medio Ambiente rechazó también los informes relativos a los ayuntamientos de Alicante y San Vicente del Raspeig y el que aborda la Infraestructura Verde "por incumplimientos ligados a las lagunas de Rabasa".
La realidad, sin embargo, es bien distinta a la postura oficial del constructor, que ya ha asumido que los errores no podrán subsanarse. La prórroga, según trasladan a este periódico fuentes conocedoras del proceso, es tan sólo una maniobra de Ortiz para evitar que Ikea se desvincule definitivamente de Alicante Avanza e inicie su andadura al margen del empresario.
Mientras tanto, asumido el fracaso de la actual ATE -con la presencia de Ikea como enseña tractora de un megacentro comercial y de ocio- el responsable trata de modificarla para lograr, sin iniciar un nuevo proceso, un proyecto que obtenga el visto bueno del Consell. Pero el Gobierno valenciano en absoluto contempla esta posibilidad: o corrige los errores señalados o tendrá que presentar un nuevo proyecto, aseguran fuentes de Medio Ambiente.
Preguntadas al respecto, fuentes de Ikrs prefieren no pronunciarse. "No vamos a hacer ninguna declaración", indican a este diario. Sin embargo, la firma, según informó El Mundo, ya ha sondeado ya la posibilidad de instalarse en Elche cuando logre desvincularse de Ortiz.