VALÈNCIA (EFE). La Conselleria de Sanidad podría decidir quitar la obligatoriedad de las mascarillas si hay como mínimo tres o cuatro semanas sucesivas de bajada de la incidencia de las infecciones respiratorias agudas (IRA), y siempre contando con el asesoramiento de los servicios de medicina preventiva de los hospitales y de los técnicos de salud pública.
Así lo ha asegurado este miércoles el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, quien tras presentar el balance de la actividad de donación y trasplantes de órganos en la Comunitat Valenciana en 2023, ha subrayado que ante la reducción registrada hasta el momento se está, desde su punto de vista, "en una situación meseta, no en una situación bajada".
Gómez ha reiterado que podrían estudiar la eliminación de la obligatoriedad de las mascarillas en espacios sanitarios y sociosanitarios "si tenemos tres o cuatro semanas continuas de bajada", pero ha matizado que hace dos semanas había en la Comunitat 1.316 casos por cada cien mil habitantes y la última semana, 1.297.
"Y seguimos por encima de la media de España, de cerca de un millar de casos. Seguiremos manteniendo la norma de las mascarillas", ha remarcado.
El conseller ha subrayado que le parece "clave" que cualquier decisión que se adopte respecto a la gestión de actitudes de salud públicas se haga con el asesoramiento de los servicios de medicina preventiva de los hospitales y de los técnicos de Salud Pública.
Con respecto a la estrategia de gestión sanitaria, ha indicado que seguirán manteniendo las mismas normas en cuanto no se vea "una destensión global de los hospitales", y ha subrayado que en esta semana se ha bajado de un 42 % ce incidencia de hospitalizados a un 32,6 %.
"Las medidas que estamos tomando, junto con la discreta reducción de las IRA, está favoreciendo el destensionamiento en hospitales. Seguiremos así hasta que la normalidad, la fluidez, sea absoluta", ha afirmado el conseller.
También ha señalado que intenta "ser coherente" con sus decisiones, actuaciones y opiniones y ha recordado que criticó al Ministerio de Sanidad "no por la decisión que había tomado -respecto a las mascarillas- sino por cómo la había tomado, sin oír previamente la ponencia de alertas y a la comisión de salud publica".
"Como critiqué eso, yo voy a actuar oyendo claramente a los técnicos, tanto de salud pública como de Medicina Preventiva, y actuaremos en función de lo que nos digan ellos", ha insistido.
También ha recordado que la propuesta que la Comunitat Valenciana expuso en el Consejo Interterritorial del pasado lunes fue que cada autonomía, en función de su incidencia, decidiese sobre la actuación de los mecanismos preventivos de salud publica, como vacunación o mascarilla.
En el caso de la vacunación, ha agradecido la respuesta de los ciudadanos, ya que desde que se abrió la posibilidad de vacunarse sin cita en los centros de salud ya lo han hecho más de 120.000 personas.
"Seguimos con el plan de contingencia que estipulamos el 9 de octubre de 2023 y cuya estrategia aumentamos el 3 de enero de 2024, al triplicarse la incidencia de las IRA y también aumentar la presión asistencial en nuestro hospitales", ha recordado.
En este momento "seguimos teniendo cierta tensión en las puertas de urgencia de los hospitales, más exacerbada en los que están en obras" como el Clínico o el de la Vila Joiosa, y en esos casos, se ha empezado a derivar a algún paciente a hospitales privados, "haciendo la colaboración publico-privada dentro de nuestro espectro de actitudes y de actuaciones a tomar para mejorar estos picos" de contagios, según el conseller.