Durante 400 años, en Estados Unidos se impuso la idea de que los trabajadores blancos eran defectuosos, lumpen procedente de Inglaterra, formado por prostitutas y delincuentes, y que debía ser mejorado. Se propusieron medidas eugenésicas, pero en el siglo XX, según Nancy Isenberg de la Universidad de Louisiana, la herencia ideológica de esa mentalidad derivó en un clasismo que impulsó el odio racial. Lo expresó Lyndon B Johnson: Si le dabas a los blancos pobres alguien a quien odiar, no se enteraban de quién les metía la mano en el bolsillo.
Entre 2014 y 2015, la publicidad televisiva del portal de encuentros eHarmony.com difundió en Estados Unidos ese mismo mensaje: ningún solicitante "normal" de clase media tenía por qué quedarse empantanado con un perdedor o perdedora hortera (entiéndase con una persona de clase baja)