VALÈNCIA. Aunque en pleno periodo estival, Carlos Turró no da tregua a la familia Pastor en el conflicto que libran desde hace años por hacerse con el control accionarial de la promotora Urbem. Una batalla que libran desde hace más de 13 años y que en los últimos meses se ha recrudecido por ver quién ostenta la administración de la compañía. En esta ocasión, ha sido el presidente de la constructora y gestora de centros para personas de la tercera edad Cleop el que ha intentado un nuevo movimiento para frenar la junta de accionistas que Pastor convocó a finales de julio.
No es la primera vez que acomete un movimiento similar. Ya en el pasado mes de septiembre pasó una situación similar. José Pastor, patriarca de la familia, convocó una junta para dirimir la cuestión sobre quién ostenta la condición de administrador, pero los Turró contraatacaron frenándola. Y así, estuvieron meses: entre recursos y querellas en los juzgados.
Ahora, Pastor, reconocido por sentencia judicial como administrador único de Urbem, vuelve a convocar una junta de accionista que, el tiempo dirá si finalmente llega a celebrarse.
La batalla accionarial comenzó el 4 de abril de 2006 cuando Cleop y compró el 50% de Inversiones Mebru, que tenía una opción de compra sobre el 35,9% de Urbem que poseía la familia March Andreu y que ejecutó. Meses antes, José Pastor había rechazado la entrada de Cleop en su capital, por lo que calificó esta maniobra como "hostil". El otro 50% de Inversiones Mebru pertenecía al Grupo García Ojeda, aunque posteriormente Cleop se hizo con la mayoría.
Pastor conservó la mayoría de Urbem y ambas partes convivieron peor que mejor en la promotora, con impugnaciones y recursos judiciales de los minoritarios hacia las decisiones del accionista mayoritario. En 2011, iniciada la crisis inmobiliaria y ante las dificultades de Inversiones Mebru para pagar parte lo comprometido a los March, Cleop planteó la venta de su 35,9% a Pastor y se iniciaron negociaciones, pero entonces el Tribunal Supremo dio la razón a Inversiones Mebru sobre una ampliación de capital aprobada en 2006. Según esa sentencia, la filial de Cleop tenía derecho a suscribir su parte de aquella ampliación de capital, lo que significaba que si desembolsaba antes de 15 días 26 millones de euros, alcanzaría el 55%.
A partir de ese momento, el conflicto ha derivado en numerosos pleitos mercantiles y algunas querellas cruzadas, así como la intervención policial en una junta de accionistas celebrada en 2018. Tras una de las querellas, José Pastor fue condenado en 2016 a siete meses de cárcel por administración desleal.
El último asalto ha sido favorable para los Pastor ya que dos sentencias de la Sección 9 de la Audiencia Provincial de Valencia, con fecha 24 de febrero y 3 de marzo, rechazaban la validez de la juntas de accionista de 2018 que nombró a Turró administrador de la compañía. Según una de ellas, "no se puede adquirir la condición de socio, sino hasta el momento en el que la ejecución de la ampliación del capital social ha tenido acceso al Registro Mercantil aplicado ello al caso concreto, resulta que Inversiones Mebru no podía hacer uso de las acciones que suscribió y que compró de otros suscriptores para conformar la mayoría social en las Juntas". Por tanto, daban la gestión a José Pastor.