VALÈNCIA. De prestar servicios logísticos a fabricar para el gigante Ford. La empresa KH Vives ha vivido una verdadera transformación en los últimos años, especialmente desde que comenzara su idilio comercial con la firma del óvalo para quien actualmente fabrica las varillas metálicas de sus coches en toda Europa. La innovación y diversificación dirigida a nuevas marcas han sido claves en su estrategia y le han llevado a firmar contratos con insignias como Renault, Opel y al grupo VW. Como horizonte futuro, fija su objetivo a largo plazo su desembarco en sectores fuera de la automoción en busca de nuevas oportunidades, pero sin dejar de lado el mercado del automóvil que forma parte de su ADN.
Fundada en 1998 como KH Logistics, la compañía estaba dedicada principalmente a ofrecer servicios y el montaje de algunas piezas. No fue hasta la llegada de su actual presidente Guillermo Vives en 2001 cuando se produjo un giro de 180 en la estrategia empresarial. Una relación que surgió casi por azar del destino. Hasta entonces Vives había desarrollado una larga trayectoria profesional en sectores tan diversos como la joyería o la construcción. Fue la llamada de un amigo la que le vinculó a la que ahora es su segunda casa. "La empresa estaba en una situación muy difícil y un buen día un amigo, que era uno de los principales clientes, me pidió que hiciese una auditoría para ver cómo estaban las cuentas", recuerda.
Tras el análisis, comprobó la mala situación financiera que atravesaba la mercantil con importantes pérdidas económicas cercanas a los 40 millones de las antiguas pesetas, por lo que recomendó a los socios de entonces una ampliación de capital para intentar salvarla. Le ofrecieron participar como administrador, una tarea que desempeñó unos años hasta que se quedó con la mayoría accionarial, cuando el resto de socios decidió bajarse del barco. Sería entonces cuando, reubatuizada como KH Vives, comenzó su transformación.
Vives recuerda que la transición no fue fácil. "Me jugué mi patrimonio. Fui adquiriendo uno a uno las participaciones hasta quedar como único propietario", relata. Su primer gran hito llegó con la primera colaboración con la factoría Ford Almussafes en 2004 para la sustitución de parachoques dañados. Un pequeño proyecto que sirvió de punta de lanza para siguientes alianzas. De hecho, poco tiempo después llegó un nuevo encargo de la compañía estadounidense: ensamblar la pedalera del modelo Ford KA.
El gran salto se produciría en 2005 con el ensamblaje y montaje de los cristales de los coches para la factoría de Almussafes. "Nos enteramos de que Ford quería proveedor para el montaje de los vidrios y nos presentamos. Lo conseguimos. Actualmente movemos unos 12.000-14.000 vidrios todos los días", afirma. De los vidrios pasaron a responsabilizarse de lanzamientos, ingeniería, foamizados --espumas técnicas-- y a la fabricación de las varillas que conforman la estructura metálica de los asientos de los coches para el grupo Ford en Europa.
Una línea de trabajo que arrancó con la producción de unidades pequeñas y cortas, pero que finalmente se extendió a todo el sistema de la estructura metálica que lleva el coche. Más tarde y tras años de investigación, descubrieron una solución para abaratar la producción de estas piezas abandonando los tradicionales moldes. "Encontramos una máquina de control numérico computarizado (CNC) que solo hacia tubos y la readaptamos para hacer varillas. Fue un éxito considerable porque bajamos el precio un 50%", destaca Vives. A partir de ese momento, la empresa puso el foco en la innovación en materia robótica y nuevo equipamiento para la realización de piezas que posibilitaran un mayor crecimiento. Y es que según reconoce, "el mundo tecnológico avanza a pasos agigantados" y quien no se suba al tren, se quedará atrás.
Su último proyecto es el desarrollo de un sistema que permite alternar de manera simultánea y en una misma férula soldaduras tanto por inducción como MAG, lo que les permite una reducción del 50% de costes y de tiempo. Aunque Ford representa para KH Vives el 65% del volumen total de su negocio, su Plan Estratégico 2015-2020 contempla la diversificación hacia nuevos aliados y ya trabaja para otros fabricantes de automóvil como Opel, Toyota, Grupo VW, Grupo PSA y Jaguar Land Rover. "Vamos a seguir aumentando todo el sistema productivo que pueda ayudar a vender más. Nuestra estrategia pasa por seguir vendiendo a nuevas marcas y proveedores abriendo mercado para ir creciendo de manera sostenible y razonada", explica.
Fruto de este proceso de diversificación, la firma valenciana ha comenzado este año la fabricación de una pieza de seguridad para los taxis de Nueva York del modelo Transit Connect. "La ingeniera de Ford nos pidió si podíamos realizar esa pieza de seguridad que va en el asiento trasero. Nos pusimos manos a la obra y actualmente somos sus productores", detalla. Asimismo, ha entrado en mercados como el francés, alemán y británico con el objetivo de conseguir "cuotas por cliente que puedan ser del 25-30%". Hace poco firmaron un acuerdo con Jaguar Land Rover para la fabricación de la estructura de sus asientos.
De cara al futuro, su horizonte para los próximos cinco años pasa por entrar en el mercado de los fabricantes de de automóvil tras haber conseguido ampliar el abanico de marcas desde 2015, cuando únicamente trabajaba para Ford. Más a largo plazo, de cara al 2025-2030, el objetivo sería dar un salto fuera de la automoción para lo que van a contratar a una persona dedicada a la identificación de nuevas oportunidades.
Desde la empresa no son ajenos a los últimos anuncios de Ford en Europa donde recortará aproximadamente 12.000 empleos y cerrará la planta de motores de Bridgend, en Reino Unido; la de transmisiones de Blanquefort, en Francia; las de producción de automóviles de Naberezhnye Chelny y San Petersburgo y el centro de motores de Elabuga, en Rusia. Un escenario que preocupa, pero en el que confían que la factoría de Almussafes se mantendrá líder.
"El mundo de la automóvil ahora está en transformación con modelos como los híbridos y los eléctricos, pero la planta de Almussafes de Ford siempre se ha caracterizado por ser muy competitiva, productiva y de una gran calidad", subraya. "Ahora mismo sabemos que Ford ha cerrado sus ajustes en Europa y creo que confiará plenamente en Almussafes que es líder y hace y va a hacer un buen trabajo", incide. Vives se muestra seguro de que después de la tempestad vendrá la calma y no cree que vayan a producirse nuevos recortes. "Es un momento de ajuste, pero la cosa terminará aquí. Estamos pasando por una transición, pero vamos a remontar con toda seguridad. La factoría valenciana será líder para la multinacional en Europa", afirma.
Dentro de ese plan de reestructuración de la firma del óvalo, los ajustes en la fábrica de Valencia pasan por la bajada de la producción de entre 100 y 150 vehículos diarios y el recorte de turnos, lo que afectará a la producción de KH Vives que no tiene estimación sobre cuánto les puede repercutir dado que ellos las varillas las producen para Ford Europa. "Pasaremos algo mas de un año con un poco de valle, pero en seguida habrá nuevos proyectos por aquí. Estoy convencido", señala Guillermo Vives.
Por ahora la fecha que tienen marcada en el calendario es el lanzamiento de la nueva versión del Kuga desde la factoría valenciana, previsto para después de verano, que supondrá para la compañía la incorporación de 100 empleados y un crecimiento del 10% en facturación. Una tarea que no les es ajena ya que KH Vives ha participado en el lanzamiento de otros modelos. "Nosotros siempre hemos ayudado a Ford con los lanzamientos. Esta vez vamos a colaborar en la coordinación de la implantación de los cambios de ingeniería que se producen durante la fase de lanzamiento coordinando al departamento de desarrollo, junto con la planta de fabricación de vehículos y proveedores", explica el director general, Javier González.
El reto futuro será afrontar las nuevas formas de movilidad en la sociedad con la irrupción con fuerza de vehículos como el patinete, la bicicleta o los coches compartidos. Pero no solo eso, sino también los cambios de estilo de vida de los jóvenes que cada vez más pierden el interés por conducir. "Los jóvenes ya no tienen como prioridad a los 18 años sacarse el carnet y comprarse un coche, sino que prefieren viajar. El coche supone libertad, pero ahora hay otras alternativas. Además, hay más conciencia sobre el cambio climático", reconoce Vives. Las alternativas al tradicional coche son los modelos híbridos o eléctricos que poco a poco comienzan a introducirse en el mercado, aunque para su uso generalizado en la sociedad "quedan años porque falta infraestructuras", señala. "Nosotros vamos a seguir haciendo las cosas bien y a buscar nuevos mercados para crecer. Ese es el objetivo", concluye.