Buenas noticias para el gastrónomo valenciano: ha vuelto la esencia de Kailuze de la mano de Sabino
Tus amigos o tu pareja pueden decepcionarte, también la nueva de Star Wars o el último disco de Sabina. Pero las gambas al ajillo de Pilar nunca defraudan.
Quizá el icono de esta bodega centenaria: es momento de reivindicar estas habas que ya son un poco patrimonio del Cabanyal
La casquería ha vuelto para quedarse. Estas crestas de gallo con langostinos es uno de los platos con más éxito de Anyora. Todo un manjar.
El mejor plato de la mejor barra de sushi de España. Tal cual.
Los Pedrones tiene 250 habitantes y un bar, el de Juani, que hace un gazpacho manchego que te dan ganas de empadronarte en la pedanía requenense
Que un restaurante se cuele por segunda vez en 'El plato de la semana' es UN HITO. Pero es que está tan buena...
Entra directo al TOP 10 de mis postres imprescindibles en Valencia —y es que lo tiene todo este dulce de la familia Andrés: sabor, acidez, frescura y apariencia
Estos guisantes saben a tierra, a mar y a rocío. Es naturaleza en estado puro.
Mi plato imprescindible del Ma Khin Café también esconde una bonita historia personal y familiar. Y nos la han contado.
Después de la paella, no hay plato más valenciano que un All i Pebre. En Mornell lo bordan.
Alzira también existe. Peregrinamos hasta el restaurante CamiVell para visitar sus VIII Jornadas Gastronómicas y sus maravillosas alcachofas
Pollo especiado cocinado sencillamente con humo y brasas. Un homenaje a la cocina cajún originada en Luisiana.
La ensalada tiene mala prensa; pero nosotros no somos ese tipo de prensa
Germán y Carito rescatan este plato tradicional (y lo mejoran) para Fierro, el restaurante de una única mesa.
Lo intuíamos: Hikari ya es un éxito. Y este pollo karaage es (sin duda) mi plato favorito. Os cuento por qué.
Una croqueta no es un plato: es una religión. Y yo creo en ti, croqueta.
El tuétano nos conecta con el lado más animal de nuestra especie. Hueso, brasas y el placer fugaz de saber que uno está pecando a base de bien.
Pocos platos entran en mi (sagrada) categoría de “antojo” —esta tarta es uno de ellos
