CASTELLÓ. Air Nostrum operará la nueva ruta aérea Castellón-Madrid, que el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció el pasado 19 de abril. Con ello, la compañía valenciana sumará su segunda conexión desde el aeropuerto de Castellón, donde opera ya la que une la provincia con Sevilla, en marcha desde el verano pasado y que en el presente ejercicio retomó su actividad a principios del pasado mes de mayo.
A diferencia de los vuelos a la capital andaluza, que opera solo en verano, los que unirán Castellón con la capital del Estado se prolongarán durante todo el año y, después de que arranquen el próximo otoño, "antes del 1 de noviembre", según ha informado Aerocas, tendrán una duración de dos años.
La empresa pública que gestiona el aeródromo castellonense ha informado este miércoles de que Air Nostrum es la única compañía que ha presentado oferta al concurso abierto para operar la ruta a Madrid. Asimismo, en la apertura del primer sobre con la documentación presentada por la aerolínea, la mesa de contratación ha comprobado que reúne los requisitos administrativos. Aunque todavía falta por evaluar el resto de la documentación, relativa a los aspectos técnicos y económicos, es de prever que no haya ningún problema.
Y en el caso de que hubiera algún inconveniente, es probable que ambas empresas encontrasen una vía de solución. De hecho, así se hizo con la ruta a Sevilla, cuyo concurso quedó desierto después de que fuese la única firma en optar a ella, y finalmente el vínculo se materializó a través de un contrato negociado.
De todas formas, todavía faltan por definir muchos aspectos. Entre ellos cuánto cobrará Air Nostrum por la ruta, dado que de los 2,6 millones de euros de importe máximo de licitación (3,15 millones si se le añade el IVA) por los dos años, la mitad los cobrará la aerolínea como ingreso fijo, por el hecho de operar la ruta; y la otra mitad los percibirá en función de la ocupación de los aviones.
En este caso, los pliegos cambian radicalmente la fórmula respecto al resto de conexiones que Aerocas ha adjudicado en virtud de los diferentes planes de promoción del aeropuerto castellonense. Y es que antes las aerolíneas cobraban en función de cada pasajero, mientras en la futura ruta Castellón-Madrid los ingresos alcanzarán el máximo (650.000 euros/año) si la ocupación de los vuelos no llega al 50% y a partir de ese porcentaje el montante se irá reduciendo hasta un mínimo de 200.000 euros al año si la ocupación es del 100%.
El cambio de criterio se debe a que esta es otra fórmula "para incentivar la ocupación", explican desde Aerocas, ya que "en ningún caso a la empresa le conviene que los aviones viajen con pocos pasajeros y cobre el máximo de ingresos variables; sino al contrario, le es más rentable que los aviones vuelen llenos y tenga menos ingresos en función de la cantidad de asientos ocupados; así su rentabilidad es mayor".
En este sentido, tanto los ingresos fijos como los variables, que deben destinarse a marketing, incluyen determinadas opciones para la compañía aérea, como la realización de una campaña de promoción de la ruta, con especial mención a las posibilidades de conectividad asociadas a la misma; así como la rotulación vinílica de un avión con imágenes de Castellón como destino turístico; el lanzamiento de ofertas; la inclusión de tres reportajes anuales sobre Castellón en la revista de a bordo de la compañía; workshops de presentación; o acciones conjuntas con medios de comunicación o de relaciones públicas para promocionar la conexión.
Asimismo, esta deberá disponer de, al menos, 5 frecuencias semanales, en días diferentes, dentro de una franja horaria que garantice el máximo de conectividad aérea con Madrid. Y es que desde Aerocas se pretende hacer valer las posibilidades de conexión que para Castellón abre el aeropuerto Adolfo Suárez con otros destinos internacionales y nacionales.
La nueva conexión mejorará, de esta manera, las relaciones entre Aerocas y Air Nostrum. La valenciana fue quizás la primera compañía en mostrar interés en operar en el recinto aeroportuario castellonense, incluso antes de que estuviese acabado, y así lo hizo a través de los vuelos privados del Villarreal CF. Finalmente, este interés se materializó, en forma de conexión regular, el año pasado. Y ahora incluso uno de sus aviones luce el nombre de Castellón.