Vista del actual garaje de 200 plazas en Giorgeta 24. Imagen: GOOGLEVALÈNCIA. La Galería Jorge Juan es el inmueble más importante de los que aglutina Clubisa, la sociedad de la familia Gómez-Lechón por la que puja Atitlan a través de NAU -mercantil que lidera junto a Gesfesa-. Pero no es el único. De hecho hay otro nada desdeñable: un garaje de 200 plazas en el número 24 de la Avenida Giorgeta.
Se trata de un activo que la propiedad, con la asesoría de Olivares Consultores, está poniendo en valor de cara a la transacción. En la actualidad funciona como tal, como un garaje de alquiler a particulares, si bien el objetivo es transformarlo en un parking en explotación -abierto por horas al público general- para dotarlo de una mayor rentabilidad.
Para ello la mercantil ultima la compra de dos bajos del lugar para dotarlo de un mejor acceso y trabaja en su adecuación a la preceptiva normativa para una instalación de este tipo. Olivares estima que el valor del activo puede pasar de los cinco millones de euros a una horquilla de entre siete u ocho con la implantación de estos cambios.
Además, Clubisa aglutina también un piso con plaza de garaje en pleno centro de València y las oficinas vinculadas a la Galería Jorge Juan. Por el momento, según confirman a este diario fuentes de Atitlan, se trata de una opción de compra condicionada a que se cumplan una serie de variables.
Aunque todo apunta a que se materializará -de hecho Atitlan ya ha tomado la administración de la firma- la familia tiene en mente seguir adelante con este plan de puesta en valor de sus activos independientemente de que la operación con la sociedad inversora llegara a truncarse.
Como publicó este diario, la todavía familia propietaria impulsa desde hace meses una transformación integral del modelo comercial de esta galería, un proceso parecido -aunque con diferencias- al que ya ha emprendido Boulevard Austria en la céntrica calle peatonal de València que le da nombre, Don Juan de Austria.
Si en el bulevar la revolución llega de la mano de Inditex, que ha elegido la propiedad del empresario Andrés Ballester para instalar en sus 9.000 metros cuadrados la flagship de Zara -la tienda de referencia de la marca en la ciudad-, en el caso de la galería la iniciativa debería llevarla a término Atitlan si se convierte en propietaria.
La familia Gómez-Lechón quiere aprovechar el buen momento inmobiliario y comercial de la zona prime de València para rentabilizar la galería mediante una venta y habría encontrado en la sociedad inversora de Roberto Centeno y Aritza Rodero el comprador ideal para su inmueble.
La propiedad la componen cerca de 5.000 metros cuadrados de superficie comercial y 220 plazas de aparcamiento frente a un enclave en alza de la ciudad: el Mercado de Colón; y el proyecto persigue pasar de la atomización comercial actual a un modelo de tan solo entre 2 y 4 operadores de gran tamaño.
