La posición del consistorio marca también el paso a la Generalitat, que hablaba sólo de que el proyecto fuera "creíble y garantizado financieramente"
VALÈNCIA. Un convenio que no sea la ATE, que no se llame ATE pero que recoja las obligaciones que el Valencia adquirió con esa Actuación Territorial Estratégica y que mantenga los derechos urbanísticos que recibió por esa figura, vinculados igualmente al cumplimiento de sus compromisos. Esa es la propuesta que planteó este miércoles el Ayuntamiento de València al Valencia CF y a la Generalitat por medio de la vicealcaldesa Sandra Gómez.
Eso incluye un estadio de primer nivel (equivalente a la anterior calificación de 'cinco estrellas' de la UEFA) de unos setenta mil espectadores y con posibilidad gracias a algún sistema de gradas retractiles de instalar una pista de atletismo que permita a la ciudad optar, además de a grandes eventos futbolísticos y musicales, a grandes campeonatos de atletismo como se acordó en su día.
"Proponemos una solución razonable y que garantiza la viabilidad del club y tener un estadio a la altura. Un nuevo convenio en el que se condicionen las licencias a que el club cumpla con los compromisos suscritos. El club podrá tener derecho a construir el terciario siempre y cuando cumpla con todas las obligaciones", apuntó la dirigente socialista. "No vale cualquier estadio o cualquier aforo. Es innegociable que se cumplan las características que se negociaron", añadió en una rueda de prensa.
En los últimos días y sin pacto previo, los socios del Rialto han ido acercando sus posturas en cuanto a las exigencias al Valencia sobre el nuevo estadio, la piedra angular de todo el problema. Aunque quedan puntos de discrepancia entre Compromís y PSPV, ambos coinciden en que la base de las reclamaciones al club deben ser los convenios que firmó el consistorio en 2005 y 2007 con la entidad y que después se reflejaron en la ATE. "Hay unos convenios y hay que respetarlos", señaló Lucía Beamud, concejala de Igualdad, Actividades, Espacio Público y Pueblos en el programa 90 Minuts de 99.9 Plaza Radio.
El camino marcado desde el consistorio no interpela sólo al Valencia también a la Generalitat, que el pasado 18 de noviembre puso en marcha el procedimiento de caducidad anticipada de la ATE pero ofreció al club mantener sus derechos urbanísticos si presentaba "una propuesta creíble y garantizada financieramente" para acabar el recinto y el resto de equipamientos. De este modo, para que cuente con el visto bueno del Ayuntamiento no bastará con que sea solvente sino que debe recoger las exigencias de la propia ATE. Eso implicaría para el Valencia CF mejorar el proyecto que presentó a las administraciones con la base de los 80 millones que recibirá para infraestructuras por el acuerdo entre LaLiga y el fondo cvc.
Gómez realizó su propuesta en la presentación del informe que su departamento ha hecho a petición de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que es la encargada de caducar la ATE. Desde Urbanismo reiteraron la posición que ya expresaron hace un año de que el proceso se debe realizar por los incumplimientos del club y, de hecho, la socialista avanzó que la Conselleria lo tiene "prácticamente cerrado".
Desde Compromís han decidido no abrir un frente por esa cuestión, aunque entienden que sería más fácil para todos que se mantuvieran el instrumento original. Asumen que es competencia del departamento de Arcadi España y que el camino está trazado. Esa fue la interpretación que el conseller hizo del informe que pidió a la Abogacía en su día sobre el futuro de la ATE. Eso sí, piden que la Conselleria aclare cuanto antes cómo quedará el panorama el día después porque de eso depende la licencia que debe otorgar la concejalía de Beamud. "Todo apunta a la caducidad de la ATE porque no se han cumplido los plazos. Hay una serie de cuestiones que necesitan respuesta para tramitar la licencia pertinente. Hay consecuencias positivas y negativas que se tienen que aclarar antes de otorgar la licencia", señaló la regidora de Compromís.
Ante la previsible caducidad de la ATE (aún falta el informe del IVF sobre las garantias presentadas por el club) se abren dos escenarios. El primero, bastante probable, que el Valencia vaya a la justicia ordinaria como ya ha hecho con la denegación de la prórroga de la ATE por parte de la Conselleria de Economía.
El segundo sería un nuevo pacto entre el club y las instituciones. Ahí entraría el nuevo convenio que planteó Gómez. ¿Que exigencias debería incluir, según el consistorio? Para empezar el aforo. "Me parece fundamental", dijo la vicealcaldesa. El Valencia ha pedido licencia para un estadio de 45.573 espectadores ampliable a 66.000. Pero la socialista, que tiene en esa capacidad su gran bandera, subrayó que la posibilidad de aumentar los asientos no es un compromiso de hacerlo. "No resultaría admisible que el estadio que finalmente se construya no alcance esas exigencias mínimas y mucho menos que fuera más pequeño que el actual Mestalla", apunta el informe de Urbanismo. El PSPV exige que, de inicio, la capacidad sea ya superior a la de Mestalla y cuanto más cerca de los setenta mil, mejor. Pero Gómez no quiso dar una cifra. Desde Ciudadanos, Fernando Giner, mostró su apoyo a la vicealcaldesa "en su apuesta por hacer cumplir las condiciones de la ATE y la capacidad de 70.000". Beamud coincidió en que la capacidad total debe ser la del convenio pero desde Compromís no ven tan importante que se inaugure con esos setenta mil espectadores como pactar un calendario que lo asegure.
El partido del alcalde, Joan Ribó, hace en cambio más hincapié que sus socios en la pista de atletismo, porque era uno de los grandes objetivos de los convenios para que la ciudad pueda albergar Mundiales o Europeos, por ejemplo. "Igual que pedimos la obligación de llegar a los 70.000 espectadores, pedimos que se haya una pista. ¿Cómo justificas que pides que se cumpla el convenio en el aforo si eliminas la pista?", apuntó Beamud, que recordó que el proyecto habla de la posibilidad de una pista de atletismo que no sería fija. Desde su partido piden un plan mucho más concreto para poder ponerla y quitarla.
Pero hay más obligaciones que el Valencia debería cumplir y en la que hay acuerdo. El estadio debe incluir el museo del club, la sede social y espacios comerciales. En el proyecto presentado está contemplada la obra pero no la actividad. Además, el club debe cumplir los compromisos de los planes de movilidad en ambas parcelas, así como los de urbanización, según detalló Gómez.
La responsable de urbanismo dejó abierta la opción a firmar ese convenio y que el Valencia no lo desarrolle y siga de momento con su proyecto pero remarcó que renunciaría también a tener ahora unos beneficios a los que podría acceder después, con esta u otra propiedad. Ahí cobraría sentido la suspensión de licencias del terciario. Aunque el informe habla también de las parcelas residenciales desde su departamento aclararon que como la ATE sólo aumentó las del terciario (el 'regalo' del gobierno popular fue de 36 mil metros cuadrados) no habrá problema en hacer las torres residenciales.
La dirgente socialista asumió que no habría motivo para denegar la licencia pedida por el club para ese estadio de cuarenta y cinco mil espectadores pero recordó que la caducidad de la ATE sin un pacto supondría volver al planeamiento del PAI de Mestalla de 2007. Eso dejaría al club con unos trece mil metros cuadrados de terciario en el actual Mestalla frente a los casi cincuenta mil a los que puede optar. Y eso son bastantes millones en una futura venta de la parcela.
Lo que dejó claro la vicealcaldesa es que sea cual sea el escenario el Valencia debe construir el polideportivo de Benicalap porque ese acuerdo corresponde al de la permuta de terrenos que hicieron Ayuntamiento y club para la parcela del Nou Mestalla. Y avisó que si no lo hace será el consistorio el que vaya a los tribunales.