VALÈNCIA. Bankia (BKIA) bajará la persiana a 121 oficinas repartidas por toda España de aquí hasta el próximo 3 de febrero, bien del propio banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri o bien de Banco Mare Nostrum (BMN). Y un 40,5% de las mismas -concretamente 49- están ubicadas en algún punto de la Comunitat Valenciana donde 41 de ellas corresponden a la entidad liderada por Carlos Egea, tal y como ha podido saber este diario. El motivo no es otro que evitar solapamientos en la red comercial de la nueva entidad, que por cierto recibía la pasada semana las pertinentes autorizaciones para iniciar el proceso de integración.
La mayor parte de las oficinas que se van a cerrar, tal y como la dirección de Bankia lo ha trasladado a los sindicatos en el marco del proceso de consultas previo a la negociación formal del ERE que aplicará el banco para suprimir duplicidades, corresponden a sucursales de BMN. O lo que es lo mismo: el banco fruto de la integración de las extintas cajas de ahorro Caja Murcia, Caja Granada, la balear Sa Nostra y la catalana Caixa Penedés, que fue vendida al Banco Sabadell en 2012.
Alicante es la provincia de la Comunitat Valenciana más afectada por los cierres, dado que serán 26 oficinas las que dejarán de estar operativas en menos de un mes: 5 en la capital y 21 en la provincia, además de incluir la bajada de persiana en 8 sucursales de Bankia. En València serán 18 (5 y 13 respectivamente); mientras en Castellón 5 (1 en la capital de La Plana y 4 en la provincia). En ambas no habrá cierres que afecten a sucursales de BKIA, según la información obtenida por Valencia Plaza.
El planteamiento inicial del proceso de reestructuración de Bankia también contempla la salida de 2.510 trabajadores, de los que de los que 1.118 corresponderían a la red comercial y otros 817 a los servicios centrales. Además, se prevé el recorte de 200 puestos de trabajo con motivo de la digitalización y la salida de unos 375 empleados que actualmente se encuentran en excedencia voluntaria por la aplicación de otros ERE y que se incorporarán a partir de 2018.
Bankia y BMN cuentan conjuntamente con 17.531 empleados, por lo que el ajuste planteado supondría la salida del 14,32% de la plantilla de la sociedad resultante de la fusión. Según explicaron fuentes de UGT a la Agencia EFE la semana pasada, el banco mantiene su propuesta de prejubilaciones a partir de los 57 años, pero desde el sindicato solicitan que los trabajadores puedan acogerse a esta medida desde los 55 años. Asimismo, los sindicatos reclaman también que se reduzca más del 28% la cifra de afectados por el ajuste laboral tras la fusión de Bankia y BMN -o mejor dicho la absorción de la segunda por la primera-, para que no supere los 1.800 trabajadores; mientras abogan por otras fórmulas como suspensiones temporales de contrato, reducciones de jornada y excedencias.
La dirección de Bankia prevé prejubilaciones a partir de los 57 años con un porcentaje del salario bruto a determinar y con convenio con la Seguridad Social hasta los 63 años. Para los menores de esta edad, la fórmula propuesta por el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri son bajas incentivadas. Además, también contempla indemnizaciones a partir de 80 kilómetros de movilidad geográfica, frente a la petición de 35 kilómetros de los sindicatos.
Hasta el momento, la dirección de la entidad domiciliada en València ha decidido mantener en 2.510 el número de trabajadores que abandonarían la entidad en el marco de este proceso, pero habrá que esperar acontecimientos porque el 'tijeretazo' podría tener continuidad según se desarrollen las negociaciones entre la dirección y los sindicatos, que se reanudarán la próxima semana.
Por último, y en otro orden de cosas, está previsto que las acciones que emitirá Bankia para atender el canje de fusión con BMN sean admitidas a negociación en el principal mercado español de valores, es decir, el Mercado Continuo a partir del próximo 12 de enero.