VALÈNCIA (EP). La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital española, Nadia Calviño, celebró este sábado que todos los países de la Unión Europea se hayan mostrado abiertos a debatir en un "tono muy constructivo" sobre la revisión de las normas de disciplina fiscal europeas.
"Mi balance de este intercambio y de las distintas posiciones que se han expresado es positivo, en el sentido de que todos los países se han mostrado abiertos a abordar con un tono muy constructivo una reflexión que es imprescindible porque los retos a los que nos enfrentamos (...) son retos que tenemos que abordar juntos a nivel europeo", dijo en declaraciones a Efe al término de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE.
Estos desafíos, según dijo Calviño, pasan por responder a las consecuencias de la pandemia y acometer las inversiones necesarias para la transición verde y digital.
Los ministros mantuvieron este sábado un debate sobre cómo conjugar la necesidad de reducir los niveles de déficit y deuda que se han disparado por la respuesta al covid-10 con la enorme inversión pública que se requerirá para lograr los objetivos climáticos de la UE para 2030, lo que supone una primera aproximación al debate sobre la reforma de las normas fiscales europeas que se abrirá oficialmente en otoño.
Calviño consideró que este "debate inicial", en el que no se abordaron propuestas concretas de reforma, "ha consolidado algunos elementos importantes", como el que la discusión debe "mirar el futuro" para tratar de garantizar que las reglas y sistemas fiscales europeos sean justos desde el punto de vista "intergeneracional", "social" e "interterritorial, tanto dentro de los Estados miembros como en el conjunto de la Unión".
Con esta perspectiva, dijo, España trabajará "no solo con los países que tienen una posición quizá más próxima, sino con el conjunto de países" de la UE.
España, como Francia o Portugal, abogan por tener en cuenta la nueva realidad fiscal generada a raíz de la pandemia y las grandes necesidades de inversión en la transición ecológica, mientras que otros países nórdicos y del centro de Europea advierten de que la base de las normas debe seguir siendo el control del déficit y la deuda.
Así lo expresaron en un documento conjunto ayer Austria, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Letonia, Eslovaquia y República Checa.
Las reglas fiscales europeas se suspendieron para permitir el gasto público necesario para responder a la pandemia en marzo de 2020 y está previsto que sigan congeladas durante todo 2022.