Cinco propuestas de literatura infantil para superar los cuadernillos de verano

La editorial alicantina Fun Readers trabaja en sacarle juego a los libros para que los niños se diviertan con sus historias. Dando un papel protagonista a la inteligencia emocional y la creatividad buscan crear libros infantiles que ayuden a los niños a centrarse en ellos mismos de forma divertida. Entre sus best sellers se encuentran los libros Juan sin móvil, Mi infinito y El canino de Santiago, libros desde los que las historias personales recalan en los más pequeños para que estos mismos hagan su lectura propia.

Ganadora del Gran Premi Junceda 2018 el libro infantil La ciutat dels animals habla sobre la armonía y la igualdad entre los humanos y los animales. El libro se centra en la historia de Nina, una niña pequeña que le encanta esconderse en la ciudad salvaje, que ahora está ocupada por la "naturaleza". Los animales que le reciben en esta ciudad le reciben siempre con una fiesta y una gran reunión en la que esperan impacientes a que Nina les cuente sus propias historias. 

La editorial valenciana Media Vaca trabaja con medio centenar de niños en su colección Aún aprendo, en la que, junto a estos pequeños autores, trabajan en la publicación de los libros que se hacen junto a ellos. En los libros de esta colección: ¡Que vuelvan los estorninos! y De la mosca y su utilidad, desde la editorial someten a los niños del Colegio Municipal Benimaclet a un ejercicio creativo único en el que tienen que interpretar la historia de la invasión de pájaros estorninos en València (en los años 80) e imaginar para que sirve una mosca. 

La ediorial Milrazones crea el álbum ilustrado Rumba. La girafa que volava fent badalls, en el que cuentan la historia de una peculiar jirafa que cada vez que bosteza consigue "volar". Este super poder le lleva a alzarse en el cielo y contemplar el mundo desde arriba, más allá de lo que le permitiría su cuello, y también acercarse a lugares desconocidos para ella. Esta lectura de altos vuelos sirve para que los más pequeños comprendan, a través de su historia, la ausencia de los más queridos. 

Vèronica Fabregat, una ilustradora y diseñadora gráfica de Castelló, se sumerge en el bosque con Jugamos al escondite, un libro en el que solo a través de las imágenes sumerge al lector en suy mundo imaginario repleto de naturaleza y animales. Este libro, un canto a la amistad dentro del bosque, esconde a varios jugadores entre la fauna y la flora del lugar, que se convierten también en protagonistas del relato.