VALÈNCIA. El Gobierno valenciano ha licitado por 1,6 millones de euros las obras para mejorar el estado de la cuneta de la carretera CV-410 que discurre por Aldaia, Alaquàs y Torrent. Mediante esta actuación, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica busca proteger a estos tres municipios de l'Horta Sud de las inundaciones.
La cuneta se encarga de reducir el caudal que llega desde el barranco de la Saleta hasta los núcleos urbanos, desviando una parte al barranco de Torrent. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) fue quien propuso la idea de aprovechar la zanja para colectar agua en 2006 y una década más tarde, en 2017, procedió a su ampliación después de los episodios de lluvias intensas por una gota fría.
La ampliación se ejecutó en vía de urgencia debido a la necesidad de solucionar rápidamente los daños causados por el temporal. Por ello, hubo limitaciones en los trabajos y la solera y cajeros de la cuneta quedaron sin revestir. De esta manera, tal y como informa la Generalitat en un comunicado, el "previsible deterioro de los taludes y la aparición incontrolada de vegetación" hacen que el estado actual sea inestable a medio y largo plazo, ya que con el paso del tiempo el caudal drenado disminuirá.
En consecuencia, con el fin de reducir el riesgo, se finalizará la obra que comenzó hace cinco años y quedó a medias. Se llevarán a cabo tareas de revestimiento con una capa de 20 centímetros de hormigón, así como acciones para reducir la presión del agua, sanear los desprendimientos y refinar los taludes, entre otras. El plazo para presentar ofertas finalizará el próximo 21 de septiembre.
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha valorado el avance como positivo para el término, pero insiste en que se trata de una medida provisional: "Desde Aldaia seguimos reivindicando las inversiones necesarias para llevar a cabo el desvío definitivo del barranquet. La ampliación del cunetón en 2017 ha evitado males mayores en las últimas DANAS, pero seguimos exigiendo la solución total y definitiva a este problema endémico de nuestro municipio", demanda.
Según explican desde el consistorio, a pesar de que fue la primera intervención en más de 20 años para evitar grandes inundaciones y consiguió triplicar la capacidad de drenaje, no ha sido suficiente, y tampoco lo será después del revestimiento.
El cauce del barranco de la Saleta atraviesa la población y, debido a sus desbordamientos, requiere de una desviación completa que garantice la seguridad. El municipio ha sufrido las consecuencias de las fuertes lluvias desde hace décadas: solamente en el siglo XX hubo cinco inundaciones caóticas y en el año 2000 se inundó un 60% del territorio.
Así pues, el riesgo histórico al que se enfrenta la localidad obliga al consistorio a tomar continuas medidas de prevención recogidas en su Plan de Actuación Municipal ante el Riesgo de Inundaciones. Además, un sistema de videovigilancia instalado al oeste del casco urbano mantiene una supervisión constante del caudal, con el objetivo de reaccionar inmediatamente cuando sea necesario.
Esta problemática es un denominador común para varios municipios de l'Horta. De hecho, el desvío de las aguas de la Saleta a Torrent formó parte del proyecto comarcal "Adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera". En él, se incluyen medidas que también buscan una mejora de las condiciones en pueblos como Paiporta, Quart de Poblet, Xirivella y Picanya.