CASTELLÓ. Colorker redefine su estrategia de crecimiento. El fabricante azulejero, que en los últimos años perseguía unificar toda su actividad en Xilxes, ha dado un giro a sus intenciones. Así, la firma volverá a tener actividad en l'Alcora más de una década después de dejar de producir allí. En concreto, la compañía ha comenzado ya a ejecutar el proyecto para emplazar un centro logístico en sus antiguas instalaciones, que tienen una superficie aproximada de 60.000 metros cuadrados.
Aunque la sociedad compró el hotel Simba para ubicar en él las oficinas y el nuevo showroom, el hecho de que este proyecto se tuviese que plantear a largo plazo ha forzado al cambio de estrategia, reconocen fuentes de la firma. De esta manera, la empresa ya ha desinvertido en el hotel y se encuentra plenamente inmersa en recuperar las instalaciones de l'Alcora. Parte de ellas las arrendó tiempo atrás a la comercializadora Newker, pero esto no planteará ningún problema para acabar disponiendo de todo el espacio.
Así, han sido las necesidades de espacio a corto plazo las que han obligado a los dirigentes de Colorker a dar este paso. Y es que el acuerdo de integración con la comercializadora Saniceramic no ha podido dar mejores resultados. En el primer año en vigor el crecimiento del fabricante ha sido "del 25%" y en 2021 su facturación superó "los 90 millones de euros".
Esto, y la reciente puesta en producción del nuevo horno, que suma 10.000 metros cuadrados de revestimiento diarios, han elevado las necesidades de espacio logístico. No en vano, con los cerca de 3 millones de m2 anuales que ahora suma la firma, esta ya roza los 12, algo al alcance de muy pocas compañías. Este volumen de producto sale así ya de los cuatro hornos y cinco líneas productivas con las que cuenta.
Así las cosas, las intenciones de los dirigentes de Colorker es disponer de las instalaciones de l'Alcora "para verano". Las obras a ejecutar no son demasiado complejas y se centrarán en la habilitación de las zonas de carga, para lo cual ya se están construyendo los muelles. Otras labores tendrán una índole más tecnológica, por ejemplo, la instalación de lectores de códigos de barras. Además, con su adecuación, la compañía pone en valor un espacio de prácticamente 60.000 m2, de los que prácticamente 40.000 son cubiertos.
Asimismo, el centro logístico de Saniceramic en Sant Joan de Moró ha sido habilitado para albergar las piezas de gran formato Arklam, destacan desde la compañía.
En cuanto a otras inversiones, Colorker, que es todo un referente en cuanto a la aplicación de la industria 4.0, va a incidir en la digitalización de su showroom, de forma que lo pueda hacer accesible a sus clientes a distancia.