VALÈNCIA. Sin opciones. Así se quedaron este martes los partidos del Botànic para aprobar la reforma de la Ley Electoral Valenciana en esta legislatura. Ciudadanos, partido necesario para que PSPV, Compromís y Podemos puedan validar la propuesta de modificación de la norma que registraron en marzo, votó en contra de todas las enmiendas y de todo el articulado de la ley en la comisión de Coordinación de Les Corts. La norma todavía debe llegar a un pleno, pero el tripartito no tiene los 66 votos necesarios para que salga adelante.
Así, este martes no sólo no se aprobó bajar la barrera electoral del 5% al 3%, sino que ningún punto consiguió el voto favorable de la formación naranja: las listas cremallera que garantizarían una representación paritaria en las instituciones; las primarias abiertas en los partidos (incrementaban en un 5% la subvención electoral a los partidos en caso de hacerlo); la incompatibilidad de ser diputado a la vez que concejal o alcalde para que cada persona ocupe solo un cargo; el mailing unificado para que las papeletas se envíen por correo y reducir así el impacto sobre el medio ambiente; realizar debates obligatorios en À Punt; las listas desbloqueadas para que los electores puedan cambiar la posición de algunos candidatos; facilitar el voto de residentes en el extranjero; y tener una distribución proporcional de los espacios electorales.
El partido de Albert Rivera en la Comunitat defendió que la ley propuesta les parecía "un parche" porque no recogía un aspecto para ellos "fundamental" como es "la circunscripción única" que permitiría eliminar las tres demarcaciones provinciales actuales y dejar una sola de carácter autonómico de manera que se produjera una mayor proporcionalidad en la representación de Castellón, València y Alicante en la cámara valenciana. Sin embargo, cabe decir que la reforma de la ley aún no puede incluir este aspecto porque para ello es necesario que se realice una reforma del Estatuto de Autonomía.
No en vano, el propio grupo que lidera Mari Carmen Sánchez registró una reforma de la Carta Magna valenciana en este sentido este mismo martes. Una Proposición de Ley que ya ha firmado con Compromís -para que un grupo parlamentario pueda plantear una modificación estatutaria es necesario que la presente con la rúbrica de otro partido más- y que los naranjas esperan que sea respaldada por el resto de fuerzas políticas.
No obstante, los otros dos grupos del Botànic -PSPV y Podemos- no están dispuestos a ofrecer sus votos en esta cuestión después del portazo definitivo de Ciudadanos en la reforma de la LEV. Si bien esta decisión de socialistas y morados no viene motivada únicamente por este último movimiento del partido de Rivera en la Comunitat. Los del puño y la rosa ya mostraron su disconformidad con que la coalición valencianista, sus socios en el Consell, ofrecieran su firma a Ciudadanos para que éstos pudieran registrar la propuesta de reforma del Estatut de Autonomía. Consideraban que hacerlo era un "error" por los términos en los que los naranjas planteaban el debate.
Cs pedía que la reforma de la Carta Magna fuera aprobada en el Parlamento valenciano y después en el Congreso de los Diputados -cuestión que ya no depende de los parlamentarios de Les Corts- para posteriormente ellos respaldar la reforma de la LEV. Unas condiciones que son irrealizables en esta legislatura, ya que la modificación del Estatut requiere de la ejecución de un referéndum. Con estos mimbres, los naranjas insistirán al resto de fuerzas del Botànic para ver aprobada su propuesta. Sin embargo, el ambiente generado después de su rechazo a reformar la LEV parece indicar que correrá la misma suerte que la ley rehusada este martes.