Hoy es 16 de octubre
MADRID. Las vacaciones de Acción de Gracias en Estados Unidos suelen ser motivo de tranquilidad y de falta de volatilidad en los mercados, y la semana pasada no fue una excepción. Los índices PMIs de actividad empresarial de la eurozona y el Reino Unido, el primero débil y el segundo más fuerte de lo esperado, fueron los principales impulsores del mercado. En consecuencia, la libra cotizó ligeramente al alza frente al euro y al dólar estadounidense. Las divisas de los mercados emergentes, al igual que los activos de riesgo, fluctuaron sin una tendencia o tema claros, y en su mayoría, terminaron la semana con un 1% o menos de diferencia con respecto al punto de partida.
Esta semana la atención debería volver a centrarse en los datos, en particular en los relativos a la inflación. El jueves se publicarán los datos preliminares de inflación de la eurozona correspondientes al mes de noviembre, el indicador más relevante ahora mismo. El mismo día se publicará el informe de inflación del PCE de Estados Unidos relativo a octubre. A falta de reuniones de política monetaria de los principales bancos centrales, varios miembros de la FED, el BCE y el BoE hablarán en público. La gran pregunta para los mercados de divisas es si la fuerte caída del dólar puede continuar en ausencia de señales más claras de fortaleza económica fuera de EE UU. En nuestra opinión, es posible que el billete verde haya caído demasiado y muy rápido.
Los índices PMIs preliminares siguen apuntando a una contracción económica en el cuarto trimestre en la Eurozona, lo que confirmaría una recesión técnica tras la contracción del PIB del tercer trimestre. El BCE espera que el informe de inflación relativo a noviembre de esta semana alivie un poco el pesimismo, ya que se espera que tanto el índice general como el subyacente vuelvan a caer significativamente, hasta situarse justo por debajo del 4% en este último caso. Sea cual sea el resultado, la subida del euro frente al dólar de noviembre será difícil de mantener a menos que la economía de la eurozona empiece a dar señales de vida.
Durante la semana de Acción de Gracias, en la que los datos fueron escasos, el dólar cotizó en base a los acontecimientos en otros lugares. Los datos de segundo orden publicados la semana pasada pueden haber servido para retrasar las expectativas de recortes de tipos. Las peticiones semanales al subsidio por desempleo cayeron bruscamente, lo que desmiente la hipótesis de un enfriamiento de las condiciones del mercado laboral, mientras que las expectativas de inflación de los consumidores volvieron a subir. Sin embargo, los datos de inflación del PCE que se publican esta semana serán una prueba más significativa de si la tendencia desinflacionista se mantiene a pesar de la fortaleza del mercado laboral y la preocupación de los consumidores por la inflación.
Los índices PMIs de actividad empresarial dieron una importante sorpresa positiva en el Reino Unido la semana pasada. El índice compuesto repuntó hasta situarse por encima del nivel de 50, que indica expansión, lo que contrasta con las cifras más sombrías publicadas al otro lado del Canal de la Mancha. La modesta expansión, la inflación pegajosa y el estímulo fiscal anunciado recientemente por el gobierno probablemente significan que el Banco de Inglaterra se mostrará reacio a bajar los tipos a corto plazo. La libra subió frente a la mayoría de las principales divisas, y creemos que tiene margen para seguir haciéndolo frente al euro.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
El analista recopila lo más destacado de las últimas referencias macro e informes económicos publicados referentes al Viejo Continente