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los valencianistas apuestan por la mediación para resolver la situación

El desacuerdo por la subida de impuestos tensa la relación entre Compromís y el PSPV en Carcaixent

27/07/2021 - 

VALÈNCIA. El desacuerdo sobre si se deben incrementar, o no, los impuestos en Carcaixent ha tensionado en las últimas semanas la relación entre los dos socios de gobierno en el ayuntamiento, Compromís y PSPV. Este escenario de disconformidad tiene su origen en 2019 cuando el equipo de gobierno, formado por ambas fuerzas botánicas y un regidor no adscrito, aprobaron un cambio en las ordenanzas fiscales para aumentar los impuestos.

Principalmente, esta subida fiscal se produjo en el impuesto del IBI, la principal tasa municipal: "vimos las necesidades que teníamos y planteamos subir los impuestos, sobre todo centrados en el IBI, porque pensamos que era lo más justo, ya que paga más quien más tiene", explica el alcalde de Carcaixent y portavoz de Compromís, Paco Salom. Sin embargo, el procedimiento para aprobar esta ordenanza se alargó en el tiempo y, finalmente, salió adelante por la vía de urgencia.

Este defecto de forma a la hora de aprobar el incremento de impuestos provocó que dos de los partidos de la oposición, el Partido Popular y Units per Carcaixent, presentaran una demanda en su contra y que el TSJCV les diera la razón. Según concretaron desde el grupo de los populares, "el TSJCV considera que el equipo de gobierno no respetó los plazos legales de exposición pública, privando a los ciudadanos del trámite de audiencia requerido por la ley, y provocando así una indefensión que motiva la nulidad de todas las modificaciones de las ordenanzas aprobadas".

Fue entonces cuando empezó a gestarse el desacuerdo entre Compromís y el PSPV: "las necesidades de recursos continúan, no han disminuido, al contrario, han crecido, y necesitamos unos ingresos mínimos para mantener los gastos corrientes del día a día, ya no hablo ni siquiera de inversiones", cuenta Salom.

1,2 millones de euros de recortes

Tras esta decisión judicial, desde el consistorio calculan que serán 1,2 millones de euros el dinero que dejarán de ingresar tanto para este ejercicio, como para los siguientes. Por lo tanto, deberán recortar parte de los gastos previstos. Y, ante este escenario, la postura de los socios es opuesta: mientras que los socialistas declinan cualquier aumento de las tasas, los valencianistas defienden tramitar las ordenanzas de manera ordinaria en lugar de por urgencia.

"Consideramos que no es el momento adecuado para subir los impuestos porque es el momento de apostar por la recuperación económica", defiende la vicealcaldesa del PSPV, Sara Diert. Mientras que, desde las filas de Compromis, aseguran que no saben de donde recortar: "son servicios básicos, no gastos extraordinarios, y les hemos preguntado de donde recortar, pero no hay respuesta", relata el primer edil.

 Precisamente, respecto a las posibles soluciones, desde el grupo de los socialistas señalan que están trabajando "tanto ellos como nosotros para conseguir ver que restructuración podemos hacer en los presupuestos para que los números cuadren y se presten los servicios con garantías". Por ello, "confían" en llegar a una solución como, por ejemplo, "no aplicar las reglas fiscales para el 2022", explica Diert.

Al llegar a este callejón sin salida, desde el grupo de Compromís de Carcaixent han explicado que han decidido poner la situación en manos de los partidos a nivel autonómico y han solicitado una mediación para resolver esta cuestión. Según ha señalado el alcalde de Carcaixent, el objetivo es que valoren la situación y resuelvan "quien de los dos está equivocado". "Si nosotros estamos equivocados, aceptaremos que no lo hemos hecho bien. Pero si tenemos la razón, los otros tendrán que hacer el mismo y reconsiderar su postura", expone. Eso sí, advierte: "si a pesar de esto no quieren subir impuestos, entonces se abrirá un segundo escenario distinto de discrepancia muy grande y que los diferentes colectivos tendrán que resolver".

Sin intención de romper el pacto, por el momento

Para los valencianistas, la postura de sus socios en el ayuntamiento representa un "atentado" contra el pacto de gobierno. "De los 7 ejes programáticos, uno era hacer una gestión financiera rigurosa que nos permitiera tener los ingresos necesarios para poder prestar unos servicios públicos mínimos y de calidad", argumenta Salom. "Si no tenemos la capacidad para obtener los ingresos, están atentando contra el acuerdo de gobierno, nos parece un incumplimiento", censura.

Pero, sin embargo, aseguran que han recurrido a la mediación "porque no nos interesa romper el pacto. A pesar del desgaste, vamos a encontrar una solución, pido a nuestros partidos que nos den luz y ellos que lo ven desde fuera, que lo miren objetivamente y nos echen una mano, que se opine sobre las soluciones y se busque una vía de encuentro para reducir este enfrentamiento", cuenta el primer edil.

Por su parte, desde el PSPV tienen una visión más moderada del conflicto y lo reducen a un "desacuerdo puntual": "consideramos que un pacto supone que hay desacuerdos en algunas posturas y en ningún momento hemos hablado de romper por tener una opinión diferente", asegura la vicealcaldesa socialista. "Somos dos partidos distintos y, aunque compartamos pactos, siempre hay discrepancias en la visión política y eso es algo normal que pasa en cualquier gobierno. Pero esto no implica que se deba romper todo, hay un desacuerdo en un tema puntual", insiste Diert.

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