el rol de la Administración Pública en la nueva normalidad (Fotos: KIKE TABERNER)
el rol de la Administración Pública en la nueva normalidad (Fotos: KIKE TABERNER)
el rol de la Administración Pública en la nueva normalidad (Fotos: KIKE TABERNER)
VALÈNCIA. El estallido de la pandemia y la declaración del estado de alarma pusieron en jaque hace meses a la Administración Pública, que todavía en 2020 sigue teniendo pendiente uno de sus mayores retos: la digitalización. Aunque ya existe la posibilidad de poder realizar trámites de manera telemática o que los ciudadanos utilicen herramientas para hacer gestiones desde casa, aún existen muchas barreras que sortear y trabajo por hacer para que la modernización de la administración sea completa.
Los mayores hándicaps con los que se enfrenta la Generalitat son la eterna burocracia o la escasez de personal. La crisis sanitaria de la covid-19 ha cambiado la forma tanto de trabajar como la manera en que la Administración interactúa con el ciudadano, y aunque "se ha avanzado en meses lo que no se había avanzado en años", todavía "queda por hacer". Estas fueron las principales conclusiones a las que se llegaron en el desayuno informativo del pasado jueves organizado por Everis y Valencia Plaza, y celebrado en el Hotel SH Valencia Palace.
A la jornada acudieron la subsecretaria de Justicia, Belén Cardona; el secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital, Jordi Juan; el secretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero; el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; el secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, Enric Nomdedéu; la secretaria autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Paula Tuzón; la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés; el subsecretario de Vicepresidencia y e Igualdad, Daniel Mestre; el socio director de Everis en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, Pedro Novella; el responsable en Everis de sector Público y Sanidad en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, Juan Ramón Morales; y el socio responsable de Sector Público en Everis, Alex Fabra.
Juan fue el primero en tomar la palabra para exponer cómo la crisis sanitaria ha afectado a la Administración. El secretario autonómico de Innovación reconoció que ni la Generalitat ni la sociedad estaban tan digitalizadas como se pensaba. "Mi valoración es positiva por lo que se ha avanzado en poco tiempo, pero la situación aún así no es para echar cohetes. Y esta situación ha puesto de manifiesto que relacionarse telemáticamente con la administración no solo es posible, sino también positivo". Ahora bien, a pesar de ello, puso encima de la mesa uno de los problemas que todavía existen y que está tratando de paliar el Gobierno valenciano: la brecha digital.
Una tesis, la del avance de la Administración en los últimos pero la necesidad de seguir haciéndolo, compartida también por Tuzón y Colomer. La primera aseguró que las políticas puestas en marcha por el Botànic en estos meses han permitido crear "sociedades menos vulerables", mientras el segundo fue más crítico al advertir que el coronavirus ha puesto de manifiesto la fragilidad de la sociedad. "Esto debe suponer una cura de humildad. En mi departamento, por ejemplo, 25 personas han tenido que cogerse la baja y no se han podido reincorporar desde entonces... Estamos lejos de la transformación digital y hace falta una auténtica revolución. La Administración no debe ser una carga, sino una ayuda", sentenció.
Por su parte, Andrés expuso cómo la pandemia ha sacudido el departamento de Sanidad, también por lo que respecta a la digitalización y la interrelación con el ciudadano. De recibir una media de 40.000 llamadas mensuales, los servicios sanitarios han pasado a tener más de un millón. Un servicio que han tenido que prestar para realizar la famosa trazabilidad de los contagios o atender a posibles positivos para ofrecerles citas y practicarles PCR. Asimismo, además de reforzar los equipos y cambiar la forma de relacionarse con los usuarios, la Conselleria también ha tenido que activar plataformas que ofrecieran información actualizada y accesible para los pacientes. "La receta electrónica existe, hay seguimiento personalizado, no es necesario ir al centro de salud para obtener el certificado de baja, ni tampoco para cambiar los datos de la SIP, por ejemplo", explicó. "La revolución ya se ha producido y va a ser muy difícil volver a tiempos pasados", añadió.
Otro de los departamentos que se ha enfrentado a un test de estrés en la pandemia es Labora, que tuvo que gestionar las ayudas a los autónomos y tramitar los ERTE desde que en marzo decretaron el estado de alarma. Nomdedéu manifestó que su área pudo atender a 42.000 autónomos gracias, por una parte, a la partida de 57 millones de euros que había autorizado la Conselleria de Economía, pero especialmente por el sistema informático a través del que se habían cursado estas ayudas. Una cifra que queda lejos del número de solicitudes que recibieron, pero que triplica con distancia a otras autonomías. También recalcó la importancia que ha tenido en esta pandemia la puesta en marcha del teletrabajo, algo que ha sido posible gracias a las tecnologías y un modelo de trabajo no presencial que hasta ahora no estaba en absoluto desarrollado en la Administración.
Cardona, por su parte, aseguró que Función Pública está trabajando en una ventanilla única -la Oficina de Simplificación Administrativa- que pretende reducir los trámites y "acompañar las empresas agilizando y centralizando los trámites administrativos a los que se enfrentan". "Nos debe permitir resolver carencias históricas de la administración", concluyó.
Respecto a esta cartera, el secretario autonómico de Hacienda, Gamero, consideró que en la Administración hacen falta más recursos humanos y la tasa de reposición es un lastre en ese sentido. "No es lo mismo la tasa de funcionarios con la que cuenta Extremadura, que la que tiene la Comunitat, que somos la segunda autonomía con menos trabajadores públicos", explicó. Un factor que influye especialmente en la agilidad de la Administración. En cualquier caso, expuso que en su departamento, dos áreas han sido las que más han podido avanzar a raíz de esta pandemia: la Dirección General de las TIC, que en "meses ha logrado lo que hubiera costado años", y la tesorería de la Generalitat, que ha tenido que recurrir a "reservas para pagos covid-19, a la compra de material en el mercado internacional o a negociar con proveedores internacionales, así como apoyar a departamentos como Labora".
El subsecretario de la Conselleria de Igualdad, Mestre, explicó que su departamento, al igual que Sanidad, también ha intentado ir implementando plataformas digitales. Eso sí, quiso matizar que esa transformación digital hacia la que la Administración debe caminar debe ir acompañada de un "acercamiento a las personas que no pueden acceder a ella bien por incapacidad intelectual, económica" o cualquiera que sea el factor. Narró, además, que la carencia de regulación en Servicios Sociales ha sido un hándicap para la Conselleria de Políticas Inclusivas.
Con este escenario, los asistentes coincidieron en que los fondos europeos jugarán un papel fundamental que la Generalitat va a tener aprovechar para ser más competitiva y resolver las carencias que aún tiene. "Es una oportunidad para transformar nuestro modelo económico y social", estimó Gamero. Ahora bien, a su juicio "esta inyección temporal de fondos" no debe servir para los gastos ordinarios que tenga la autonomía, sino para dirigirse hacia una "economía más industrializada, de I+D+i".
Un análisis con el que coincidía el socio responsable de Sector Público en Everis, Álex Fabra. "No deben servir para tapar agujeros", consideró para más adelante armonizar en la tesis expuesta minutos antes por Juan: "Me parece importante el papel que tendrá la ciencia y la innovación, como decía Jordi (Juan), porque no debemos olvidar que el desarrollo de la economía se fundamentará en la tecnología y, actualmente, existe una falta de científicos, una brecha de género y una brecha social". Respecto a esta falta de científicos, Fabra observó que las familias con una posición socioeconómica más desfavorecida tienden a no optar por este tipo de trayectorias profesionales; una circunstancia que, a su juicio, debería atender también la Administración.
En este sentido, el responsable en Everis de Sector Público y Sanidad en la Comunidad Valenciana y Región de Murcia, Juan Ramón Morales subrayó la importancia de situar a la Comunitat como "punta de lanza" no solo para retener talento, sino también para la atracción del mismo. "Cuando todo esto pase, tenemos que volver a competir, y estamos un poco atrás en cambio y transformación climática. Autonomías como la catalana están atrayendo grandes corporaciones. No tenemos que crear miles de aplicaciones tecnológicas, sino aprovechar también el tejido productivo valenciano; la Administración se ha encontrado con esta situación igual que el tejido productivo, y tienen que darse la mano para posicionar a la Comunidad Valenciana a la vanguardia de la digitalización, tecnología y cambio climático", aseveró. Tuzón, de hecho, reparó en que estos fondos europeos "llegan" en un momento en que la Generalitat ha aprobado un decreto de ayudas a fotovoltáicas y eléctricas, por lo que aseguró que nadie se puede "permitir" que lleguen los fondos europeos y no puedan gestionarlos. "Debemos tener un plan".
Con todo, Pedro Novella intervino para reflexionar que en 2009, las familias fueron las que soportaron la crisis económica, mientras que en esta, a pesar de que la Administración se ha puesto al frente para sacar adelante la autonomía, lo ha hecho con la colaboración de la empresa privada. "Ha sido muy importante ver cómo podían colaborar para acceder a mascarillas que poner a disposición de los ciudadanos cuando había escasez de material, por ejemplo". "Hay que pensar en una colaboración público-privada remando en la misma dirección; pensando que no va de políticas retroactivas, sino de colaboración", manifestó.
En ese sentido, Cardona reconoció que la Generalitat debería fomentar mesas de diálogo con las empresas para escuchar sus planteamientos. "De qué sirve que hagamos una ventanilla única si la hago sin ir de la mano del sector privado que es a quien debe prestar servicio esta iniciativa", señaló. Una intervención a raíz de que Morales explicara que a las entidades les cuesta convencer que no siempre existe un objetivo interesado detrás de sus actividades: "Mi objetivo no es buscar un precio, sino mejorar mi comunidad". A lo que Cardona, tras considerar que se debía mejorar esa interrelación también justificó que la etapa de gobiernos anteriores al Botànic les ha hecho "encorsetarse en demasía" y ahora el sector privado tendrá que "guiar" en ciertos momentos.
En definitiva, Fabra resumió el escenario de la siguiente manera: "La no presencialidad que ha provocado esta pandemia en las interacciones hace que debamos aprovechar más estos canales. Los ciudadanos piden un nuevo modelo de relación con la Administración. Copiemos por ejemplo lo que han hecho las agencias de viajes o los bancos. Antes nadie se imaginaba que pudiera comprar un billete de avión, elegir el hotel o mirar sus cuentas bancarias desde su casa. La Administración debería crear una experiencia similar. Ahora tenemos una oportunidad para repensar todo eso, incluso con los fondos europeos, y hacer propuestas desde otro punto de vista. Eso beneficia a la ciudadania pero a la vez a la Administración, porque supone superar un estadio muy antiguo de relación entre ambos".
Así, para concluir la jornada Novella retomó las palabras que Fabra había pronunciado minutos antes e instó a que los fondos europeos no sirvan para tapar agujeros, sino para dibujar una estrategia "a años vista hacia unas políticas verdes, inclusivas y de innovación" que sean, además, cercanas y sigan avanzando en la digitalización que la pandemia ha puesto de manifiesto cuán necesaria es en la nueva normalidad.