VALÈNCIA. El Puerto de Valencia sigue siendo uno de los ejes políticos de Compromís. Pero este sábado, la coalición ha pasado de la pancarta a las propuestas concretas contra la ampliación norte en la que trabaja la Autoridad Portuaria que preside Aurelio Martínez. La formación política ha presentado un plan alternativo y muy exhaustivo para el recinto que desecha la ampliación portuaria y la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL), plantea un canon anual del 5% al Puerto y, lejos de resultar una propuesta meramente 'destructiva', propone a cambio la atracción de inversiones relacionadas con energías renovables, de innovación y tecnológicas.
Se trata de un proyecto elaborado a partir de la opinión de expertos internacionales como la profesora política internacional Universidas Queen Mary Londres Laleh Kalili; la diseñadora y profesora de Yale Keller Esterling; el arquitecto, urbanista y profesor en Columbia Stephen Al; la directora de planificación y medioambiente del puerto de San Francisco Diane Oshima; el presidente del consejo de puertos de Estocolmo, Fredrik Lindstal; o el alcalde de Valparaíso; Jorge Sharp.
El informe, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, contiene -como era de prever- la paralización de la ampliación del Puerto y la reversión de los diques de abrigo que ya están construidos para esta actuación, además de un plan de regeneración de las playas del sur con "soluciones alternativas" a las que se están acometiendo ahora -la aportación de arena- y que estén basadas en la bioingeniería para que sean permanentes y duraderas. Ambas actuaciones por un coste de 180 millones de euros.
Los expertos señalan que la infraestructura portuaria y su ampliación bloquean los flujos litorales y, por tanto, la aportación de sedimentos a las playas del sur. Su degradación, por tanto, "demuestra la insostenibilidad de la situación actual", asegura el informe, por lo que los expertos señalan que es "urgente" revertir la situación. Así, las mencionadas actuaciones tienen el objetivo de recuperar la línea litoral de la playa que existía a principios del siglo XIX, como adelantaba este sábado este diario.
Otra de las ideas recogidas es la de establecer un canon anual -"fondo de compensación"- del 5% de los ingresos localizados del Puerto. Una aportación que haría la Autoridad Portuaria por un valor aproximado de 10 millones de euros, según los cálculos del informe, para paliar las "externalidades negativas" de su actividad, que son absorbidas mayoritariamente por la ciudad de València y su área metropolitana. "Estos ingresos irían destinados a reforzar las comunidades afectadas negativamente por la actividad portuaria en proyectos de sostenibilidad social y ambiental".
En la coalición valencianista insisten en que su intención no es paralizar el crecimiento económico, sino encauzarlo por otras vías. Por ejemplo, evitar el impacto medioambiental de la ampliación portuaria y centrar los esfuerzos en sectores como el de la innovación y el de la tecnología. El objetivo aquí es que el Puerto facilite la implantación de actividades económicas "complementarias" para conseguir un incremento de estas en un 20% en el recinto.
El informe cifra en 150 millones de euros de inversión privada los que podrían llegar por esta vía. Pero para ello, recoge, es necesario conectar las actividades innovadoras con las organizaciones educativas, el sector empresarial y, especialmente, posibilitando espacio público e infraestructuras. Por ejemplo, facilitando los procesos administrativos para la implantación de estas actividades o aprovechando la edificabilidad del suelo portuario para estos usos económicos. También con una estrategia de innovación clara consensuada con los agentes del sector y la activación de mecanismos de intercambio entre los mismos, el ámbito educativo y empresarial.
Asimismo, se entiende que uno de los sectores con crecimiento potencial es el de las energías renovables. Aquí el informe propone maximizar la producción de energía renovable con instalaciones eólicas o fotovoltaicas y la electrificación de muelles de carga y otros procesos internos, además de la renovación de flotas. Con ello no sólo se podría conseguir un puerto 100% autónomo energéticamente y una reducción de 8 de cada 10 partes de las emisiones portuarias, sino que movilizaría hasta 60 millones de euros en inversiones privadas, además de otros 60 de inversiones públicas.
Otro de los pilares de la propuesta es exprimir las infraestructuras actuales del recinto portuario. O lo que es lo mismo: que pueda aumentar su capacidad hasta un 40% sin necesidad de una ampliación. Como ideas, se plantean maximizar la ocupación de los muelles ya existentes con la automatización de procesos y la optimización de tiempos de espera, colas y descargas de barcos mediante la digitalización. El coste: 55 millones -10 de la parte pública y 45 de la privada-.
Uno de los apartados del informe habla también de crear un "sistema de coordinación portuaria" con los puertos de Gandia y de Sagunt para "optimizar la manera conjunta las infraestructuras existentes y absorber picos de demanda". Y sobre todo, garantizar la conectividad ferroviaria mediante el Corredor Mediterráneo para generar un sistema de transporte y logística intermodal con las menores emisiones posibles, por 55 millones de euros que vendrían de inversión pública.. La finalidad es aumentar la demanda hasta un 40% mientras se reduce la huella ecológica en la cadena de distribución un 30%.
Además de la reversión de la ampliación portuaria, el proyecto de Compromís pide una infraestructura verde litoral, con la reversión de casi 90 hectáreas en la ZAL y la conexión de los grandes espacios verdes: el parque de la Albufera y el jardín del Túria. También se recoge la inversión en el Parque de Desembocadura -que ya está en marcha- y el parque sur de Nazaret, además de la plantación de 2.030 árboles a lo largo de la fachada portuaria y la renaturalización de las playas. En total, unos 230 millones de euros de inversión por parte de las administraciones.
Pero también se pide una 'revolución' en la gestión del espacio público por valor de casi 90 millones de euros -5 de ellos por la parte privada-. Por ejemplo, sustituyendo el 30% de la valla perimetral del recinto por un "límite permeable" para potenciar la humanización de la Marina Sur y el espacio hasta la Unión Naval, así como duplicar el espacio público disponible permitiendo una mayor visibilidad del Puerto para su puesta en valor o el acondicionamiento de los Tinglados 4 y 5 y la rehabilitación de las naves de la Unión Naval. Maximizar el acceso público a la lámina de agua al norte y sur del puerto, aumentar las posibilidades de los deportes náuticos o recuperar la Escala Real como símbolo de conexión con el agua, son otras de las propuestas.
En cuanto al acceso en transporte a la fachada portuaria, el objetivo es conseguir que la mitad de los desplazamientos a esta zona de la ciudad se haga en transporte no motorizado. ¿Cómo? Con accesos a pie y en bicicleta, pero especialmente mediante la mejora de la red de transporte público ampliando la L10 de Metrovalencia y conectándola con La Marina y la L6, y mejorando las frecuencias y conexiones de la EMT con la ciudad, especialmente con los distritos del sur. Más de 80 millones de euros costarían estas inversiones.
La propuesta contempla una inversión pública superior a los 700 millones de euros y lleva aparejada, según los cálculos del informe. la atracción de unas inversiones privadas de unos 350 millones de euros. Además, el proyecto contempla un impacto económico en la economía valenciana de las inversiones propuestas de 1.600 millones de euros con la creación potencial de unos 48.000 puestos de trabajo.