MADRID. Los dividendos mundiales comenzaron con paso firme el año 2023 gracias al auge de los dividendos extraordinarios, según el último Janus Henderson Global Dividend Index. El total general aumentó un 12,0%, hasta un récord de 326.700 millones de dólares en el primer trimestre. El crecimiento subyacente, que no tiene en cuenta los efectos de los dividendos extraordinarios, las variaciones de los tipos de cambio y otros factores técnicos, fue significativamente inferior al situarse en el 3,0%.
La cifra de 28.800 millones de dólares que se abonó en concepto de dividendos extraordinarios fue la segunda más elevada jamás registrada, sólo superada por la del primer trimestre de 2014. Ford y Volkswagen concentraron casi un tercio de los dividendos extraordinarios repartidos durante el primer trimestre en todo el mundo. Así, la retribución general del sector automovilístico se multiplicó por diez con respecto al año anterior. El impacto de los dividendos extraordinarios también fue significativo en los sectores del transporte, el petróleo y el software.
El carácter marcadamente estacional de los dividendos en la mayor parte del mundo implica que el primer trimestre esté dominado por Estados Unidos, donde las retribuciones se reparten de forma más uniforme a lo largo del año. El crecimiento de los dividendos se ha ralentizado de forma progresiva en los últimos trimestres hasta el 4,8% en tasa subyacente en el primer trimestre. Si tenemos en cuenta los generosos dividendos extraordinarios repartidos, el crecimiento general fue del 8,3%, llevando el total distribuido en Estados Unidos a la cifra récord de 153.400 millones de dólares. El crecimiento más lento de Suiza fue otro factor estacional que contribuyó a ralentizar la tasa de crecimiento del primer trimestre, a lo que se sumó la debilidad de Australia y de los mercados emergentes, debido a los menores dividendos de las empresas mineras.
El fuerte descenso de las retribuciones del sector minero, causado por la caída del 20% del precio de las materias primas, se vio compensado casi en su totalidad por la sólida contribución al crecimiento de los dividendos de bancos y petroleras en el periodo. La mayoría de los sectores registraron crecimientos de un dígito y apenas se observaron puntos débiles. A escala mundial, un 95% de las empresas aumentó sus distribuciones o las mantuvo estables en el trimestre.
Durante el resto de 2023, la reducción de los pagos de dividendo de las mineras seguirá actuando como un lastre importante para el crecimiento y afectará en particular a Australia, los mercados emergentes y el Reino Unido. Por el contrario, los repartos de los sectores bancario y petrolero siguen contribuyendo. Además, el panorama en toda Europa es mucho más alentador de lo que parecía hace tres meses, ya que el sólido comportamiento de los beneficios de 2022 se refleja en un mayor pago de dividendos. El auge de los dividendos extraordinarios registrado en el primer trimestre también contribuirá a que el total general del año sea superior a lo previsto. Janus Henderson prevé ahora que se paguen dividendos por valor de 1,64 billones de dólares en 2023, cifra que equivale a un incremento general del 5,2% en el ejercicio y un crecimiento subyacente del 5.
Ben Lofthouse, responsable de Global Equity Income en Janus Henderson, comentó que "el fuerte incremento de los dividendos en el primer trimestre es aún más impresionante si se tiene en cuenta que 2022 fue un año difícil para la economía mundial, con una inflación elevada, tipos de interés al alza, conflictos y persistentes confinamientos por el Covid. Este crecimiento ilustra el hecho de que los dividendos suelen ser menos volátiles que los beneficios. Esperamos que el aumento de los dividendos se ralentice como consecuencia de estos factores, aunque de todos modos debería seguir en línea con la tendencia a largo plazo este año".
Juan Fierro, director para Iberia en Janus Henderson, señala que "si nos centramos en Europa, el primer trimestre del año es un periodo estacionalmente tranquilo, siendo en el segundo cuando se reparten habitualmente el mayor volumen de dividendos ordinarios. Mientras que los dividendos en la región no experimentaron crecimiento alguno en términos subyacentes, fueron los generosos dividendos extraordinarios los que impulsaron la tasa general hasta el +36% interanual. Los repartos extraordinarios de la naviera danesa AP Moller Maersk -tras unos excelentes resultados en 2022-, y el grupo automovilístico Volkswagen -que remuneró a sus accionistas con un dividendo especial tras la salida a bolsa de Porsche-, contribuyeron notablemente al sólido crecimiento en el periodo.
En cuanto a España, según dicho informe y las compañías que conforman el Janus Henderson Global Dividend Index, los dividendos experimentaron un crecimiento subyacente interanual del 5,5% en el primer trimestre. La ralentización económica tarde o temprano acabará frenando los beneficios empresariales y la capacidad de las empresas de remunerar a sus accionistas. A medida que nos adentramos en esta fase de desaceleración, y más ahora que después de muchos años el coste del capital está repuntando, cobra especial relevancia ser selectivos y analizar qué compañías y sectores pueden mantener el pago de dividendos y cuáles pueden verse obligados a recortarlos.
Juan Fierro también habla sobre las recompras de acciones, que por primera vez se detallan en el Janus Henderson Global Dividend Index: "La remuneración total a los accionistas incluye dividendos y recompra de acciones. Conjuntamente ambos representan una parte importante de la rentabilidad que los inversores pueden obtener en los mercados de renta variable. En los últimos años, hemos observado, por distintos motivos, una creciente tendencia por parte de las empresas cotizadas a retribuir a sus accionistas mediante planes de recompra de acciones propias, complementando e incluso en detrimento, del pago de dividendos. De hecho, en la última década mientras que los dividendos crecieron un 54%, el volumen de recompras se ha triplicado a escala global. Las empresas españolas no han sido ajenas a esta tendencia y cada vez son más las compañías de nuestro país que retribuyen a sus accionistas a través de la compra y posterior amortización de sus propios títulos".