VALÈNCIA. Los partidos del Botànic II volvieron a reunirse este viernes para tratar de desencallar las negociaciones sobre el tercer escalón del Gobierno valenciano que el jueves no lograron cerrar por las disensiones sobre el número de direcciones generales que debía gestionar Podem.
Una cita en la que volvió a repetirse lo ocurrido en la jornada anterior: PSPV, Compromís y Unides Podem no consiguieron consensuar el reparto de estos puestos en el Consell y volverán a reunirse la próxima semana.
Así, conviene recordar en qué punto quedaron bloqueadas las conversaciones este mismo jueves. Los negociadores coincidían por la mañana en que el número de direcciones generales totales, exceptuando las que se crearan en Presidencia y Vicepresidencia de la Generalitat, fueran 58. Sin embargo, con el reparto de esa casi sesentena entre socialistas, valencianistas y morados llegó el primer problema.
El partido liderado por Antonio Estañ reclamó que las dos agencias 'verdes' que iban a gestionar y que tendrían rango de dirección general se ubicaran en la vicepresidencia segunda que dirige Rubén Martínez Dalmau. Es decir, pedían que la Agencia de Lucha Contra el Cambio Climático que en la pasada legislatura se hallaba en Presidencia de la Generalitat -aunque no llegó a crearse a pesar de dotársele de presupuesto- y que ahora estará en la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de Mireia Mollà pasara a estar en vicepresidencia y que también ocurriera lo mismo con la Agencia Valenciana de la Energía que depende actualmente de la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent.
En definitiva, no querían el mestizaje en departamentos de Compromís, sino que estas agencias se ubicaran bajo el paraguas de una conselleria de Podem. Explicaban fuentes del partido que, así, podrían diseñar la estructura de su departamento tal y como estaban haciendo los socialistas en Presidencia y la UTE electoral integrada por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo en la vicepresidencia primera y Conselleria de Políticas Inclusivas de Oltra.
Después de horas de negociación no consiguieron arrancar el compromiso ni a PSPV ni a Compromís y el bloqueo vino por otro lado: el número de direcciones generales que les correspondían. Teniendo en cuenta que habrán 58 -en Presidencia y la vicepresidencia de Oltra no habrá mestizaje con Podem-, a los morados les corresponderían 8,7. Un cálculo derivado del porcentaje de representación que tiene el partido de Estañ en el Gobierno valenciano en función de los escaños que obtuvo en las elecciones autonómicas. En el Consell, Unides Podem representa el 15%, por lo que aplicando este tanto por cien a las direcciones generales totales, les tocaría gestionar nueve de ellas si se redondeara.
Sin embargo, los valencianistas se negaron a que los morados tuvieran nueve puestos en el tercer escalón. Desde ese momento, la falta de entendimiento se alargó durante la tarde-noche de ayer y se mantuvo en la mañana de este viernes, cuando PSPV, Compromís y Unides Podem volvieron a sentarse en torno a una mesa.
Las disensiones de la coalición valencianista, aseguran fuentes de Compromís, partían de que los morados no solo reclamaban tener nueve direcciones generales y no ocho, sino que pedían que una de ellas tuviera rango de secretaría autonómica para coordinar las políticas ambientales. Explican desde Unides Podem que solo querían "que la vicepresidencia segunda tuviera una mínima estructura como la va a tener la de Oltra, que va a contar con una secretaría autonómica dependiente de la vicepresidencia".
No obstante, Compromís rechazaba tal opción alegando que el debate sobre el segundo escalón ya se había cerrado la semana pasada con el decreto de creación de las 29 secretarías autonómicas del Gobierno valenciano que aprobó el pleno del Consell de las que Unides Podem gestionará 3, Compromís 11 y el PSPV, 15.
Ahora bien, desde Podemos aseguran que tras comprobar que las negociaciones en esta cuestión tampoco avanzaban -como tampoco lo habían hecho con la reubicación de las agencias 'verdes'-, desistieron en sus intención y se ciñeron simplemente a conseguir las nueve direcciones generales.
El motivo de fricción principal entonces para que sigan abiertas las negociaciones es el encaje del mestizaje. Si a Podemos le correspondieran nueve puestos en el segundo escalón, seis estarían dentro de las dos consellerias que ya van a gobernar -Vivienda y Arquitectura Bioclimática, por una parte, y Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, por otra- y otras tres en departamentos dirigidos por PSPV y Compromís.
En concreto, el desacuerdo está en quién debe ceder dos direcciones generales, si socialistas o valencianistas. Las conversaciones, el viernes, se centraban en que la coalición valencianista 'cediera' dos, y el PSPV una. Un escenario que Compromís se niega a que ocurra y por lo que pretende, según los morados, que Podem tenga ocho puestos en el tercer escalón para no tener que renunciar a más de una competencia.
Con todo, el decreto sobre las direcciones generales se retrasará más de lo previsto. No logró cerrarse para aprobarse en el pleno del Consell de este viernes y las partes volverán a reunirse la próxima semana.