VALÈNCIA. Caótica. Así define el ocio nocturno la situación a la que se enfrentan la mayoría de empresarios del sector en la Comunitat Valenciana, tras la resolución de agosto de la Conselleria de Sanidad que decreta su cierre. Una decisión que en reiteradas ocasiones han considerado que es "injusta y no tiene fundamento ni sentido" y que, además, aboca a muchos negocios a no volver a levantar la persiana. De hecho, contra esta orden varias asociaciones han presentado un recurso contencioso administrativo pidiendo su suspensión. El sector no solo denuncia su frágil y vulnerable situación actual, sino también la falta de un plan de rescate que reflote los negocios y evite una cascada de concursos. "Hemos tocado fondo", advierten desde la Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunitat Valenciana (Fotur).
Y es que, según sus estimaciones, en el mes de junio, a pesar de no estar confinada la población, se perdió un 14,7% (1.189.377) de empleos en restauración respecto del mismo mes del 2019. Y de los que figuraban como “empleados”, a 30 de junio, 557.254 estaban ERTE por fuerza mayor. Pero, además, los números del sector están en rojo: acumulan pérdidas por valor de 53,9 millones de euros en la Comunitat Valenciana, según los cálculos que maneja Fotur.
"Las empresas no han tenido ningún flujo de caja desde hace meses, lo que hace prácticamente inviable unas actividades que están soportando; costes financieros, altos alquileres, gastos de mantenimiento, impuestos municipales, tasas, seguros sociales, personal y todos aquellos gastos inherentes a una actividad económica", lamenta la patronal que critica que todo ello se ha costeado con "financiación propia" del empresario a través de préstamos. "El sector ha tocado fondo", advierten. "Han sido prácticamente seis meses de salidas constantes de dinero, lo que ha hecho que las tesorerías de las empresas estén a cero dificultando mantenimiento de estas, y causando un endeudamiento muy difícil de asumir por los empresarios", aseguran.
De acuerdo con sus datos, los salones de eventos y celebraciones son los que se llevan la peor parte al contabilizar unas pérdidas de 17 millones hasta agosto. Estos locales han estado sin actividad hasta la nueva normalidad y cuando han podido abrir han tenido que adaptarse a los nuevos requisitos: la supresión de las pistas de baile o el cambio de horarios. Unas medidas que, en el caso de las bodas, por ejemplo, ha llevado a muchas parejas a cancelar la celebración y posponerla a 2021. Pero también ha habido suspensiones en otro tipo de fiestas.
Se calcula que el 60% de los eventos se han visto suspendidos y un 40 % han quedado aplazados o pendientes de celebración, lo que lleva a muchos salones a "ingresos a mínimos dando por pérdida la temporada 2020", explican desde el sector del ocio nocturno.
Situación similar registran las salas de fiesta y discotecas. Aunque algunas abrieron durante la época estival, han hecho uso de las terrazas de verano con un tercio del aforo y sin pista de baile, lo que disminuyó su afluencia. Además desde mediados de agosto, con la orden de Sanidad, están cerradas. Este escenario ha llevado a este segmento del sector del ocio a unas pérdidas de 14,4 millones de euros.
También las empresas de espectáculos y eventos dan por perdida la temporada 2020 ya que la cancelación de fiestas y actos municipales que se celebran a lo largo de la Comunitat Valenciana ha hecho que esta empresas estén "en el dique seco y sin ningún tipo de actividad habiendo suspendido las corporaciones todos los contratos y dejando al empresariado en un limbo". "Estas empresas tienen unos costes de estructura muy elevados, dado el volumen de material humano y productivo que necesitan para el desarrollo de la actividad, camiones, escenarios, técnicos, sonido, iluminación", explica Fotur. Esta situación ha abocado a una merma de ingresos que, según sus cifras, asciende a los 14,4 millones de euros y "la pérdida total de la facturación del ejercicio 2020".
Los pubs, café conciertos y cafés cantantes estiman pérdidas de 8 millones de euros. Actualmente permanecen cerrados, pero durante las primeras semanas de la reapertura sólo pudieron ejercer su actividad en terrazas. Con todo, la actual situación de pandemia provocada por el coronavirus, sumada al cierre de los negocios, ha tenido un impacto en el ocio nocturno de 53,9 millones de euros de pérdidas en el sector.
Ante este escenario, el ocio nocturno asegura que está "en una situación de emergencia que necesita la intervención con carácter perentorio tanto del UE, Gobierno de España y Comunidades Autónomas". "Desgraciadamente, en estas circunstancias las empresas no tienen ninguna viabilidad económica y su único resultado es un grave endeudamiento ante la falta de apoyo financiero por parte de las Administraciones y el no poder realizar la actividad como corresponde a la licencia otorgada", lamentan para exigir un plan de rescate que ayude a su supervivencia.
De hecho, ante la decisión de cierre del ocio nocturno en la Comunitat, el sector en la Comunitat Valenciana ha llevado a los tribunales la orden de la Conselleria de Sanidad que decreta el cese de la actividad de discotecas, bares y salas de baile al considerar que el cierre "no se ajusta a derecho".
En este sentido, Fotur, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (Ashotur), la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina (AEHTMA) y la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (Abreca) presentaron el pasado 11 de septiembre un recurso contencioso administrativo al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) contra las dos órdenes de la Conselleria que mantienen cerrados los locales: la que suspende la actividad y la orden que la prorroga.
El ocio nocturno ve estas medidas "desproporcionadas y con falta de justificación" y afean a la administración valenciana la ausencia de un plan de rescate para el sector ante las duras restricciones.