VALÈNCIA. Ya son tres las veces que el Govern de la Nau ha anunciado la instalación de doce cargadores eléctricos a lo largo y ancho de València. La primera vez fue durante la primavera de 2017, en la primera edición de Electric Movements, la feria anual de movilidad eléctrica que acoge la Plaza del Ayuntamiento desde entonces. Este año, el compromiso se volvió a adquirir. El edil de Movilidad, Giuseppe Grezzi, y el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, acudieron a la cita con un estudio realizado por la consultora Edenway. En él, se explicaba ya dónde se pretenden ubicar estos doce cargadores.
El concejal de Movilidad anunció entonces que "en los próximos meses" se instalarían los cargadores, dado que el mapa expuesto era la antesala para ejecutar el proyecto. Y así llegó octubre y el Debate del Estado de la Ciudad, donde el alcalde aprovechó para reiterar el compromiso: se implementarán "en breve". Términos vagos e inconcretos que, por el momento, no han visto su reflejo en la realidad.
Según la avanzadilla de Grezzi este abril, los cargadores previstos se pretenden repartir entre el Cabanyal (paseo de Neptuno, estación La Cadena, y en el Mercado Municipal); el Hospital La Fe, la calle de Ricardo Muñoz Suay, la Estación de Joaquín Sorolla, la Estación del Norte, la avenida de Pio XII, el Hospital General, el Palacio de Congresos, el Palau de la Música y la calle de Santa Génova Torres.
Sin embargo, fuentes conocedoras del procedimiento manifiestan que, en realidad, este solo se ha iniciado con dos instalaciones, que se han incluido en las obras de reurbanización del Cabanyal y cuya financiación contará con ayudas europeas. Pero ni estas tienen una ubicación clara aún. "Se va hablando, pero no hay nada cerrado", cuentan, "el Ayuntamiento no se ha decidido, sólo ha pedido presupuesto".
Es más, señalan que no se sabe si todos cargadores podrían funcionar correctamente o no en los enclaves en los que se han proyectado, dado que no se ha estudiado aún si la compañía eléctrica podría ofrecer la elevada potencia que exigen en esos puntos. "No se sabe porque no se ha abierto todavía expediente a la compañía para solicitar esa información", subrayan las fuentes.
Los plazos, por tanto, son todavía inescrutables, pero todo apunta a que no se podrían instalar antes de que finalice el mandato, en mayo del próximo año. "Esto lleva detrás un proyecto de ingeniería muy potente", y en ese sentido, el período medio de entrega se encuentra alrededor de los cinco meses. También existen dudas sobre el modelo de cargadores que se quieren implantar. Al parecer, son de carga rápida -de 60 kW-, pero "muchos vehículos no cuentan con esa tecnología, por lo que habitualmente se colocan otro tipo de cargadores, de 22 kW".
Con todo, ahí queda el anuncio año y medio después. Ahora bien, las dudas sobre si llegarán a verse en las calles este mandato sobrevuela el proyecto, hasta ahora sin gran avance en el consistorio. Los que se podrán ver antes, eso sí, serán los 40 que el consistorio ha previsto colocar en el párking de Brujas, que abrirá sus puertas "antes de Navidad"