"Valenciano y catalán no son la misma lengua porque la evolución no ha sido la misma"
"Valenciano y catalán no son la misma lengua porque la evolución no ha sido la misma"
VALÈNCIA. El PP ha dado vueltas durante prácticamente dos años a un dilema complejo de vital importancia para el futuro de su estructura en la Comunitat: la candidatura a la Alcaldía de València. El Cap i Casal es absolutamente fundamental para cualquier partido político por diversos motivos: tercera ciudad más grande de España y plaza clave para conseguir gobernar tanto la Generalitat como la Diputación.
Al margen de estas razones, para los populares está el simbolismo. La formación de la gaviota sostuvo la vara de mando de la capital durante 24 años con Rita Barberá al frente, por lo que retomar el consistorio significaría un rápido despertar de la pesadilla que para ellos supone que Compromís ostente la Alcaldía.
Una misión para la que, tras un largo proceso con diversas posibilidades sobre la mesa, se ha elegido a María José Català (València, 1981). Una dirigente que, pese a su juventud, ha ostentado responsabilidades tan importantes como dispares: alcaldesa de Torrent, diputada en el Congreso, consellera de Educación y Cultura, portavoz del Gobierno valenciano y, ahora, parlamentaria autonómica. Un recorrido resuelto con solvencia al que ahora se le añade un reto más ambicioso si cabe: devolverle al PP el Ayuntamiento de València.
"Valenciano y catalán no son la misma lengua porque la evolución no ha sido la misma"
-Parece público y notorio que usted no era la primera opción del PP para luchar por la Alcaldía. ¿Se siente como un segundo plato?
-Yo tengo un conocimiento más detallado del proceso y eso me hace verlo con una perspectiva distinta a la que es pública. Así, desde mi óptica, tal y como se han desarrollado las conversaciones con la dirección nacional y regional, me siento cómoda y no como un plan B. Yo prefiero que me digan que soy un plan V de València y de victoria.
-¿También tuvo ese respaldo por parte de la dirección regional? Porque durante mucho tiempo no parecía usted una candidata de su agrado...
-También, claro. Isabel Bonig fue una de las primeras personas que, en una conversación privada, me transmitió que respaldaba mi candidatura y lo trasladó a la cúpula nacional.
-¿Desde cuándo sabía que iba a ser candidata a la Alcaldía?
-La verdad es que se ha cerrado tarde. La oferta formal me llegó pocas horas antes de que se hiciera pública. Es cierto que existieron conversaciones previas en las que no se me ofrecía la candidatura pero sí se me pedía mi opinión sobre el proceso y la ciudad.
-Entonces, ¿cuando se empadronó en València la última semana de diciembre no lo sabía?
-Eso fue una decisión mía, intuitiva, porque podía pasar que fuera candidata, pero nadie me dijo que lo hiciera.
-¿Qué condiciones puso usted para ser candidata?
-Yo pedí confianza... y todo lo que intuís que he pedido (ríe).
-¿Estar también en la lista para ser diputada en Les Corts?
-Todo lo que intuís que he pedido.
-¿Y se lo han concedido?
-Me han dado total confianza.
-Expliquémoslo porque la gente no lo va a entender. ¿Usted quiere ser diputada en Les Corts a la vez que alcaldesa? ¿Si no es alcaldesa se quedará solo en Les Corts y dejará el Ayuntamiento?
-Vale, expliquémoslo. Creo que es importante que haya una voz en Les Corts reclamando los intereses de la ciudad de València. Esta legislatura por ejemplo, ha sido en la que menos se ha invertido en la capital desde el Gobierno autonómico: se invertía a un ritmo de 200 millones de euros al año con el PP y en 2018, que es cuando más se ha invertido de este mandato de la izquierda, se ha quedado en 40 millones de euros. Así que es importante explicarle a gente que es fundamental estar presente ahí, en Les Corts, y no tiene nada que ver con una cuestión económica porque ni se cobran dos sueldos ni nada por el estilo.
-¿Entonces, pase lo que pase, usted estará en el Ayuntamiento de València?
-Yo he hecho una apuesta por la ciudad de València y estaré aquí. Así que no existe ningún interés económico ni por suceder a nadie ni participar en ninguna batalla. Estar en Les Corts tiene un interés político para la ciudad.
-Manifestó en sus primeras declaraciones que Rita Barberá es una referencia para usted y la familia emitió un comunicado expresando su malestar con el PPCV. ¿La relación con la familia es irreconciliable?
-Cuando se me designa hago lo que creo que es correcto: dar las gracias a los que me han apoyado y reconocer el trabajo del PP y de Rita Barberá en la ciudad durante 24 años, que es un legado para todos los valencianos al que, en mi opinión, no hay que renunciar.
-¿Se arrepiente de haber votado en Les Corts a favor de solicitar la renuncia del escaño a Barberá?
-Fue una decisión tremendamente injusta pero era difícil adoptar otra en ese contexto. Igualmente, como portavoz del Consell en la anterior etapa, tuvimos que cesar a personas válidas y que eran inocentes: decisiones como digo en muchos casos injustas para intentar seguir levantando la bandera del PP todos los días.
-¿Cuál será su primera medida si consigue ser alcaldesa?
-La primera llamada que haré es a determinadas entidades sociales de la ciudad porque estoy impactada de la gran cantidad de gente que duerme en la calle en València y me parece intolerable. Si esto está ocurriendo, el Ayuntamiento no debe estar haciendo todo lo que debe empezando por asignar los recursos económicos correspondientes. Y luego otro compromiso prioritario que ya he asumido es tomar determinadas decisiones de movilidad que me parecen necesarias como revertir las obras de Reino de València, revisar Colón, avenida Burjassot, calle Alicante...
-Pero el carril bici de Colón es un proyecto del PP…
-En el Plan de Movilidad del año 2013, sí; pero no tal y como está. Por ejemplo, no con el carril bus sectorizado, que impide un mejor desplazamiento del vehículo rodado. Y el parking de motocicletas también debe ser reordenado.
-¿Bajará los impuestos?
-Sí. Bajaré el IBI y aplicaré una bonificación del 95% para las herencias.
-Gracias a la recaudación se ha avanzado en algunos aspectos, se ha reducido la deuda a más de la mitad y se ha salido del Plan de Ajuste en tres años. Si se bajan los impuestos habrá menos inversión...
-Menos inversión que ahora es difícil porque el nivel de ejecución no alcanza el 50%. El área de Vivienda, por ejemplo, de la que València en Comú había hecho su bandera, está pasando con más pena que gloria en esta legislatura. Lógicamente, a los ciudadanos no les gusta que les subas los impuestos y hagas obras desacertadas como las de movilidad en el centro y además no vean mejoras en limpieza, alumbrado, vivienda...
-¿Y cuál es su propuesta para atajar los problemas de vivienda y de alquiler que tiene la ciudad?
-El incremento del alquiler en València es mayor que al de otras capitales como Madrid o Barcelona. Yo vinculo esta subida a que el Govern de la Nau ha generado una percepción de que no hay promociones nuevas de vivienda porque están bloqueando toda la actividad económica. Creo que hay que desarrollar de forma sostenible nuevas promociones y así se bajarán esos precios.
-¿Vivienda pública también?
-Si, por supuesto.
-¿Qué posición quiere adoptar respecto a las licencias de actividad?
-Me preocupa mucho este tema. Es necesaria la coordinación con la Generalitat a través de la Lotup pero creo en implantar el modelo de Madrid con los Organismos de Control Autorizado (Ocas), que son los organismos externos que pueden autorizar licencias, algo que permite agilizar las oportunidades para esta ciudad y no bloquear procesos, como reformar una fachada, que ahora te cuestan un año de tramitación.
-¿Cómo ve usted el recorte a las terrazas que ha aprobado el Ayuntamiento recientemente?
-Hay que combinar varias cosas. No creo que haya una solución única para toda la ciudad por lo que creo que hay que revisar punto a punto combinando la convivencia de los ciudadanos, el interés de los hosteleros y la movilidad. Ha habido actuaciones de movilidad muy desacertadas que han provocado este recorte y que pueden ser reversibles, pero ya digo que no creo que sea un parámetro aplicable a toda la ciudad. Igual que no es aplicable a toda la ciudad la reversión del carril bici: yo creo en el carril bici y, de hecho, parte del mismo lo programó el PP en su momento, pero pienso que hay actuaciones que se han llevado a cabo que hay que revertir.
-Ribó prometió hace un mes a los taxistas ayudarles frente a la competencia de la VTC con restricciones a estos coches de alquiler. ¿Le parece adecuado?
-Creo que hay que defender al sector del taxi. Pienso que se puede llegar a alguna medida que restrinja determinadas zonas o accesos y permitan que el taxi pueda continuar en València con absoluta normalidad y tranquilidad. No la prohibición de las VTC porque eso, aparte de no coincidir con la ideología del PP, sería complejo.
-Se ha empezado a rehabilitar el barrio del Cabanyal y la zona cero, ¿continuaría usted con este programa o cree que se debería volver al planeamiento impulsado por Rita Barbera en el Cabanyal, incluyendo la prolongación de Blasco Ibáñez?
-El Cabanyal es una zona de nuestra ciudad que puede tener un atractivo importante en cuanto a patrimonio. Así que creo que se puede abrir València al mar con una actuación urbanística que no sea invasiva... y esto es lo que puedo decir de momento.
-O sea, que tiene un plan diferente al actual pero que tampoco sería la prolongación que estaba pensada en su día por el PP...
-Efectivamente. Creo en abrir València al mar. Ahora bien, pienso que podemos renunciar a una gran avenida que termine en una gran rotonda porque es invasivo y además no está permitido por la protección patrimonial... Por otro lado, lo que pienso sobre El Cabanyal es que se ha perdido toda la legislatura, porque había un Pepri aprobado y se podía haber modificado pero, por contra, terminó por derogarse y ahora se va a presentar uno en exposición pública próximamente... pero ya estamos acabando la legislatura. Mientras tanto, se detectan graves problemas de servicios sociales y de convivencia en el Cabanyal, uno de los barrios de mayor futuro de la ciudad de València.
-Los Presupuestos Generales del Estado confirman que el Gobierno de Sánchez condonará la deuda de la Marina, si es que se aprueban. ¿Por qué no se hizo antes?
-Me parece una buena noticia la asunción de la deuda de La Marina por parte del Estado. Ahora bien, es necesario recordar que fue el mismo Estado, concretamente el ministro socialista Jordi Sevilla, el que le impuso a València la cofinanciación de un 40% Gobierno, un 40% Generalitat y un 20% Ayuntamiento. Por otro lado, tampoco es que estos Presupuestos sean perfectos para la ciudad y de momento ya se ha visto que no se ha podido cumplir con el compromiso de la Autoridad Metropolitana de Transporte, donde no se han alcanzado los 38 millones de euros prometidos y nos han dejado en 10 millones.
-Puig ha asegurado que se presentará una enmienda para alcanzar los 38 millones. ¿Votará el PP a favor?
-Si se produce esa enmienda, haré todo lo posible para que así sea. No obstante, si me tengo que fiar de esto como de la reforma del sistema de financiación que no ha llegado o la aportación del 50% por parte del Estado para la dependencia en la Comunitat, que tampoco ha aparecido...