VALÈNCIA. La Universitat Politècnica de València (UPV) abrió este jueves el plazo de presentación de candidaturas para rector o rectora del centro, cuya elección se efectuará el próximo 4 de mayo a través de una votación electrónica. Mediante estas, y tras haber realizado una campaña electoral de quince días, se sustituirá al actual rector, Francisco J. Mora, quien no puede optar a la relección del puesto tras haber estado al frente de la institución durante dos mandados seguidos.
De esta manera, uno de los que confirmó su presentación al cargo durante la mañana del primer día fue José Manuel Barat (Torrent, 1969), catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural e ingeniero agrónomo, especialidad en Industrias, por la UPV. A su vez, el valenciano también se ha dedicado a la gestión universitaria, puesto que ha sido director del Departamento de Tecnología de Alimentos (2008-2016) y vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado (2017-2021).
Así pues, y con la vista puesta en la preparación de la campaña para el mes de abril, Barat atiende a Valencia Plaza para expresar qué le ha llevado a optar al cargo y los objetivos de su proyecto. Un proyecto, junto a un equipo de once docentes y bajo el lema "creemos, creamos", en el que tiene claro que el foco principal se va a centrar en las personas y en la identificación de los problemas que afectan a los colectivos de cara a solventarlos y poder "hacer que su potencial se desarrolle más, de forma que al final la Universidad también lo haga".
-¿Qué le lleva a presentarse a las elecciones a rector o rectora de la Universitat Politècnica de València?
-Llevo muchos años en la Universidad, puesto que empecé mis estudios hace 33 años y como profesor llevo 25. A lo largo de este tiempo, me he dedicado con intensidad a la docencia, a la investigación y a la transferencia, además de que en los últimos años estoy teniendo experiencias de gestión. Primero fui director de departamento durante ocho años y ahora llevo casi cuatro de vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado. Toda esta experiencia, poco a poco, me ha ido haciendo ver que cambiar la Universidad es posible, a la vez que ha ido haciendo que en mí salga un proyecto de universidad de excelencia centrada en las personas y en el que creo. Todo esto, también, se ha juntado con que a mi alrededor han ido agrupándose profesores y profesoras con mucha experiencia y que han demostrado mucho en la Universidad, lo que refuerza el proyecto que veo con ilusión y posible.
-¿Cuáles serían los principales objetivos del programa que están preparando?
-El programa de forma detallada y pública lo desglosaremos y presentaremos cuando llegue la campaña electoral. Pero, como elemento central, la idea es que la Universidad esté enfocada en las personas. Queremos afrontar, pues, los problemas y los principales retos en relación a cada uno de los colectivos porque pensamos que, en la medida en la que dejemos trabajar y facilitemos las actividades de las personas, vamos a hacer que su potencial se desarrolle más y que, por lo tanto, al final la Universidad también lo haga. De esta forma, en cada ámbito y para cada colectivo contamos con unos proyectos principales. Además, luego está el día a día de la Universidad con la propuesta de mejora de todos los procesos en la medida de lo posible.
"Hay cosas que se pueden cambiar como, por ejemplo, el dotarnos de unas normas internas más flexibles y trabajar para simplificar los procedimientos"
-Al haber formado ya parte del actual equipo de Gobierno, ¿su candidatura es continuista respecto a este? Si es así, ¿qué aspectos prevé cambiar o innovar?
-En primer lugar, nosotros lo que debemos de reconocer es el punto del que partimos y que la Universidad actual es muy diferente a la que empezó hace 50 años gracias al esfuerzo y trabajo de toda la comunidad universitaria. A partir de aquí, nos planteamos retos ambiciosos y creemos que, aunque el centro está funcionando muy bien, hay cosas que se pueden cambiar como, por ejemplo, el dotarnos de unas normas internas más flexibles y trabajar para simplificar los procedimientos. De esta manera, nosotros lo que queremos es que lo que funciona bien siga funcionando de esta forma
y cambiar las que identifiquemos que no, por lo que desde ese punto de vista no somos continuistas porque contamos tanto con un programa como con un equipo nuevo.
-¿Cuáles son las líneas sobre las que se va a desarrollar el trabajo del programa?
-Vamos a identificar las cuestiones claves en función de los colectivos que hay en la Universidad y luego funciones también claves que son transversales, por lo que hay distintos elementos. Por ejemplo, hay un análisis evidente y es que necesitamos flexibilizar al máximo nuestras normas internas de funcionamiento para que no supongan un obstáculo adicional a las normas que nos vienen impuestas desde afuera de la Universidad. Y un poco en línea con esta medida, que entendemos que debe ser una cosa transversal y que afecta a muchos colectivos, está el esfuerzo por simplificar los procedimientos, reducir la burocracia y, por otro lado, atender a las necesidades que vamos identificando en los colectivos.
-Entonces, si tuviera que destacar algún concepto de su propuesta rectoral, ¿cuál sería?
-Un elemento fundamental de nuestra propuesta es que vamos a ser respetuosos con las personas, ya que consideramos que son el elemento esencial de la gran riqueza de la Universidad. Por lo tanto, para nosotros en el centro de nuestra política están las personas y, a partir de ahí, yo creo que lo que destacaría es la experiencia y solvencia. Somos un equipo formado por gente que ha pasado posiciones de relevancia y hay una experiencia contrastada de cuál es nuestra forma de trabajar y cuál es nuestra capacidad de gestión. No solo es el hecho de haber pasado por ahí, sino la huella que se ha dejado. Así pues, yo diría que somos un equipo con experiencia muy solvente que aporta seguridad al proyecto que queremos hacer de Universidad.
-En cuanto al equipo con el que se presenta a las elecciones, ¿cómo están siendo elegidos sus miembros?
-Hemos intentado elegir gente del equipo que represente distintas sensibilidades tanto a nivel de campus como de ámbitos de conocimiento y de paridad. Luego eso ha sido conjugado, por un lado, con la calidad humana y, por otro, con la experiencia y conveniencia para los ámbitos de gestión para los que se proponen.
"Tenemos el gran reto de ver cómo integramos las nuevas tecnologías en nuestras titulaciones"
-¿Qué retos considera que ha de afrontar la UPV?
-Yo creo que ahora mismo tenemos un reto muy importante en relación al modelo docente, puesto que la pandemia lo que ha hecho ha sido acelerar una transformación digital y hacer que nos enfrentemos a una realidad que sabíamos que estaba llegando. Es por ello que tenemos el gran reto de ver cómo integramos las nuevas tecnologías en nuestras titulaciones, pero resaltando el aspecto presencial de nuestra Universidad. Luego, el otro reto fundamental que tenemos es reducir al máximo la burocracia y que la transformación digital no suponga más complicación en los procesos, sino simplificación y reducción de la carga de trabajo. Estos dos retos son muy importantes junto con los cotidianos como, por ejemplo, la búsqueda de la excelencia en la investigación. No obstante, también destacaría el que tiene la Universidad en su papel de transformación del modelo económico de la sociedad. Tenemos que intentar ser más activos en la generación de startups, en la transferencia de conocimiento e, incluso, en el aspecto formativo para que nuestros alumnos sean más activos a la hora de montar empresas ante la necesidad de incrementar la competitividad de nuestro sector económico. Considero que aquí la Universidad tiene que jugar un papel fundamental y tenemos que intentar retornar a la sociedad lo que está invirtiendo ayudándoles a que haya más prosperidad económica y al cambio del modelo económico.
-De estos retos, ¿cuál destacaría e intentaría resolver en sus primeras decisiones en caso de ser elegido?
-Yo creo que el primer reto que vamos a abordar es la simplificación de los procedimientos y, sobre todo, la flexibilización de las normas internas de funcionamiento.
-Por lo que respecta al alumnado, ¿qué objetivos estarían enfocados en él para que tome más presencia en la toma de decisiones de la Universitat?
-Nosotros lo que queremos es darle mucho más protagonismo en su formación y que tenga, por tanto, más capacidad para configurar sus aspectos formativos a fin de que se integre en las iniciativas que tenemos de realización de proyectos o de generación espontánea. Así pues, queremos potenciar el papel del estudiantado dentro de su formación. Ahora mismo, la pandemia ha destacado la importancia del autoaprendizaje en el caso del estudiantado, pero nosotros también venimos de una experiencia de participación de estudiantes en el programa de Generación Espontánea o en temas de voluntariado y cooperación, de forma que el estudiantado está tomando acciones que al final lo están haciendo más protagonista de su proceso de formación. Creemos que eso está funcionando muy bien y es una forma de aprender nueva que le da valor al campus, por lo que lo queremos potenciar.
"Hay que distinguir quÉ parte se podría enfrentar en formación online y quÉ parte ha de ser presencial"
-La docencia híbrida con sus respectivos recursos online está muy presente a día de hoy. ¿Cómo piensa que se debería mejorar este tipo de docencia?
-Considero que la experiencia que estamos adquiriendo durante este año de pandemia nos tiene que llevar, por un lado, a identificar qué parte de la formación del estudiantado se puede adquirir a través de formación online o de recursos que puedan estar grabados y que el estudiantado pueda utilizar como apoyo para la formación fuera de la universidad. Por otro lado, tenemos que separar de ahí la parte formativa, que tiene un valor añadido muy grande por el hecho de que haya presencialidad en el campus, y que generalmente va a estar centrada en el trabajo en equipo, en la tutorización de trabajo por parte del profesorado y en el trabajo para las prácticas de laboratorio. De esta manera, hay que distinguir qué parte se podría enfrentar en formación online y qué parte ha de ser presencial para, a partir de ahí, integrarlo en los planes de estudio, en la estructura de las asignaturas y también en la forma en la que el profesorado afronta esta relación con los estudiantes.
-¿Cómo piensa que se va a seguir avanzando en esta transformación digital en la Politècnica?
-Lo primero que hay que hacer para avanzar en la transformación digital es revisar los procesos que llevamos dentro de la Universidad y ver cómo se puede simplificar y qué procesos se pueden eliminar. Una vez hayamos hecho una revisión de estos, hay que mirar cómo integrar esto en todo el sistema digital de la institución. Sin embargo, esto incluye la conexión de bases de datos que ahora mismo son flujos de trabajo que suponen más burocracia, pero que en realidad no aportan valor añadido porque los datos están. Entonces, tenemos que ver qué parte de los flujos de trabajo se pueden automatizar para aligerar el trabajo administrativo del personal de la Universidad y, sobre todo, la burocracia que estamos sufriendo el profesorado y los investigadores.
-¿Cómo valora que la UPV vaya a ampliar su oferta con tres nuevos grados y tres dobles grados? (Una aprobación todavía condicionada a la aprobación definitiva por parte de la Conselleria de Educación)
-Yo lo valoro como necesario. Es una realidad que el mundo cambia, de forma que la oferta formativa que tenemos dentro del campus tiene que estar de acuerdo a las necesidades que hay fuera del mismo y adaptarse a ellas. Entonces, lo veo necesario en una universidad que esté viva.
"Hemos trabajado mucho para que haya una transparencia del vicerrectorado en los procesos de negociación y de toma de decisiones"
-Durante su etapa como vicerrector en la UPV, ¿qué objetivos lideraste y que proyectos destaca?
-Durante la etapa de vicerrector, uno de los grandes retos que hemos abordado ha sido la reducción de la temporalidad del profesorado y la incrementación del porcentaje del que se encuentra a tiempo completo mediante la realización de programas muy ambiciosos. Luego, hemos trabajado por intentar favorecer las promociones del profesorado lo más rápido posible y, de hecho, se ha mejorado mucho el tiempo necesario para poder tener la posibilidad de acceder a una plaza de la siguiente categoría profesional. Por otro lado, hemos trabajado mucho para que haya una transparencia del vicerrectorado en los procesos de negociación y de toma de decisiones, ya que los datos han estado accesibles para poderlos ver. También, me gustaría destacar que hemos lanzado un plan de atracción de talento para favorecer el ingreso a la Universidad de personal que ha tenido una experiencia fuera desvinculada de nuestro campus. No obstante, con el tiempo se ha manifestado más como un programa de retorno del talento porque la inmensa mayoría de casos se ha tratado de personal que se ha formado en esta Universidad y que, por una razón u otra, ha salido fuera. Así pues, le hemos dado la oportunidad de que retorne a la UPV con toda la experiencia adquirida y viendo que el currículum es excelente.
-El rector de la UPV, Francisco Mora, comentó en la rueda de prensa con motivo de su último claustro universitario que la participación de las universidades en los fondos europeos de reconstrucción debería traducirse en una modificación de la Ley de Universidades de 2001 que no permite realizar algunos proyectos. ¿Cómo valora esta consideración?
-Eso es una razón más para que se modifique, pero evidentemente la universidad pública tiene que rendir cuentas a la sociedad y hacer las cosas bien. Sin embargo, los elementos centrales de actividad de las universidades son muy singulares y esto hace que las normas que se nos aplican, y que en otro organismo público pueden estar justificadas, afecten a las actividades diversas y dinámicas que afronta un organismo como el nuestro. Así pues, tanto la Ley de Universidades como otras normas a nivel de ámbito estatal y autonómico deben ser revisadas para que las universidades tengan suficiente agilidad y puedan estar adaptadas a las actividades propias de un campus.