Haría falta un shock inflacionista muy fuerte para que el Banco Central Europeo endureciera aún más su política monetaria, según considera el experto
MADRID. No ha habido verdaderas sorpresas por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha mantenido los tipos de interés de referencia en el nivel esperado. Se ha especulado con la posibilidad de que el BCE modifique su política de balances o la forma en que trata las resoluciones de los bancos comerciales, pero no ha habido cambios. Sin embargo, no descartamos que se produzcan novedades en este ámbito, sobre todo si las pérdidas del Eurosistema siguen aumentando.
Esperamos que el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) también mantengan los tipos de interés en las próximas semanas, ya que todos los bancos centrales de los mercados desarrollados están llegando al final de sus ciclos de subidas.
En nuestra opinión, aunque el BCE quiere mantener abierta la posibilidad de una nueva subida de los tipos de interés, es mucho más probable que el próximo movimiento de los tipos sea a la baja que al alza. Los datos de actividad de la Eurozona apuntan a que el bloque se encuentra en una situación parecida a la recesión, mientras que la caída de los rendimientos de los bonos liderada por Estados Unidos endurecerá aún más las condiciones financieras europeas, lastrando el crecimiento.
Aunque la incertidumbre geopolítica podría provocar un repunte de los precios de la energía y ralentizar así la trayectoria de la inflación hacia el objetivo, haría falta un shock inflacionista muy fuerte para que el BCE endureciera aún más su política monetaria.
Luke Bartholomew es economista senior de abrdn