VALÈNCIA (AGENCIAS/M.G.). Un trabajador ha fallecido esta mañana en el colegio Lluís Vives de Massanassa y otro ha resultado herido en una pierna al derrumbarse un porchado del centro escolar situado en la calle Joanot Martorell, según han informado agentes de la Policía Nacional y la brigada de la policía científica de Valencia.
Los dos operarios, ambos de la empresa Tragsa, participaban en las labores de limpieza y rehabilitación del colegio, que se había visto seriamente afectado por la dana del pasado 29 de octubre en la que fallecieron 221 personas y tras la que a día de hoy otras cinco siguen desaparecidas.
En trabajador fallecido tenía 51 años, y el herido, 35. Según las primeras averiguaciones difundidas por la empresa, el accidente se ha debido a la caída del porchado por el "colapso de una estructura metálica exterior que protegía de las inclemencias el paso entre edificios".
Desde el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) han detallado que sobre las 11.53 horas han recibido la llamada de aviso en la que se informaba de la caída de una pérgola en el colegio por la que habían quedado atrapadas dos personas. Una de ellas ha fallecido, mientras que la segunda, un varón de 35 años, ha sufrido heridas leves en una pierna y escoriaciones en la cabeza por las que ha sido trasladada al Hospital La Fe de València en una TNA. También se ha enviado un equipo de psicólogos.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, se ha desplazado este domingo al municipio para conocer el alcance del derrumbe tras recibir el aviso el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.
El ambiente en las proximidades del colegio siniestrado es de gran crispación y algunos vecinos allí congregados han reprochado al gobierno central y al ejecutivo valenciano no haber acudido a Massanassa hasta que se ha producido la desgracia.
Como informó este diario, la Conselleria de Educación decidió la semana pasada reubicar a los alumnos del CEP Lluís Vives a la antigua Facultad de Magisterio de la Universitat de València tras constatar los daños que había sufrido el colegio. Un movimiento que supuso que alrededor de medio millar de alumnos de este municipio de l'Horta Sud siguieran sus clases en el centro ubicado en el barrio valenciano de Monteolivete durante este curso académico.
El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha asegurado que el derrumbe ha sido "imprevisible" y ha sucedido cuando los empleados estaban actuando en un porche en el exterior del edificio. En este sentido, ha puntualizado que "en ningún momento había un informe que dijera que el edificio corría riesgo de colapsar".
"Los informes técnicos señalan que el centro sufrió daños importantes pero que no suponían un riesgo inminente de la estructura", pero sí "un riesgo su ocupación", ha especificado el conseller, que ha recordado que el siniestro se ha producido "en el exterior, en un porche que conecta un edificio con otro".
Rovira ha comentado que el centro educativo tiene "ya 50 años" y, tras los graves daños ocasionados por la dana, "todo apuntaba a que valía más la pena hacerlo nuevo que repararlo".
Ha calificado los hechos de "accidente laboral" y ha explicado que en el momento del suceso se encontraban en el recinto cuatro trabajadores de Tragsa y operarios de la UME "limpiando lodos y enseres abandonados" que han sido "sorprendidos por un imprevisible derrumbe".
En este sentido, ha destacado que los profesionales estaban realizando labores de limpieza "en la parte exterior" del centro "a petición del Ayuntamiento" de la localidad, que, debido a "la cercanía de algunas viviendas", había solicitado a la Conselleria que limpiara el colegio, por razones, ha puntualizado Rovira, "de salubridad".
El conseller, que ha trasladado sus "condolencias" a los familiares y allegados del fallecido y ha deseado una "pronta recuperación" al trabajador herido, ha señalado que el colegio estaba considerado como centro "rojo", por lo que "a corto plazo los alumnos no podrían entrar" porque "los destrozos" ocasionados tras la dana del pasado 29 de octubre en el CEIP Lluís Vives "son súper importantes", y afectan a "puertas, ventanas, cerramientos, carpinterías exteriores e interiores y acabados". "Está todo arrasado", ha valorado, y ha apuntado que el agua llegó a alcanzar los 2,10 metros.
Rovira ha apuntado que el suceso "está siendo investigado en este momento" y el Instituto Valenciano para la Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) "está en contacto con la Inspección de Trabajo". "Mañana los técnicos del Invassat visitarán el centro, como hacemos con todos y cada uno de los accidentes laborales que ocurren en esta comunidad", ha avanzado.
El conseller ha subrayado que desde el área de Educación se llevó a cabo "una serie de priorizaciones" de centros y se estableció una clasificación de "cuatro colores": "Los verdes eran aquellos que al día siguiente se podía entrar, como quien dice; los amarillos eran los que tenían necesidad de limpieza y, además, hemos añadido, a petición de muchos padres, la empresa debía hacer un certificado de higienización".
"En naranja poníamos aquellos centros que necesitaban alguna reparación, por ejemplo, calderas y estas cuestiones", es decir, ha aclarado, "necesitaban obras menores". "Y en rojo eran aquellos centros que sabíamos que a corto plazo no se podía volver a entrar" y "necesitaban obras mayores".
Según ha señalado, entre los centros afectados por las inundaciones hay un total de 12 colegios calificados "en rojo", como es el caso del CEIP Lluís Vives de Massanasa. "Para esos centros la prioridad era buscar un realojamiento en otro sitio" y, una vez realizada la limpieza del recinto, "se vería cómo está la estructura y lo analizarán los arquitectos de la Conselleria".
Preguntado por qué el 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, y él mismo no han acudido a la localidad tras el suceso, ha sostenido que para el jefe del Consell la "prioridad" en ese momento ha sido "averiguar qué había pasado" y hasta el lugar de los hechos se han desplazado la vicepresidenta primera del Consell, Susana Camarero, "y otros altos cargos de la Generalitat". "No hacíamos nada allí", ha afirmado, en referencia a su presencia y la del 'president' de la Generalitat.
"El 'president ha decidido venirse al Palau", ha agregado, y ha apuntado que le ha llamado para que él también acudiera. "Yo ya venía de camino", ha apostillado, a la vez que ha destacado que también han asistido a la reunión técnicos de la Conselleria y trabajadores de Tragsa.
En este punto, cuestionado sobre si el jefe del Consell y él se encontraban en Alicante, ha asegurado que así era y ha manifestado que "en la situación en la que estamos" trabajan "el máximo de horas". "También nosotros tenemos nuestra familia en Alicante y creo que tenemos derecho a estar unas horas con nuestra familia. Y eso no quita que no estemos haciendo un trabajo, no solo este conseller, sino la gran parte de cargos y funcionarios de esta Conselleria, de muchas horas", ha reivindicado.
Durante la reunión de la tarde de este domingo, ha expuesto, se ha hecho "un repaso" del estado de los centros educativos. Al respecto, ha explicado que "la mayor parte ya están abiertos o van a abrir en los próximos días", y ha insistido que en los colegios e institutos en los que se considera que "los daños costarán mucho tiempo de reparar" se están "buscando alternativas, intentado que sea siempre dentro del municipio", pues así lo demandan los Ayuntamientos.
"La prioridad tras la tragedia de la riada siempre ha sido garantizar la salud pública de la población, en el caso de los centros educativos, para el alumnado, para el profesorado y para todos los vecinos, ya que muchísimos centros están cerca de viviendas", ha destacado, a la vez que ha aseverado que, por este motivo, la "prioridad" del Consell es "la retirada de lodos en las calles, alcantarillas y centros educativos, especialmente aquellos que están junto a viviendas", una tarea en la que trabajan "tanto la empresa pública Tragsa como la UME".
Al hilo de esta cuestión, ha detallado que Tragsa está actuando en 19 localidades afectadas por las inundaciones, en las que desempeña trabajos en un total de 68 centros educativos. Entre ellos, ha concretado, "44 son CEIP de Infantil y Primaria, y 24 de Secundaria". "De los 68 centros encargados, 23 ya están finalizado por Tragsa, limpios y con sus certificados de higienización".