Ubicado en la calle Padre Méndez 34 de Torrent, Farigola & Menta alcanzó el 10 de marzo su mayoría de edad.
18 años, ahí es nada, lleva este restorán en la brecha dando de comer a asiduos y curiosos ofreciendo una amplia sonrisa y generando en todos y cada uno de ellos una satisfacción inmediata. Lo que comenzó siendo una bocatería gourmet ha ido transformándose con el paso de los años y debido al incansable espíritu inconformista de David Joaquín, Chef Ejecutivo y alma mater de este negocio que regenta la ilusión y el optimismo del primer día, hacia un restaurante de autor en constante evolución.
Con la madurez y la experiencia que da la cifra, Farigola & Menta se ha consolidado como una propuesta de perfil gastronómico muy recomendable a la que cada vez acuden más comensales de la ciudad de Valencia. “Aproximadamente dos tercios de nuestros clientes provienen de la ciudad de Valencia” nos cuenta David Joaquín, quien tras una especie de catarsis gastronómica allá por 2017, decidió dar rienda suelta a sus instintos más primarios y embarcarse en un proceso de aprendizaje y mejora culinario que lo llevó al Basque Culinary Center a profundizar técnicas, procesos y procedimientos.
De ese espíritu inconformista y ese aprendizaje constante, surgió la propuesta actual. “Soy un apasionado del producto de calidad, tejemos redes con los mejores proveedores, e intentamos en la medida de lo posible trabajar con locales, ya que somos conscientes de que la sostenibilidad y el producto de proximidad son un pilar fundamental para la nueva gastronomía consciente. De estos colaboramos con SH Levante, Arat Natura o Anchos López, por citarte algunos de ellos”, continúa David. Entre sus platos, todos salen de su cabeza, y posteriormente son trasladados a su jefe de cocina Jose Antonio Godoy, destacan las exquisitas alcachofas en dos cocciones con natillas de sobrasada y torreznos, la ensaladilla de magret pato en confit y mayonesa hoisin o las cocochas de bacalao confitadas en aceite de refrito, habitas baby encebolladas con tinta, blanquet y pesto de pistacho.
También ofrecen un menú mediodía repleto de propuestas con dos entrantes y un principal a elegir entre más de 15 opciones. Sin embargo, “para la próxima temporada estamos cambiando la carta, y aunque algunos de nuestros hits se mantendrán, aproximadamente un 60% cambiará y daremos más presencia a productos más nobles si cabe” comenta este emprendedor nato. Y es que en la búsqueda de la excelencia intenta rodearse de los mejores no sólo en cuanto a productos, también en el resto de ámbitos que configuran un restaurante, desde la decoración y vajilla que lleva la firma de Piñero a las fotografías que son obra de Mikel Ponce. La sala, cuenta con una decoración muy instagrameable y la atención por parte de Violeta Andrea, que lleva más de quince años en el restaurante, le confiere un ambiente divertido y acogedor a partes iguales.