Fernando Roig, en el centro, en la pasada edición de Cevisama. Foto: MARGA FERRERLos empleados votarán este lunes si apoyan o no formalmente a uno de los cinco finalistas que aspiran a quedarse la unidad productiva de TAU Cerámica
VALENCIA. Fernando Roig está dispuesto a echar el resto para hacerse con la azulejera TAU Cerámica en la subasta que tiene lugar dentro del concurso de acreedores de la matriz Taulell. Según se desprende de sus últimos movimientos, el dueño de Pamesa tiene especial interés en convertirse en la oferta favorita de los trabajadores, hasta el punto que les ha prometido el abono, en un solo pago, de la reducción salarial del 3% que los empleados sufrieron los años 2014 y 2015.
Fuentes de la plantilla concretan que el importe ascendería a un total de alrededor de 500.000 euros, de los que corresponderían entre 2.500 y 3.000 euros por trabajador de TAU, en función de la nómina de cada uno.
La promesa, según trasladó el propio Roig en persona a los empleados el pasado jueves, no supone la mejora de su puja en la segunda ronda de la subasta de TAU. Tendría lugar al margen de este procedimiento y sólo en caso -como es obvio- de que fuera Portovan -la filial de Pamesa que concurre al proceso- la que resultara vencedora del mismo.
En el marco de los ajustes que arrastra la azulejera, los trabajadores aceptaron la mencionada rebaja salarial con el compromiso de recuperarla en 2020, pero el concurso de acreedores y la previsible liquidación de Taulell convierte esta reversión en una auténtica quimera para los empleados.
Así, el compromiso de Roig es recibido por los empleados como una auténtica bendición: ni más ni menos que unos pocos miles de euros llovidos del cielo de la noche a la mañana, un dinero que se creía perdido de pronto ingresado en sus cuentas corrientes.
¿Qué querría Roig a cambio? Sobre el papel, según trasladan las mismas fuentes, se trata de un gesto altruista del importante empresario azulejero. Lo único que ha solicitado a los representantes de los empleados es que comuniquen este compromiso a todos y cada uno de los 143 trabajadores de TAU Cerámica.
Tal circunstancia, pese a no influir directamente en el proceso, sí le reportaría un rotundo espaldarazo de cara a la opinión pública, más teniendo en cuenta que este lunes los trabajadores de TAU votarán si apoyan formalmente o no a uno de los cinco finalistas: Sherpa, Snel, Gedesco, Indes y Pamesa.
El compromiso de Roig con los empleados va más allá de revertir la reducción salarial. Si gana la puja el empresario también anularía la congelación salarial firmada para los años 2015, 2016 y 2017, circunstancia que, en suma, reportaría entre 70.000 y 80.000 euros más a los trabajadores.
