VALÈNCIA. Las negociaciones entre Ciudadanos y los partidos del Botànic para sacar adelante conjuntamente los Presupuestos de la Generalitat de 2021 todavía no tienen un final escrito. Como tampoco lo está la instantánea que resuma lo ocurrido: si cordial, de explícita unidad o de "al menos lo hemos intentado".
El líder de la formación naranja en la Comunitat Valenciana, Toni Cantó, aseguró este martes que su posición no había variado respecto a la manifestada por los diputados de su grupo el lunes. Esto es, que darán su voto favorable a las cuentas si los partidos que conforman el Gobierno autonómico les admitían sus enmiendas sobre un Fondo Covid de 76 millones de euros para los sectores más afectados por la crisis económica como autónomos y pymes; y la bajada de impuestos a las rentas medias-bajas.
En la comisión que se celebra estos días para sacar adelante algunos de esos textos, PSPV, Compromís y Podem les han aprobado varias de sus propuestas, aunque las dos mencionadas, las más conflictivas, se dejarán para el pleno que se celebra la próxima semana.
"Todo lo pactado se aprobará", vaticinaba el lunes uno de los negociadores del Botànic sobre el paquete de 25 enmiendas que Ciudadanos ha estado acordando durante las últimas semanas con el Consell. Aun así, no todo parece tan claro para Compromís y Unides Podem.
Lo que sí que lo está es que las conversaciones tendrán lugar hasta el último momento. Desde Ciudadanos se muestran dispuestos a replantear su enmienda a la ley de Acompañamiento que pide reducir medio punto el tramo autonómico del IRPF para las rentas inferiores a 50.000 euros. Una opción es que propongan que se aplique para rentas aun más bajas.
"Lo que no puede cambiar es que las clases medias tengan más carga fiscal, la línea roja es esa", afirmaba este martes Cantó, quien indicó que, "ahora mismo", su voto "no puede ser ni siquiera la abstención", sino negativo. Aun así, señaló que sigue siendo "optimista" porque el Botànic le dice que aprobará sus enmiendas.
Si todo llegara a buen puerto, salta la siguiente cuestión. ¿Cómo se escenificará?. Parece obvio que dependerá de la voluntad de las partes. No parece descabellado que Ximo Puig sea partidario de fotografiarse junto a Ciudadanos en un momento relevante para él: un presidente que logra el apoyo del 70% del Parlamento para dar luz verde a las cuentas. No resulta demasiado común en la actualidad una imagen así, y menos a nivel nacional, por lo que tal vez el jefe del Consell quiera explotarla. Además, han sido ya múltiples las ocasiones en las que ha posado con Cantó en el Palau de la Generalitat.
Para la formación naranja, la escena más natural se desarrollaría dentro del propio hemiciclo de Les Corts, sin demasiadas florituras, con algún gesto de complicidad una vez finalizado el pleno. Instantánea que, sin embargo, estaría alejada de la protagonizada por Fernando Giner en el Ayuntamiento de València, que sí posó con el equipo de Gobierno en la firma del acuerdo.
Poco interés, desde luego, demostrarían en replicarla en el Parlamento autonómico Compromís y Podem, cuyos portavoces se afanan en remarcar cada vez que pueden que los Presupuestos de la Generalitat no necesitan el apoyo de Ciudadanos. "Aceptaremos todas las enmiendas que consideramos buenas, sean del PP o de Cs. Nuestra manera de funcionar es la de siempre, buscamos los máximos consensos. No estamos aquí para que Ciudadanos apoye el presupuesto. Si quieren votar en contra o abstenerse es su problema", apuntó este martes el síndic de la coalición, Fran Ferri. La imagen de la unidad o la de la indiferencia llegará en cuestión de días.
Mientras eso sucede, Cantó va haciendo camino para la puesta en marcha de una de sus medidas ya aprobadas. Concretamente, el desarrollo de un plan de eficiencia de la Generalitat que tome como punto de partida las recomendaciones de la Airef -lo que pretendía inicialmente ser una suerte de auditoría-. Este miércoles se reunirá con representantes del organismo: los Directores de las Divisiones de Análisis Presupuestario (Ignacio Fernández-Huertas) y de Jurídico-Institucional (Diego Pérez), así como un asesor del Gabinete de la Presidenta (Guillermo Rehberger). La intención es consultarles cómo poner en marcha ese plan.