VALÈNCIA. Una de las medidas estrella del Gobierno contra los efectos de la crisis por la guerra en Ucrania, la ayuda de veinte céntimos por litro de carburante para todos los conductores –incluso los no profesionales– también es una de las que más incertidumbre e indignación genera a pesar de que entra en vigor este mismo viernes.
Desde que el presidente Pedro Sánchez anunciase la medida el pasado lunes, ha habido que esperar hasta la publicación este miércoles en el BOE del Real Decreto-ley especial para conocer la letra pequeña de la bonificación. Sin embargo, las dudas que las gasolineras han ido expresando esta semana se han transformado en indignación ante la certeza de que, tal y como se ha diseñado, esta medida "improvisada" puede "destrozar" al sector porque no todos los empresarios disponen de tesorería suficiente como para adelantar el dinero.
Tal y como se ha diseñado el mecanismo, de los veinte céntimos de descuento por litro previstos, cinco los ponen las petroleras y los otros quince, el Estado. Sin embargo, serán las compañías suministradoras las que tendrán que adelantar el dinero para aplicar el descuento y, a mes vencido, las estaciones de servicio liquidarán con la Agencia Tributaria la cantidad total que hayan avanzado.
Los carteles de las gasolineras mostrarán los precios sin descuento
Los conductores, por su parte, seguirán viendo en los carteles de las estaciones de servicio el precio total por litro el carburante sin descuento, aunque posteriormente se deba refleja en el ticket la rebaja aplicada, en el que las gasolineras están obligadas a especificar que el ahorro se obtiene gracias al Real Decreto-ley del Gobierno.
A unas horas de tener que comenzar a aplicar los descuentos, y con la previsión de recibir a una cantidad importante de conductores que durante esta semana han ido posponiendo la visita a la gasolinera, la inmensa mayoría de los empresarios del sector, a quienes el Gobierno impone la calificación de entidades "colaboradoras" en el despliegue de esta ayuda pese a no haberla analizado con el sector, sigue sin tener adaptados sus sistemas y ni siquiera saben a quién tienen que trasladarles sus dudas.
"Después de cinco horas analizando el decreto punto por punto, seguimos teniendo muchas dudas", reconoce a Valencia Plaza un empresario del sector, que destaca que ni siquiera tienen a su disposición el formulario que cada gasolinera tendrá que presentar a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en los primeros 15 días naturales de mayo, junio y julio de este año solicitando la devolución de las bonificaciones efectuadas en el mes anterior.
"Hay empresas que no va a aguantar adelantar los veinte céntimos porque no disponen de una posición de tesorería para afrontarlo. Depende de lo que se alargue el plazo de reembolso y, además, el silencio administrativo equivale a una denegación", explica este empresario. Respecto a esto, el Real Decreto-ley 6/2022 publicado este miércoles establece que, si el Gobierno no efectúa el reembolso de lo adelantado durante el primer mes desde la presentación de la solicitud, esta podrá entenderse desestimada.
El problema es mayúsculo para las gasolineras más pequeñas, muchas de las cuales están en la Comunitat Valenciana, donde se concentran unas 1.100 estaciones de servicio con 4.500 empleados. Algunas de ellas se plantean incluso cerrar desde este jueves ante la inviabilidad de poner en marcha la medida, tal y como acordó en asamblea la Federación Mediterránea de Empresarios de Estaciones de Servicio (Fedmes). "En este sector hay mucho empresario mediano o pequeño y bastante autoempleo. Lo van a pasar muy mal", lamentan.
En la misma línea, la Asociación Española de Vendedores al por menor de Carburantes (Aevecar) advirtió de muchas empresas del sector no tienen la liquidez necesaria para hacer frente al adelanto de las bonificaciones y por lo tanto "no les va a quedar más remedio que cerrar sus instalaciones ante la imposibilidad de atender a sus clientes".
"Las estaciones de servicio comisionistas tienen un margen bruto de seis céntimos. A partir de ahí, pagan al personal y todos los gastos generales. En el mejor de los casos, les quedan cuatro. Las estaciones abanderadas –las que tienen contrato de exclusividad con una distribuidora y operan bajo su marca– trabajan con un margen de más o menos catorce céntimos. Es un drama", resume el empresario consultado por este periódico.
Según destaca Aevecar, el sector está formado por compañías de muy distinta magnitud económica, desde grandes empresas a pymes o micropymes que atraviesan una situación económica delicada desde la pandemia, cuando se les obligó a permanecer abiertas por ser esenciales pese a las restricciones de movilidad.
El director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Nacho Rabadán, destacó este miércoles en declaraciones a Europa Press que el sector está "muy atomizado". "De las 11.500 estaciones de servicio que hay, el 70% son propiedad de pymes o micropymes", detalló el dirigente, que concretó que, dentro de ese 70%, unos 3.800 son autónomos.
El Gobierno ha dejado abierta la posibilidad de que las gasolineras soliciten un anticipo a cuenta a la Agencia Tributaria a través de un formulario que, como el de los reembolsos, tampoco está disponible.
Tendrán que pedirlo antes del 15 de abril por el importe máximo de la bonificación, calculado como el 90% del volumen medio mensual de productos bonificados vendidos por el solicitante en 2021. El anticipo a cuenta no podrá ser superior a 2 millones de euros ni inferior a 1.000 euros.
las gasolineras tendrán que adelantar de media cerca de 33.000 euros al mes
El problema en este caso, según lamentan las estaciones de servicio, es que el Gobierno ha tomado como referencia un año en el que todavía existieron restricciones a la movilidad por la pandemia, por lo que la facturación del ejercicio no sería una referencia óptima para calcular el esfuerzo que tendrán que hacer los operadores.
Según las gasolineras, el Ejecutivo debería haber adelantado las cantidades antes de que entrasen en vigor los descuentos o, en su defecto, haber bajado los impuestos como hizo con el recibo de la luz. En ese sentido, Fedmes recordó este miércoles que las estaciones de servicio han venido reclamando la rebaja del IVA del 21 al 10%, como se ha hecho en otros países de Europa, "una reducción que sí se prorroga para la electricidad pero no se aprueba para el combustible".
La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio estima que, de media, las empresas propietarias de las gasolineras tendrán que adelantar cerca de 33.000 euros al mes, lo que hace la actividad insostenible en términos de liquidez.
Además de los problemas de liquidez, la medida también les obliga a implementar cambios técnicos para los que lamentan no haber tenido suficiente tiempo. Por ejemplo, las gasolineras, como ente colaborador de la administración en la gestión, tendrán que reflejar en todos los documentos expedidos tras el repostaje el importe de la operación, distinguiendo el precio antes de aplicar el descuento y
después de aplicar la bonificación, así como el importe de la bonificación aplicada.
Por su parte, el Gobierno ha asegurado que hará un seguimiento de los precios en las gasolineras para que la bonificación de veinte céntimos no pierda eficacia, después de que algunas estaciones de servicio hayan incrementado hasta en más de diez céntimos sus precios en los últimos días.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha precisado que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) controlará que no se produzcan incrementos sospechosos.
Pese a que algunas estaciones de servicio sí han aplicando subidas en los precios, principalmente en gasolineras low cost y debido a equilibrios operativos del negocio –en todo caso un número residual de gasolineras–, la media de aumento desde el lunes, cuando se anunció esta bonificación de 20 céntimos para todos los ciudadanos, se limita al 1%.